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El 'Alma' de Ananda Dansa llega en doble sesión al Victoria Eugenia
La compañía valenciana conmemora con esta obra sus boda de plata El Premio Nacional de Danza 2006 y el Max al Mejor Intérprete Masculino de Toni Aparisi avalan el espectáculo
En setenta minutos, Alma reúne en escena a siete bailarines, en tres
bloques escénicos, presentados en un solo acto. Para Rosángeles Valls,
coreógrafa, directora y fundadora de Ananda Dansa, «Alma es un
espectáculo hermoso, que nos ha servido para conmemorar nuestras bodas
de plata en activo. Nos planteamos dar las gracias a mucha gente,
porque la danza se hace con las personas. La obra habla de las personas
que conoces en tu vida y es tan general que impacta a todos los
espectadores».
El proceso de creación comenzó con los retos de la memoria, pero la
coreógrafa valenciana pronto deshechó la idea de hacer una obra con
retazos de anteriores piezas porque «a nivel de creación hubiera
quedado vacío». De esta manera, Alma se quedó con la esencia que son
las personas. «Esta obra igual vale para nuestros veinticinco años que
para un repaso en la vida de los espectadores. Una persona crece como
persona en función de la gente que hay a su alrededor y queríamos
hacerles un cariño a quienes nos rodean», asegura Valls. A nivel
coreográfico, Ananda Dansa busca un lenguaje cercano y cómplice con el
espectador, ya que «no nos gusta la danza estereotipada. Nuestra danza
es cercana al público sin traicionar el componente artístico. Usamos la
técnica para dibujar movimientos orgánicos. Buscamos que la danza sea
una experiencia gratificante para el espectador», añade la fundadora de
la compañía valenciana.
Sin artificios
Alma les ha reportado multitud de alegrías, algunas convertidas en
premios y nominaciones. Entre ellas, destaca la obtención del Premio
Nacional de Danza 2006 en la categoría de Creación. «Jamás lo
agradeceré bastante», afirma con emoción Valls. «No te lo puedes creer,
ya que es algo que sucede a pocas compañías. Tampoco nos ha cambiado la
vida, pues la danza está muy necesitada de un plan de fomento y
concienciación general. No existe una normalización del hecho escénico
de la danza, pero tengamos paciencia, un rayito de esperanza». También
le reportó a Toni Aparisi el Premio Max 2007 al Mejor Intérprete de
Danza Masculino, quien, a juicio de Valls, posee «un vocabulario muy
personal, que se percibe, sobre todo, en su solo. Para esta producción,
queríamos unos bailarines con una personalidad muy fuerte. Con Toni
llevamos muchos años de colaboración. De hecho, firmamos conjuntamente
la coreografía ». Pese a los galardones cosechados, la directora de la
formación valenciana se muestra escéptica acerca de su utilidad, porque
« los reconocimientos sirven para que vosotros, los periodistas, me
preguntéis. Avalan un trabajo, pero no te dan la continuidad tan
necesaria en danza ».
La sinceridad de una obra sin artificios es la clave del éxito de
Alma, según la fundadora de Ananda Dansa, quien confiesa emocionarse
aún cuando ve la obra. «Ananda significa felicidad en sánscrito. Alma
quiere plasmar la esencia de estos veinticinco años. Es una obra sin
artificios y tiene sinceridad. Yo me he quedado tranquila al hacerla.
La veo y aún me emociona», revela la coreógrafa.
Durante el largo periplo de la compañía, Rosángeles Valls y su
equipo han visto surgir y desaparecer a muchas formaciones, pero «a
nosotros se nos ha pasado el tiempo sin darnos cuenta. Es una
barbaridad llevar 25 años en activo. Podíamos habernos dedicado a otra
profesión para vivir mejor, pero no seríamos felices, porque el
lenguaje de la danza es nuestra manera de comunicarnos». De esa
trayectoria digna de unas bodas de plata, hablarán con su personal
lenguaje de la danza en el Victoria Eugenia, espacio donde ya actuaron
antes de su renovación. Pocos días después, Ananda Dansa comenzará con
la nueva creación que estrenarán en junio. «Se titula La caseta de la
mujer serpiente y trata de las ferias de los años 60, con esos
personajes como la mujer barbuda y el hombre lobo, entre otros.
Queremos trabajar sobre los marginados y cómo se establece incluso una
jerarquía entre ellos», desvela Rosángeles Valls. La cita con este «
hermoso espectáculo sobre las personas », para la que quedan entradas
aún, mañana y pasado, en «ese fantástico espacio que es el Victoria
Eugenia».
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