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Donostia baila la heterodoxa y plural coreografía de Dantza Hirian
Ertza congregó al mayor número de público con su muestra de hip-hop y breakdance en la Plaza de la Constitución
La siguiente escala del paseo propuesto por Dantza Hirian llevó al público a la terraza del Náutico. Allí y bajo un sol de justicia, Babirusa presentó 'Brea y plumas', pieza que cuestionaba el patriarcado como estructura de dominación. El solo de Beatriz Palenzuela oscila entre las actitudes acérrimas machistas -llegando a incluir el saludo fascista y del nacionalsocialismo- y la suave sinuosidad de un movimiento presumiblemente femenino. La creadora madrileña juega además con la brea y las plumas mencionadas en el título, una clara alusión al castigo con el que se les penaba a las alcahuetas según 'La Celestina'. La información previa proporcionaba mucha divagación para una pieza que únicamente ofrecía un contraste entre las dualidades estereotipadas de lo masculino y lo femenino. Eso sí, con la bahía de la Concha como marco incomparable.
Había muchas expectativas depositadas en el estreno de Judith Argomaniz. Y la donostiarra no defraudó. Creada en el marco del programa de residencia 'Aterpean', 'Lauesku' tenía como fondo el cuestionamiento de los patrones sociales preestablecidos, empleando un partido de pelota vasca como metáfora de la vida. Con el inmejorable marco del frontón de la Plaza de la Trinidad, la compañía Lasala reunió a un buen número de adeptos para su presentación. Doce minutos bien estructurados, con un planteamiento claro y coherente, y una coreografía pulida auparon a la obra de la donostiarra como la pieza más redonda de la tarde. Argomaniz parte de la gestualidad propia de un pelotari y sobre ésta crea un movimiento cristalizado en una coreografía de buena factura. Además, defendida por unos sólidos bailarines. No hay artificio vano en 'Lauesku'. Cada movimiento es una precisa pieza del puzzle que es el partido de la vida. Si gustó y sorprendió a partes iguales con su opera prima 'Hooked', ahora Argomaniz apunta maneras como una voz propia con un lenguaje definido en el ámbito de la coreografía en Euskadi. Tiempo al tiempo.
Virtuosos
La Plaza de la Constitución acogió la última actuación de la tarde. Er-tza ofreció '4x4', una pieza fresca, ágil y urbana. Sin duda, el fin de fiesta adecuado para las casi dos horas de paseo por las calles donostiarras, de la mano de Dantza Hirian. Con coreografía de Asier Zabaleta y los propios intérpretes al alimón, la obra va ganando enteros cuanto más libres se sienten los bailarines, unos verdaderos virtuosos del hip-hop y breakdance. La buena temperatura contribuyó a ir congregando a más público en cada una de las actuaciones, siendo la más concurrida la de Ertza que llegó a reunir en torno a las trescientas cincuenta personas. Precisamente, en esta línea de maridaje entre la danza contemporánea, breakdance y hip-hop, mañana, Ertza ofrece una actuación para el público infantil en Gazteszena donde presenta 'Madifathinka'.
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