Dokumentuaren akzioak
Dos segundos y a bailar
Eider fue la primera clasificada española en esta
categoría, ya que delante de ella quedaron B Boy Max, de Argentina, y
Andrea Pacifici, de Italia. «Me había sacado un título de profesora de
hip hop, aprobé con un sobresaliente y la coreógrafa que impartía el
curso, Irene Pallarés, me animó a participar en el concurso», explica
la bailarina. Y como su objetivo era «sólo ir a ver en qué consistía y
probar suerte», considera que el tercer puesto «está muy bien».
Eider da clases en la escuela de música y danza irunesa,
Skola Musik, y en sus ratos libres prepara sus propias coreografías,
porque según confiesa, «en este mundo hay que renovarse cada día».
Intenta estar informada de las novedades que van surgiendo. «Cuando
puedo, suelo viajar a convenciones para estar al tanto de las nuevas
propuestas», señala. «En Gipuzkoa no hay mucho nivel y es necesario ir
a Barcelona o Madrid para aprender y bailar bien».
Todo un minuto
En el campeonato actuó sola. Bailó ante un jurado
internacional una coreografía preparada. «Había que presentar un baile
de un minuto y en ese tiempo intenté meter todo lo que pude, tuve que
darlo todo. Fue complicado, pero lo tenía muy controlado y me salió muy
bien», señala.
La dificultad real llegó con la segunda prueba, el Free Style.
«Subí al escenario con el pabellón lleno de gente. Empezó a sonar una
canción que yo no había escuchado antes y tuve que saber de qué estilo
se trataba: ragga, popping, funky, new style...;
a qué época pertenecía y cómo se bailaba», explica. «Hay que tener
mucha cultura. Te ponen la canción, piensas dos segundos y te tienes
que poner a bailar. Es lo más difícil que hay en el mundo del baile»,
añade.
Se introdujo en el mundo de la danza a través de la
gimnasia rítmica. Complementariamente hacía ballet clásico y jazz, y
con 18 años empezó a sacarse títulos de aerobic, spinning,
tonificación, pilates... «Empiezas de cero, trabajando en lo que sale,
y es ahora cuando hago lo que realmente me gusta», explica.
La podemos ver como cuerpo de baile en el videoclip de la cantante Lorena, en su tema Maniac,
que rodó en Tabakalera. También hace trabajos de publicidad, pero su
día a día consiste en dar clases de baile en Skola Musik.
El miedo a competir
Eider confiesa estar más pendiente de la progresión de
sus alumnas que de la suya propia. «Les quiero preparar para que el año
que viene se presenten a este concurso como grupo», explica. «Hay que
empezar poco a poco para perder el miedo a competir. Más adelante, si
algún bailarín destaca mucho, acudirá solo», dice.
Tiene 250 alumnos en Skola Musik, «la mayoría chicas,
aunque las inscripciones para el nuevo curso ya están abiertas y ya se
ha apuntado algún chico». Además de hip hop, Eider enseña jazz, ballet,
danza del vientre, batuka, break dance... Para los adultos, da clases
de pilates, yoga o streeching. De todos modos, «cada vez hay más madres
que se animan a bailar y a mí me parece perfecto», dice. «Todas las
modalidades están abiertas tanto a pequeños como a mayores. Yo tengo
alumnos desde los 3 años hasta los 70».
Eider recomienda «probar todos los estilos antes de
decantarse por uno. Un buen bailarín tiene que saber bailar de todo»,
dice. Y en Irun, «hay muy buena evolución. Los alumnos lo demuestran
durante el año en dos eventos que organiza la escuela. Es el premio al
esfuerzo que realizan».
Dokumentuaren akzioak