El Arriaga acoge la magia de la danza China

La ópera tradicional china que apareció y se desarrolló a lo largo de las dinastías Song, Yuan, Ming y Ching alcanzó altas cumbres de perfección como ópera-ballet. En ella, la danza no era sino una prolongación de la ópera. A lo largo del último medio siglo, profesores y coreógrafos han logrado una renovación de la danza clásica tradicional dándole completa autonomía con respecto a la ópera.



Los mejores bailarines



El Ballet Nacional de Pekín, creado en 1960 y que ha obtenido los primeros premios en los concursos internacionales de Moscú, París y Minsk, reúne a los mejores bailarines de China, y cuenta en su repertorio con obras de los diferentes estilos: danza clásica tradicional china, danza contemporánea o renovación de la danza clásica china y danza étnica.



Creado en 1960, el Ballet de Pekín reúne a los mejores bailarines de China. Quizás su valor más relevante lo constituya la renovación de la danza tradicional del país asiático. Desde hace años, la compañía trabaja en la creación de una danza que avance hacia la modernidad sin dejar de apoyar los pies en su vasta tradición milenaria. Tradicionalmente, tres son los accesorios de la danza china: el abanico, la cinta y la espada. En su utilización se conjuntan, pues, la acrobacia, el arte marcial, y el perfeccionismo formal.



Utilizando estos elementos en un contexto de renovación, el Ballet Nacional de Pekín ofrece un espectáculo que cautiva por su colorido y dinamismo. En sus coreografías no faltan la ingenuidad de los movimientos de los bailarines, la elegancia y delicadeza, el lirismo, la contención en los gestos faciales, así como la acrobacia puesta al servicio de la armonía visual.



De sólida reputación, la compañía consta de 30 miembros. Su directora, Liu Min, ostenta varios premios nacionales e internacionales.