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Diez años con el público y los creadores más inquietos
X BAD-Bilbao Antzerkia Dantza
Tras calentar motores desde el día 19 de octubre con la programación previa en forma de monográfico dedicado a la compañía Legaleón-T, la décima edición de BAD arranca el día 24 con la fiesta de inauguración que este año tendrá lugar en el Atrio del Museo Guggenheim. La trayectoria de este festival que cumple diez años quedará reflejada en una exposición de treinta imágenes, entre las que se incluyen fotografías de público, otras de compañías que han participado y los diez carteles anunciadores, entre ellos el de esta edición con el que han querido realizar un homenaje al espectador. Además, por primera vez todas las actividades propuestas estarán acompañadas por una melodía, el sonido BAD. A los fastos del décimo aniversario del festival se unen los del vigésimo de una compañía con tanto arraigo en Bilbao como es Gaitzerdi, celebrando ambas efemérides con un programa que consiste en una presentación de un estudio sobre la historia y los códigos de la compañía, a cargo del director del BAD, Fernando Pérez, y el filósofo Andeka Larrea, junto a una fiesta en la que se reunirán las personas que han estado ligadas a la compañía, además del estreno de un espectáculo y, con él, una nueva línea creativa dentro de la compañía.
Müller por Gaitzerdi
Bajo la denominación de Kabia, se ha abierto un espacio de
investigación dramática con intención de crear una estructura estable
dedicada a la investigación teórica y práctica del hecho teatral, la
formación constante y la producción paulatina de trabajos de interior,
que se inicia con la puesta en escena de Paisaje con argonautas de
Heiner Müller. Protagonizado por Juana Lor y dirigido por Borja Ruiz,
parten de este breve texto del dramaturgo alemán aprovechándose de la
potencia de su planteamiento visual de la palabra “donde una especie de
personaje va describiendo los paisajes con los que se va encontrando,
todos con la misma constante de destrucción, de putrefacción, de
degradación, que al fin y al cabo es la historia del ser humano y su
incapacidad para poder recomponer sus propias acciones, una reflexión
sobre el progreso ficticio en el que vivimos” y con el afán de
replantearlo en escena, “no tanto de representarlo, sino de recrearlo”,
puntualiza el director.
Uno
de los aspectos más innovadores de la puesta en escena es la
utilización de la lengua de signos como herramienta dramática,
construyendo la acción física, un movimiento coreografiado que acompaña
a la palabra a diferentes niveles, es decir, traduciendo lo que dice el
texto en unas ocasiones mientras que en otras es una interpretación
subtextual o bien una idea nueva. En palabras de Borja Ruiz, “la lengua
de signos trabaja dos elementos fundamentales en el teatro, como son el
ritmo y el espacio. A primera vista uno puede tener la idea de que son
un lenguaje icónico puro, pero está condicionado por esos dos factores.
Son como títeres de manos y es desde ahí, desde ese aspecto dramático
desde donde parte nuestra investigación, porque el texto de Müller es
muy ambiguo”. Un tercer pilar sería la música en directo a cargo de
Iñigo Olazabal, “no tanto como acompañamiento sino como vehículo con el
que articular la historia, con un diálogo –en el sentido oriental–
entre actriz y músico”, mientras que el espacio escénico se divide en
tres partes: el del músico “en un claro efecto de distanciamiento”, el
del teatro ficticio “donde se desarrolla el texto y se reflejan los
diferentes paisajes de la obra que son lumínicos”, junto a un tercero
“tangencial al anterior, donde la actriz pueda explicar poéticamente
eso que ocurre. Es una especie de teatro intermedio, entre el
espectador y el texto de Müller, porque éste último puede resultar un
jeroglífico hermético. Nos interesaba no trascendentalizar mucho a
Müller porque también tiene ese punto cotidiano, salvaje”.
Nacimiento de Aborigine
Y mientras unos cumplen veinte años, otros nacen. Es el caso de la
compañía Aborigine, formada por Peru C. Saban y Marisa Lafuente, que se
presentan en el BAD con el estreno de su primer trabajo como compañía,
El desbordamiento, obra que según manifiesta Lafuente, autora y
directora del mismo, surge de la necesidad de responder de una manera
lúdica, íntima y profunda a la realidad del ser humano actual y cuya
clave central es aquella a la que alude el título. Desbordar la
estructura de composición dramática, desbordar la imagen de los actores
en la escena, desbordar el tiempo escénico a través del espacio
escénico y de un espacio sonoro atemporales, desbordar el diálogo con
los espectadores, basado en que compartimos ambas partes el mismo
tiempo: estamos aquí juntos, ahora, en este mismo momento. “Todo surge
de la idea de que estamos muy lejos de nosotros mismos, de la
naturaleza, de tratar de saber hacia dónde nos dirigimos y plantearnos
hasta dónde estamos dispuestos a aguantar con esta forma de vida que
tenemos en occidente, tan alejada de nuestras necesidades vitales. Sólo
hay que fijarse en la gran cantidad de personas que se encuentran
realmente mal en este mundo de comodidades y riqueza: tratamientos
sicológicos, depresiones... No tenemos respuesta ni veredicto, sólo
ganas de que el espectador se plantee cuál es su postura frente a todo
lo expuesto”, apunta la directora, quien ha buscado trabajar toda la
propuesta con un punto de fragilidad, donde si se cae para un lado
puede ser algo muy liviano, dulce y generoso, y si es hacia otro, puede
ser cruel, desgarrador y tremendo.
Sole
Carril, Juanjo Otero y Esti Vila protagonizan esta obra en la que son
intérpretes de sí mismos en cuanto a seres humanos que son, “actores
desnudos enfrentados al público de manera directa y profunda, buscando
la empatía con todas las emociones que se juegan en escena. De hecho,
hay mucho desnudo de los actores, pero de una forma significativa, ya
que cuando jugamos a exhibir nos vestimos y cuando se trata de
esconder, nos desnudamos. No es crudo, es enseñar la vulnerabilidad del
cuerpo, pero desde lo emocional, no desde la carne”.
El
desbordamiento es una obra de teatro que utiliza a modo de herramientas
expresivas diversos lenguajes como el movimiento –danza contemporánea–,
la música y la utilización del audiovisual, gracias al cual se integra
dentro de la obra la instalación S.O.S. espacios de libertad, una
suerte de muro de las lamentaciones, un espacio de desahogo para los
espectadores, que podrán dejar grabados sus mensajes en vídeo antes y
después de la función, y que serán incorporados en la siguiente función
de la obra. “Queremos que la gente se cuestione cuál es su postura
respecto a lo que ve, invitándolos a la participación libre”, sostiene
Lafuente.
Monólogo de Gabi Ocina
Otro que estrena es Gabriel Ocina, que presenta un espectáculo titulado
El lobo y el alma, interpretado por él mismo junto a la pianista María
Vega, con partitura musical del jazzman Jerónimo Martín y bajo la
dirección de Miren Gaztañaga. Se trata de un unipersonal en el que se
realiza un estudio de la voz, ya que hace referencia a una de las
piezas que une las dos tapas del violonchelo, al tiempo que es el
término con el que se designan las notas disonantes de los instrumentos
de cuerda, buscar donde la voz se rompe. De ahí que sea un trabajo
teatral donde se integra una estructura textual, una musical y una de
movimiento a nivel formal: “la presencia de un actor y una pianista en
escena nos ofrece muchas fugas hacia otros tipos de espectáculo como
pueden ser el recital”, plantea Ocina.
El
alma se guarda imperceptible de las miradas inexpertas. El lobo que la
rompe espera sin saberlo. Viven juntos en la misma caja de huesos. El
alma y el lobo se persiguen en su vertiginoso círculo sin darse
alcance. Asoman en la ventana de las cuerdas que no se pueden resistir,
destruyendo los límites de la frágil piel. Como puertas que se abren a
paisajes de sí mismos, se enseñan mutuamente espacios que no reconocen
como propios. Duermen cuando llega la noche, la una frente al otro,
separados por un delgado vacío, en el que dejan de ser.
“Estamos trabajando con muchos niveles de significado del binomio del
título. Por un lado están las propiedades acústicas del violonchelo y
las resonancias que ello puede tener sobre la voz, las que ésta puede
tener sobre la emoción, y a un nivel más complejo, con lo que es un
lobo y el alma, la lucha interna entre aspectos diferentes de la
personalidad de cada uno”, explica el actor sobre esta obra planteada
como un monólogo de un personaje con su conflicto. “Toda la estética
parte de la idea de que el lobo representa la ruptura de la visión que
uno tiene de sí mismo, lo más instintivo y lo más auténtico, por donde
te tienes que guiar para establecer esa nueva alma. Hablamos mucho de
las muertes cotidianas... Se trata de jugar con las dualidades,
blanco-negro, hombre-mujer, urbano-natural”.
Junto a estos tres estrenos, el espacio del colegio La Merced acogerá
varias propuestas novedosas entre nuestros escenarios como –continuando
con los lobos– Le Petit Chaperon Rouge de la Compagnie Louis
Brouillard, escenificación de la versión que Joël Pommerat ha realizado
sobre la Caperucita roja, dirigida por el propio adaptador junto a
Philippe Carbonneaux. Se trata de un trabajo dirigido a espectadores
mayores de seis años donde el clásico cuento de Perrault se lleva a
escena de forma sencilla, donde un narrador y dos actrices recrean esta
historia de una niña que atraviesa el bosque sola, igual que, según
recuerda Pommerat, hacía su madre cuando era pequeña para acudir a la
escuela. Con el escenario desnudo, para poder acercarse a la verdad de
los personajes, Pommerat utiliza todos los recursos del teatro para
introducir al público en un bosque fantástico.
La Merced y La Fundición
Ese
mismo escenario será donde se podrán ver las propuestas de danza de
Iker Gómez y Cuqui Jerez. El coreógrafo bilbaíno radicado en Barcelona
se ha inspirado en el movimiento dadaísta a la hora de crear Absurdo,
en la que en un acto heroico de vitalidad inconsecuente, cinco
intérpretes en escena toman el absurdo como motor filosófico para
escapar de su malogrado intento de compresión de la vida. El movimiento
espontáneo, el inmediato, el no estipulado, el aleatorio, marca rigor
en ritmos adinámicos, para alcanzar así, movimientos, energías y
estados emocionales de desenfrenada libertad. Junto a la
reinterpretación de la música de Mozart en un Requiem a la razón, y el
videoarte, la propuesta se impregna de un particular sentido del humor
y visión del mundo del absurdo. Cuqui Jerez, por su parte, presentará
la pieza The rehearsal, parte del proyecto ‘The nevestanding story’ que
comparte con las artistas Cristina Blanco, María Jerez y Amaia Urra, un
trabajo que se centra en la creación de múltiples niveles de ficción y
en la búsqueda de nuevos códigos a través de la alteración del uso de
los objetos y del espacio, para proyectar una nueva realidad en la
mente del espectador.
La Fundición será otro de los espacios donde se exhibirán espectáculos
de danza, en este caso dos piezas llegadas desde Francia. Rachid
Ouradame y Christian Rizzo presentan Skull*Cult, un trabajo en el que
su intérprete, Ouradame, oculta su rostro, tal y como acostumbra, en
esta ocasión tras un casco de moto, con la intención de desviar la
atención hacia todo el cuerpo, y convertirse en una figura solitaria,
despojada de toda identidad, que no responde más que a su aliento que
es el que organiza todos sus movimientos. La segunda de las propuestas
corre a cargo de Herman Diephuis y Dalila Kathir, quienes bajo el
título de Dalila et Samson, par exemple, parten del tratamiento del
cuerpo de pintores como Rubens o Jordaens para realizar una
representación pictórica y musical de personajes y parejas míticas y
bíblicas.
Desde Brasil y a domicilio
Junto a la realización de una nueva edición del programa Itineris Apur
Bad basado en mostrar espectáculos en diversos espacios de la ciudad
con un itinerario concreto que ofrecerá las piezas Haiku 4 de Matxalen
Bilbao, Habitación con vistas al interior de Burbujas, Azul en tres
actos de Leire Ituarte y La teoría de ser hojalata de Evítame y demás,
este año, una de las propuestas más singulares es la inclusión de dos
espectáculos a desarrollarse en domicilios particulares, ambos llegados
desde Brasil. En el primero de ellos, la coreógrafa y bailarina Claudia
Müller se ofrecerá para acudir a bailar al lugar propuesto por el
solicitante, presentando allí una pieza breve, de en torno a los cinco
minutos, dando pie a una experiencia en la que se transforma el espacio
cotidiano en escenario de intervención artística. Müller se convierte
así en repartidora de un bien no-utilitario, una mercancía no usual
cuyo consumo está ligado al disfrute del espectador, una danza en la
que los movimientos concretos pierden importancia para otorgársela a
los espacios imaginarios que se abren en el encuentro con el
espectador-consumidor. En total, Claudia Müller acudirá allá donde se
le requiera realizando un total de diez pases.
El
secundo de estos espectáculos, por contra, el planteamiento parte de la
llegada del público a un piso en el que espera Ieltxu Martínez Ortueta,
actor bilbaíno que desarrolla su trabajo en la ciudad de Cunha, en el
Estado de São Paulo. Es ahí, en ese domicilio donde tiene lugar
Extranjis o El Arte de Hacer Accionar al Público, un nuevo paso en un
proyecto a largo plazo de la compañía Teatro Kapota mas não Breka
iniciado con el work in progress realizado en la pasada edición del BAD
y que se prevé finalizar en 2011. En esta ocasión, bajo la dirección
del argentino Norberto Presta, se establece un encuentro entre
individuos en torno a una cocina, el espacio privado, donde los
participantes pueden degustar una tortilla que se cocinará con los
huevos en los que imprime su huella cada uno de los participantes nada
más acceder a la residencia. Y entretanto, el motor de todo el proyecto
de indagar en el hecho de ser-sentirse extranjero, hace de Extranjis un
encuentro performático que intenta inducir espacios de acción y
reflexión. Tal y como sostiene Martínez Ortueta, “la pregunta que
queremos responder es cómo hacer que el artista se diluya para dejar
paso a la presencia del público que deja de serlo, público pasivo y
observador, para ser el centro del acontecimiento. El motor es la
pregunta ‘qué es sentirse extranjero’ y los desdoblamientos que esto
trae como memoria y como experiencia concreta”.
Comida y teatro a
domicilio son algo consustancial a otra de las compañías presentes,
Teatro delle Ariette que en 1997 creó el festival Teatro en las casas,
para presentar espectáculos fuera de los espacios convencionales. En
Bilbao su casa será el Centro Cultural de San Francisco, donde
instalarán la mesa en la que la compañía italiana invita al público a
una deliciosa comida mientras disfruta de una representación singular,
en la que los tres intérpretes narran sus vivencias y las decisiones
vitales que les han llevado a vivir en una granja cultivando sus
propios alimentos de forma biológica. Mientras sirven al público
algunos de los manjares cosechados por ellos mismos y elaboran la pasta
que será la base del almuerzo, hablan, cuentan, cantan, actúan y el
sitio se vuelve un restaurante de la emoción y de la memoria.
De sujetos y objetos
El programa de Bilborock de esta décima edición del BAD comenzará con
Extranjeros de Cambaleo, en la que también se acomete la cuestión del
sentirse extranjero cuando las fronteras no son las que aparecen en los
mapas, sino dentro de la sociedad, en un sistema económico que crea
exclusión y que alcanza a millones de personas. Y desde la rebeldía se
habla en el espectáculo de Cioran, de los viajes, del ‘Extranjero’ de
Albert Camus, de la civilización, de dios, de la gilipollez, de que las
cosas son inevitables, de la muerte, de los psicópatas... Estos temas
se desgranan en el espectáculo con un lenguaje sencillo y directo, que
toma diferentes formas, desde la reflexión, pasando por la ironía, el
humor y el drama.
También será la sede en la que la compañía labortana Le Petit Théâtre
de Pain representará dos producciones en euskera. En Aulki hutsa, el
actor Manex Fuchs acompañado a la música por Battitt Elissalde y bajo
la dirección de Ander Lipus, lleva al teatro la poesía de Joseba
Sarrionandia para hablar del destierro, del regreso imaginado de una
persona que no puede regresar a su tierra. Y en Juglarea, puta eta
eroa, Ximun Fuchs, con puesta en escena Mariya Aneva, interpreta tres
piezas de Dario Fo, en clave satírica y bufonesca, utilizando para ello
diferentes dialectos del euskera.
La compañía Playground regresa al festival para presentar en esta
ocasión El rey de la soledad, un trabajo en el que el creador Xavier
Bobés vuelve a plantear un juego de manipulación, música y vídeo, donde
los protagonistas son objetos rotos, obsoletos, seres deambulantes de
las profundidades, monstruos cotidianos fantásticos perdidos en el
tiempo, libres de códigos, sin rumbo, personajes que se han
reconstruido, han modificado su aspecto. Situados detrás y después de
todo, en la esquina, de medio lado se intuyen los viajantes a ninguna
parte, especialistas en perder el tiempo: fugitivos, invisibles, sin
forma concreta, payasos, de ojos llorones y ojos risueños…
Además, tendrá lugar un vídeo recital titulado Pasen sin tocar de la
poeta y artista Miriam Reyes, quien desde el año 2000 combina el
trabajo de la palabra con el de la imagen, llevando la poesía a otros
formatos como el vídeo o la película flash, mientras que en
colaboración con el Festival Música Ex Machina se podrá disfrutar del
concierto que ofrecerá la formación valenciana Antorcha Amable, un dúo
musical integrado por chelo –el músico y luthier Andrés Blasco– y voz
–la cantante y actriz Begoña Tena– acompañado de otros diversos
instrumentos: tradicionales, juguetes, objetos reciclados y artefactos
sonoros inventados por Andrés Blasco. El resultado sonoro es un híbrido
que fusiona melodía y ruido, humanos y máquinas, lo popular y lo
experimental. El programa del BAD, a falta de concretarse al cierre de
esta edición, incluye también la actuación en Bilborrock de otra de las
piezas del proyecto ‘The nevestanding story’, ésta a cargo de María
Jerez, que representará The movie.
Danza de autor. Como novedad, esta edición del BAD será una de las sedes del programa Dantzan Bilaka del Gobierno vasco, iniciativa concebida para impulsar la danza contemporánea, presentando un total de cuatro piezas de diferentes creadores en una gala que tendrá lugar en Bilborock el día 30 de octubre. En ella se presentará un extracto de Vacío, la nueva obra de Dakumene en la que Gustavo Gorosito y Vicky Álvarez realizan dos solos combinados, ‘Antinatural’ y ‘Herencia’, que parten de la premisa de lo que para cada uno es el vacío, utilizando para ello los respectivos lenguajes y empujados por su creciente interés por la escritura textual y una posterior reescritura escénica unificando cuerpo y palabra, donde lo que bailan son éstas últimas. De este modo, tienen lugar las propuestas personales y autobiográficas de estos dos intérpretes que devienen en una tercera propuesta, conjunta, nacida del encuentro. Carla Fernández y Olatz de Andrés presentarán ‘Desde el ángulo ciego’,en la que se busca la disociación y asociación de palabra, acción y tiempo, mientras se combinan elementos reales e irreales, construyendo y deconstruyendo posibilidades. Marian Gerrikabeitia subirá a escena con ‘Blank’, una coreografía que nace de la necesidad de encerrarse en soledad, con la mente en blanco y dejar que sea el cuerpo el que hable, mientras que el cuarto creador de esta muestra de Dantzan Bilaka, Robert Jackson presentará ‘Croquis’, su primer trabajo en solitario en el que la intención pasa por investigar sobre uno mismo y el sentido de identidad, utilizando para ello el cuerpo como filtro. |
Cursos, mesas, conferencias... Un año más el BAD volverá a ofrecer actividades para el encuentro y la formación, encuadrados en su mayor parte en las “Citas con la escena” que tendrán lugar entre los días 28 y 31 de octubre. La primera jornada consistirá en una conferencia a cargo de Rakel Martín de Ezpeleta sobre los “Caminos del teatro experimental en las últimas décadas. El caso de Euskadi” a la que seguirá una mesa redonda sobre la “Evolución del teatro físico experimental” con participación de Ander Lipus, Toni Cots e Igor de Quadra. La jornada siguiente consistirá en otra mesa redonda, “El papel de las residencias artísticas en la creación escénica actual” a cargo de Toni Cots, Mateo Feijoo, Blanca Calvo, Natalia Balseiro y Jaime Conde-Salazar. La del jueves, 30 de octubre, estará protagonizada por Óscar Cornago que ofrecerá una ponencia sobre “Cuerpo, palabra, texto y acción: por los márgenes de la escena” y un encuentro con Claudia Müller, que hablará sobre su proyecto “Danza contemporánea a domicilio” y proyectará el vídeo “Fora de campo”. Cierra estas Citas con la escena la conferencia que el día 31 ofrecerán Jaime Conde-Salazar e Idoia Zabaleta sobre “Drama, dramatismo y dramaturgia en la danza contemporánea”. Además, el festival acogerá una proyección del documental “De Extranjis” de Teatro Kapota mas não Breka, las presentaciones del estudio de Gaitzerdi y la Revista Atributos que edita El Vivero, también del proyecto Artistas en residencia y del Proyecto ‘Menage a’ que reúne a varios festivales dedicados a la exhibición de creación contemporánea y se celebrarán dos cursos: uno de danza con Claudia Müller y otro de teatro, a confirmar. |
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