El Observatorio Vasco de la Cultura y la Asociación de Profesionales de la Danza del País Vasco (ADDE) han elaborado un informe a raíz de una encuesta a profesionales de la danza de la Comunidad Autónoma de Euskadi, que ha revelado el alto grado de “precariedad” que sufren los profesionales de la danza. De hecho, hasta un 46,6% de los encuestados ingresa menos de 10.000 euros anuales provenientes de su actividad en la danza. Las principales conclusiones del estudio serán presentadas pasado mañana en Dantzagunea de Errentería, no obstante, la ADDE y el Observatorio ofrecieron ayer un adelanto de las mismas.

El estudio se desarrolló entre el 11 de mayo y el 13 de junio de este año de forma online y en esta encuesta llegaron a participar hasta 82 profesionales. El objetivo del informe es doble, por un lado, “conocer con datos en la mano la realidad del sector y sus profesionales” y, por otro, conseguir la información necesaria “para el desarrollo de estrategias y servicios que contribuyan a fortalecer el sector”.

La radiografía que devuelve el informe demuestra que el sector profesional de la danza de la CAV se concentra principalmente en los territorios de Gipuzkoa y Bizkaia y que la movilidad estatal e internacional es una “realidad palpable”. Un 40,2% trabaja por cuenta propia, mientras que un 14,6% combina el trabajo por cuenta ajena con el autónomo.

La precariedad en el ejercicio de la danza se relaciona con la alta inestabilidad del oficio de los bailarines. De hecho, un 21,95% de los encuestados afirmó que necesita combinar su actividad profesional de la danza con otros trabajos distintos para poder subsistir.

Otro 21,95%, por su parte, expresó que se ve en la obligación de seguir combinando trabajo y formación y que también participa en otros sectores distintos a esta práctica artística. Del informe se desprende que solo un 13,4% manifiesta haber tenido un itinerario fluido hacia la estabilidad laboral en el mundo de la danza.