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El baile vuelve a las plazas

Nuevas fórmulas y propuestas intentan que las romerías se recuperen de su crisis

Egilea
Jokin Elizaran
Komunikabidea
Diario Vasco
Tokia
San Sebastián
Mota
Albistea
Data
2010/08/29

La música y baile, aliados desde siempre, han formado su mejor tándem en las romerías, que si bien nacieron en muchos casos con un marcado sentido religioso llevaban a los pueblos un ambiente festivo sin igual, de manera que los vecinos, sobre todo los más jóvenes, fueron olvidándose del aspecto religioso del asunto para ir centrándose en el lúdico. Sin embargo, según muchos las romerías parecen estar sumidas en un progresivo declive desde hace ya algún tiempo. Los jóvenes, debido a otros pasatiempos más modernos, han perdido el interés, y los que se acercan a las plazas para sumarse a las romerías -que viven en verano su época dorada- amenazan con convertirse en una especie en vías de extinción.

Remedios contra el letargo
Los defensores del folklore vieron necesario hacer frente al problema, y comenzaron a pensar en alternativas para rescatar de su letargo a las romerías. Hoy en día, encontramos novedades y nuevas fórmulas a la hora de celebrar estas fiestas populares de baile y música que pueden resultar decisivas para su recuperación. En ese marco debemos situar al 'Erromeria Eguna' que se celebra anualmente en Errenteria y que organiza el grupo de danza Ereintza desde el año 1999. Quienes lo hayan vivido en primera persona habrán podido comprobar que siempre le acompaña el éxito, congregando cada año a un número creciente de dantzaris que se juntan para participar en la fiesta.
Juantxo Maya es uno de los organizadores del 'Erromeria Eguna', y nos cuenta que «el baile tradicional es algo social», ya que «ayuda a la creación y al refuerzo de las relaciones personales». El 'Erromeria Eguna' surgió cuando los organizadores se dieron cuenta de que «la gente participaba en los bailes, pero en el papel de espectador, y lo que nosotros queríamos es que participaran bailando». Ya van doce ediciones y, según el propio Maya, «se acerca mucha gente, y la fiesta ya se ha afincado en el fin de semana anterior a las Magdalenas. Además, creemos que hemos encendido la mecha para que la gente retome el hábito de bailar, al menos en nuestro pueblo. Se organizan cursos y cada vez hay más dantzaris».
La salud de las romerías, según Maya «no sé como será en los demás pueblos, pero en Errenteria hemos visto una verdadera mejora en los últimos años, gracias a los talleres y al 'Erromeria Eguna'». Destaca también la proliferación de los 'dantza-pikoak', ya que «están ayudando a que las plazas estén resurgiendo».
'Dantza-piko' o bailes guiados
Son muchos los que intentan que las romerías vuelvan a gozar de buena salud en Euskadi, y entre ellos, destaca un nuevo modelo de espectáculo que mezcla el baile tradicional con un punto de pedagogía y de animación: los 'dantza-pikoak' o bailes guiados.
Quizá no sean muy conocidos por su nombre, pero la descripción de una de estas sesiones de baile puede ayudar a situarse. La plaza como centro neurálgico. En el escenario, músicos. Trikitixas, panderos, txistus o incluso violines. Canciones y ritmos, normalmente tradicionales, y en la improvisada pista de baile que es la plaza, cualquiera que se anime a bailar. En medio del público, dirigiendo, animando, enseñando bailes básicos y portando un micrófono, el conductor o 'gidari'.
Uno de los grupos vascos que organizan este tipo de bailes guiados es Arrabots, formado por dantzaris y músicos que provienen de la tradición de la romería. Dice Gari Otamendi, uno de los impulsores del grupo, además de violinista, que «no hemos inventado nada, porque esta fórmula lleva haciéndose unos diez años en Euskal Herria y en otros sitios desde hace más tiempo». Lo cierto es que en Hungría, Francia o Cataluña también gozan de tradición.
Cuenta Patxi Laborda, maestro y coreógrafo del grupo AIKO, que también ofrece este tipo de bailes guiados entre otras muchas actividades, que «no son algo nuevo, en Europa sobre todo se vienen haciendo desde hace muchísimo tiempo, aunque es cierto que en Euskadi tienen unos diez años. Se puede decir que uno de los precursores fue el 'Dantza Ganbara' de Juan Antonio Urbeltz en el Kafe Antzokia de Bilbo. También están ahí Patxi Perez, Erdizka Lauetan, Zeina...».
Las propuestas de estos dos grupos difieren en cuanto a intención, ya que mientras Arrabots se propone «hacer disfrutar y que la gente, sobre todo los jóvenes, bailen», AIKO cuenta con una perspectiva más pedagógica. Según Laborda «para nosotros la música y el baile son lo verdaderamente importante, la mayoría de nuestros miembros son profesores de música y de baile. Lo que queremos es enseñar a bailar, lo importante no es el baile en sí, sino que la gente lo aprenda». Además, la mayoría de canciones del repertorio de AIKO son de creación propia, aunque siempre hechas de manera tradicional.
Los públicos a los que intentan acercarse también son diferentes: mientras Arrabots intenta «que los jóvenes vuelvan a la plaza», el miembro de AIKO afirma que «nuestro público objetivo son los adultos. Parece que hoy en día todo tiene que estar dirigido a los niños, y no tiene que ser necesariamente así. En nuestra opinión, los niños han de imitar a los adultos. Éstos son los que tienen que aprender a bailar, para convertirse en referentes para los niños».
La gran revolución de los 'dantza-pikoak' es sin duda la figura del guía o maestro, el 'gidari'. Ambos grupos coinciden en que ayuda a que la plaza se anime y a que los más indecisos comiencen a bailar, ya que como dice Otamendi «muchas veces lo más difícil es ser el primero en saltar a la plaza, y mi hermano Jokin, que es nuestro 'gidari', intenta encender la primera chispa».
Laborda coincide en que «los dantza-piko están muy bien porque el guía asume la responsabilidad de ser el primero, que muchas veces es lo que más cuesta». Y es que, según Otamendi, cuando el maestro de ceremonias enseña los pasos básicos «cualquiera puede bailar, hay muy poca gente que sea nula a la hora de moverse».
La salud de la romería sin embargo sigue siendo crítica. Dice Otamendi que «eso es algo que los músicos de Arrabots, que tienen un largo recorrido en cuanto a romerías se refiere, han visto con sus propios ojos. Se hacen pocas romerías... Quizá suene a tópico pero es la verdad. Por hacer la comparación, ¿cuál es la verdadera realidad del bertsolarismo, el BEC, o una 'bertso afari' de 30 personas? Lo que tenemos que hacer es acertar con la medida. Yo no pondría como ejemplo de lo que puede ser la buena salud de las romerías lo que se ve en un Kilometroak con 500 personas. Si hubiera muchas romerías pequeñas con unas 30 personas, y si hubiera muchos dantzaris a lo mejor podríamos decir de verdad que la romería goza de buena salud».
La clave para la recuperación de las romerías son los jóvenes. Dice el violinista de Arrabots que la romería puede ser una alternativa a «lo que hoy en día se toma como salir de juerga, es decir, tomarse unas cervezas y mover la cabeza siguiendo el ritmo de una música cuyo volumen no permite mantener una conversación». Opina también que «a los jóvenes de hoy en día nos cuesta más bailar, no sé si por vergüenza o por falta de hábito, pero es difícil sacarnos a la pista».
Por eso Arrabots quiere «enseñar a los jóvenes a que bailen y sobre todo, enseñarles que pueden bailar si quieren», aunque admite que muchas veces es «bastante difícil atraerlos». La clave es «demostrar que cualquiera puede hacerlo y ayudar a que la gente pierda la vergüenza». Quizá por ello la apuesta para conseguir que las romerías vuelvan a ser lo que eran sea probar «nuevas fórmulas, porque las tradicionales parecen estar en decadencia».
Sin embargo, tanto Otamendi como Patxi Laborda ven un peligro entorno a la figura del 'gidari'. Opina el de AIKO que «hay que tener cuidado con esta figura, ya que en la sociedad en la que vivimos, tenemos miedo a enfrentarnos a la libertad, y necesitamos estar protegidos, que alguien nos enseñe el camino. El 'gidari' puede crear cierta adicción y lo que nosotros queremos es que al final, esta figura sea prescindible, queremos que la gente baile por sí sola, ya que es la única manera para que la romería vuelva de verdad. Tenemos que limitarnos a ser el motor mientras no haya viento».
Arrabots coincide también en que «el 'gidari' tiene que encender la chispa pero hacerse a un lado después de haberlo hecho, ya que nadie quiere que le estén enseñando constantemente cómo tiene que hacer las cosas».
En tiempos pasados en los que el Facebook, el Twitter o los SMS ni siquiera eran proyecto, las romerías eran uno de los pocos lugares de socialización para los vascos; tenías que ir a la plaza a hacer tus contactos. Según Gari Otamendi, «sigue existiendo un punto primario en cada persona que nos pide el contacto físico... Y eso es algo que, más que perder, se ha olvidado». Lo mismo puede ocurrir con las romerías que ahora parecen perdidas, pero quizá estén únicamente olvidadas.
El baile vuelve a las plazas

Recuperación. Iniciativas como el Erromeria Eguna de Errenteria ya están dando sus frutos. :: ARIZMENDI

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Erromeria Eguna. Dantzaris de todas las edades en la última edición de la romería de Errenteria. :: ARIZMENDI

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'Gidari'. En primera fila, es el que enseña, anima y guía. En la foto, Jokin Otamendi, de Arrabots. :: IRAOLA

 

 

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