Duato: "la danza es irrelevante en españa, importa sólo el fútbol"

El coreógrafo y bailarín Nacho Duato anunció ayer a los moscovitas su despedida como director artístico de la Compañía Nacional de Danza y lanzó amargas críticas hacia el Ministerio de Cultura de España. En Cultura "no les importa la danza en absoluto", dijo al presentar las dos obras -Jardín infinito y Multiplicidad. Formas de silencio y vacío- con las que da el adiós definitivo a su carrera de 20 años al frente de la Compañía. La gran pregunta fue por qué deja la Compañía. "No lo sé, porque no quieren que siga. (...) lo que les gusta es el fútbol en España y, desgraciadamente, (...) yo creo que no hay mucho respeto por sus artistas, y para ellos la danza es bastante irrelevante", se lamentó. Aun así, se mostró muy satisfecho por su labor al frente del colectivo. "He llevado a la Compañía a lo máximo que se ha podido llevar" subrayó.

El coreógrafo destacó que, curiosamente, el comienzo y el final de su carrera como director artístico de la Compañía, está relacionado con la capital rusa. "Mi primera gira en el año 1990 con la Compañía fue en Moscú hace veinte años y ahora, veinte años después, acabo en Moscú", dijo. Sobre sus planes de futuro, declaró: "Seguro que hay puertas que se abren para mí mucho más importantes que las que se me han abierto en España". Duato hizo gala de buen humor diciendo: "¿Sabes que Bette Davis puso un anuncio en el periódico? Decía: actriz con dos Óscar busca trabajo en Hollywood. Pues yo voy a poner: coreógrafo conocido en el mundo busca trabajo". A la pregunta de si la Compañía era recibida con el mismo fervor que los jugadores de la selección nacional, respondió: "En España no puedes relacionar la danza y el fútbol. En España les gusta mucho más el fútbol, demasiado, les gusta demasiado. Yo estoy bastante harto del fútbol. Con decirte que yo creo que fui el único español que no vio el partido", contestó. Duato dijo que ese día regresó de Londres y que cuando se puso a dormir "oía a la gente por la calle chillar". "Nunca oyes a gente chillar después de haber visto una ópera o un ballet o un concierto", apuntó.