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Dos premios para los bailarines eibarreses en Bilbofit
Un trío del grupo de Nerea Lodosa participó en un concurso de la feria bilbaína del baile y la danza
Las eibarresas Ane Miren Barrero y Marta Marina tienen 14
años y llevan más de un lustro bailando. «Bailar es un deporte, un
hobby, algo que nos gusta» señalan en el descanso de una de las tres
clases semanales a las que acuden. Menos tiempo lleva el elgetarra de 13
años Gaizka Morales. «Hacía tiempo que quería bailar y conocía a unas
chicas de Elgeta que venían aquí. Así empecé hace tres años». Desde
entonces, las actuaciones que organizan varias veces al año se
convierten en aliciente a las clases que desarrollan en el polideportivo
Ipurua. «Claro que nos gustaría dedicarnos a esto, pero es muy difícil»
reconocen.
Desde ahora tienen claro que un futuro en el mundo del
baile se asocia a coger las maletas y salir de Eibar. Sin embargo, estos
jóvenes no tienen queja de sus clases. «Nerea es muy buena, y ahora
estamos con otra profesora, Janire, que es totalmente distinta, tiene
otro estilo» señalan al tiempo que reconocen lo positivo de ir
cambiando. Sobre modalidades no se ponen del todo de acuerdo. «A mí me
gusta el funky» señala Ane Miren mientras Gaizka prefiere «lo lento,
contemporáneo». Por su parte Marta se queda con los dos, «me gusta
bailar todo tipo de música».
Así, en apenas unas horas prepararon la actuación que
ofrecieron en Bilbofit. «Era un concurso sobre los años 80, y queríamos
ir porque nos gusta bailar y participar en estas cosas» explica Gaizka.
Además, acudir a esta feria les sirvió para participar en unas clases.
«Hacemos un poco de todo, pero el baile moderno está muy bien» señalan.
La coreógrafa Nerea Lodosa reconoce que «eran los que más interés tenían
por ir, preparamos la coreografía en muy poco tiempo y lo hicieron muy
bien».
Buenos tiempos para el baile
Los chicos y chicas aficionados al baile se han
acostumbrado ya a dar que hablar cada cierto tiempo, con premios y
actuaciones. «Por aquí pasan más de 240 chavalas y chavales desde los 5
hasta los 25 años» señala la coreógrafa y monitora Nerea Lodosa.
Fenómenos como el programa televisivo Fama animan a los chavales, pero
en Eibar hay otros alicientes. «Hay una chica, Joana Quesada, que está
en Madrid trabajando en musicales, ha estado en Nueva York con los
mejores coreógrafos y cada vez que viene por aquí todos alucinan, les
anima mucho».
Uno de los muros que no terminan de caer del todo es la
presencia masculina en el mundo de la danza. «Siguen siendo una minoría»
reconoce Lodosa. «Sin embargo, las danzas urbanas hacen que entren más,
cuando son pequeños no se atreven. Ya con 16 o 17 años, cuando van
teniendo más claro lo que quieren sí que empiezan a tomarse el baile más
en serio. Empiezan con bailes urbanos y acrobacias, pero ven que les
hace falta una base de clásico y al final bailan de todo». El buen
momento que vive esta práctica no se ve acompañado de un apoyo
importante.
«Es una pena que no haya un mayor apoyo por parte de las
instituciones» lamenta la coreógrafa eibarresa. No obstante, son mayoría
los niños y jóvenes que pasan por el baile y encauzarán su futuro por
otros derroteros. Según explica Lodosa, «a todos les queda el deporte,
la energía o la expresión, la danza aporta muchas cosas a todos».
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