En una jornada presidida por el sol, e incluso por el calor en algunos momentos, el colorido de los variados trajes y la espectaculaidad de las danzas dieron un excelente ambiente a la popular fiesta. La exhibición de danzas de los más variados orígenes fue seguida por cientos de personas desde las gradas de Unzaga. Y luego, la carpa acogió una multitudinaria comida popular. Por la tarde, hasta incluso llovió, pero ya no importaba.



