Dice el calendario oficial que el Día Internacional de la Danza se celebra cada 29 de abril. Sin embargo, la coincidencia con las fiestas de San Prudencio y Nuestra Señora de Estíbaliz hace que, en el caso de Vitoria, el Conservatorio José Uruñuela conmemore la jornada un poco más tarde.

Con el baile a la calle y, además, cuanto más compartido con otros espacios formativos y grupos, mejor. Es la idea que siempre ha tenido el centro municipal a la hora de organizar una cita que ya es tradicional en estas fechas y que el año pasado pudo recuperarse tras el parón por la pandemia. Casi 400 jóvenes intérpretes llegados tanto de Gasteiz como de Bilbao, Estella y Miranda de Ebro fueron los protagonistas de un mediodía intenso, en el que el numeroso público asistente pudo disfrutar de un amplio abanico de coreografías y estilos en una cita patrocinada por Fundación Vital y Laboral Kutxa.

La idea de esta propuesta al aire libre, de hecho, pasa por encontrarse, sobre todo, con aquellas personas que no suelen acercarse a los teatros o a los espacios cerrados de representación. Se quiere hacer ver que hay muy diversos tipos de propuestas y que cualquiera de ellos puede enganchar. Se trata, por tanto, de romper prejuicios y encontrarse con los públicos de una manera cercana, amena y distendida.

Componentes

Componentes del Conservatorio de Danza José Uruñuela, Arabesco Asc., Arteria Espacio Creativo, Asociación Sociocultural Al Compás del Alma, Centro de Danza Dunia, Country Devil’s, DameSwing Ballroom, Dantzerti, Escuela de Danza Andrés Beraza, Escuela de Danza Lourdes Herrero, Escuela de Danza Sofía Abaitua, Escuela Noralai, Grupo de Danza Creativa Down Araba Isabel Orbe, Ikigai Dance Estudio, La Escuela y LK Danza fueron los protagonistas.

De su mano se pudieron ver coreografías de modern jazz, danza creativa, clásica, urbana, polinesia y moderna, sin perder de vista las propuestas de flamenco, country line dance y folklore árabe, que también formaron parte del programa diseñado. Así, Vitoria volvió a ser un año más un gran escenario para la danza, un lugar en el que compartir cultura sin ningún tipo de límite.