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El año que viene volverá el carnaval
Las Damak, ordenadas en formación, aporreando sin piedad. (JUAN MARI ONDIKOL)
Si bien el calendario nos dice que la primavera comenzará dentro de dos semanas, podemos decir que ya está aquí. Así lo atestigua el clima del que estamos gozando los últimos días, y así lo constatan los carnavales que acaban de finalizar. Ayer las zambombas de las Damak de Erratzu y el hartza (oso) que salió de su hotel invernal, recién despertado, difundieron a los cuatro vientos la nueva de que la primavera ya está aquí.
En enero, Aniz y Berroeta fueron los primeros pueblos de Baztan en festejar los carnavales de este año. Tras ellos, uno por uno fueron despertando, entre disfraces y cuestaciones, poco a poco. La última semana ha sido la más intensa, con la celebración de Orakunde, Egun ttun-ttun, Oilar dantza, y los carnavales de varios pueblos. Urdazubi, Erratzu y Arizkun han sido los últimos.
URDAZUBIEl domingo, los jóvenes anduvieron por las ventas de Dantxarinea, cada uno con un disfraz que representaba un oficio, tema de este año, mientras que el lunes y martes realizaron la cuestación por los diferentes barrios, caseríos y casas del pueblo, ya con el traje típico de carnaval. En Erratzu y Arizkun, también realizaron la tradicional cuestación, visitando cada hogar, y ayer vivieron el día grande del carnaval: ayer sacaron todo su arsenal antes de despedir el carnaval hasta el año que viene.
ARIZKUNEl domingo y lunes, los jóvenes, ataviados con blusas negras y pañuelos rojos al cuello, recorrieron los barrios, caseríos y las casas del pueblo, en la tradicional cuestación. Ayer, martes, se vivió el día grande del carnaval arizkundarra. Después de almorzar, al mediodía salió el espectacular y colorido desfile, con los sagardantzaris ofreciendo la manzana en su habitual y elegante baile, el hartza (oso), arramplando con todo lo que se interponía en su camino, el hartzazaina (cuidador del oso), intentando, a veces sin éxito, mantener firme al hartza. Junto a ellos no podían faltar la fanfarre, las damak y los habituales mozorros.
ERRATZU Desde el domingo hasta ayer por la mañana los jóvenes cumplieron con el itinerario de visitas de casas y caseríos. Por la tarde, se realizó el último acto, el desfile, que abrió, como no podía ser de otra manera, la comparsa de Damak, de blanco impoluto, atronando acompasadamente las zambombas, los grandes bombos, por las calles del pueblo, con sus ttuntturros (gorros cónicos), y sus encajes blancos tapándoles la cara. A las órdenes de Jokin Bengoetxea, 16 zambombas perfectamente acompasadas abrían el camino a una multitud, formada por decenas de participantes disfrazados, y también bastantes curiosos. Buen tiempo y mejor ambiente para finalizar el carnaval.
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