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Diez años con el público y los creadores más inquietos

X BAD-Bilbao Antzerkia Dantza

Komunikabidea
Artezblai
Mota
Erreportajea
Data
2008/10/21

Tras calentar motores desde el día 19 de octubre con la programación previa en forma de monográfico dedicado a la compañía Legaleón-T, la décima edición de BAD arranca el día 24 con la fiesta de inauguración que este año tendrá lugar en el Atrio del Museo Guggenheim. La trayectoria de este festival que cumple diez años quedará reflejada en una exposición de treinta imágenes, entre las que se incluyen fotografías de público, otras de compañías que han participado y los diez carteles anunciadores, entre ellos el de esta edición con el que han querido realizar un homenaje al espectador. Además, por primera vez todas las actividades propuestas estarán acompañadas por una melodía, el sonido BAD. A los fastos del décimo aniversario del festival se unen los del vigésimo de una compañía con tanto arraigo en Bilbao como es Gaitzerdi, celebrando ambas efemérides con un programa que consiste en una presentación de un estudio sobre la historia y los códigos de la compañía, a cargo del director del BAD, Fernando Pérez, y el filósofo Andeka Larrea, junto a una fiesta en la que se reunirán las personas que han estado ligadas a la compañía, además del estreno de un espectáculo y, con él, una nueva línea creativa dentro de la compañía.


Müller por Gaitzerdi

Bajo la denominación de Kabia, se ha abierto un espacio de investigación dramática con intención de crear una estructura estable dedicada a la investigación teórica y práctica del hecho teatral, la formación constante y la producción paulatina de trabajos de interior, que se inicia con la puesta en escena de Paisaje con argonautas de Heiner Müller. Protagonizado por Juana Lor y dirigido por Borja Ruiz, parten de este breve texto del dramaturgo alemán aprovechándose de la potencia de su planteamiento visual de la palabra “donde una especie de personaje va describiendo los paisajes con los que se va encontrando, todos con la misma constante de destrucción, de putrefacción, de degradación, que al fin y al cabo es la historia del ser humano y su incapacidad para poder recomponer sus propias acciones, una reflexión sobre el progreso ficticio en el que vivimos” y con el afán de replantearlo en escena, “no tanto de representarlo, sino de recrearlo”, puntualiza el director.
Uno de los aspectos más innovadores de la puesta en escena es la utilización de la lengua de signos como herramienta dramática, construyendo la acción física, un movimiento coreografiado que acompaña a la palabra a diferentes niveles, es decir, traduciendo lo que dice el texto en unas ocasiones mientras que en otras es una interpretación subtextual o bien una idea nueva. En palabras de Borja Ruiz, “la lengua de signos trabaja dos elementos fundamentales en el teatro, como son el ritmo y el espacio. A primera vista uno puede tener la idea de que son un lenguaje icónico puro, pero está condicionado por esos dos factores. Son como títeres de manos y es desde ahí, desde ese aspecto dramático desde donde parte nuestra investigación, porque el texto de Müller es muy ambiguo”. Un tercer pilar sería la música en directo a cargo de Iñigo Olazabal, “no tanto como acompañamiento sino como vehículo con el que articular la historia, con un diálogo –en el sentido oriental– entre actriz y músico”, mientras que el espacio escénico se divide en tres partes: el del músico “en un claro efecto de distanciamiento”, el del teatro ficticio “donde se desarrolla el texto y se reflejan los diferentes paisajes de la obra que son lumínicos”, junto a un tercero “tangencial al anterior, donde la actriz pueda explicar poéticamente eso que ocurre. Es una especie de teatro intermedio, entre el espectador y el texto de Müller, porque éste último puede resultar un jeroglífico hermético. Nos interesaba no trascendentalizar mucho a Müller porque también tiene ese punto cotidiano, salvaje”.

Nacimiento de Aborigine

Y mientras unos cumplen veinte años, otros nacen. Es el caso de la compañía Aborigine, formada por Peru C. Saban y Marisa Lafuente, que se presentan en el BAD con el estreno de su primer trabajo como compañía, El desbordamiento, obra que según manifiesta Lafuente, autora y directora del mismo, surge de la necesidad de responder de una manera lúdica, íntima y profunda a la realidad del ser humano actual y cuya clave central es aquella a la que alude el título. Desbordar la estructura de composición dramática, desbordar la imagen de los actores en la escena, desbordar el tiempo escénico a través del espacio escénico y de un espacio sonoro atemporales, desbordar el diálogo con los espectadores, basado en que compartimos ambas partes el mismo tiempo: estamos aquí juntos, ahora, en este mismo momento. “Todo surge de la idea de que estamos muy lejos de nosotros mismos, de la naturaleza, de tratar de saber hacia dónde nos dirigimos y plantearnos hasta dónde estamos dispuestos a aguantar con esta forma de vida que tenemos en occidente, tan alejada de nuestras necesidades vitales. Sólo hay que fijarse en la gran cantidad de personas que se encuentran realmente mal en este mundo de comodidades y riqueza: tratamientos sicológicos, depresiones... No tenemos respuesta ni veredicto, sólo ganas de que el espectador se plantee cuál es su postura frente a todo lo expuesto”, apunta la directora, quien ha buscado trabajar toda la propuesta con un punto de fragilidad, donde si se cae para un lado puede ser algo muy liviano, dulce y generoso, y si es hacia otro, puede ser cruel, desgarrador y tremendo.
Sole Carril, Juanjo Otero y Esti Vila protagonizan esta obra en la que son intérpretes de sí mismos en cuanto a seres humanos que son, “actores desnudos enfrentados al público de manera directa y profunda, buscando la empatía con todas las emociones que se juegan en escena. De hecho, hay mucho desnudo de los actores, pero de una forma significativa, ya que cuando jugamos a exhibir nos vestimos y cuando se trata de esconder, nos desnudamos. No es crudo, es enseñar la vulnerabilidad del cuerpo, pero desde lo emocional, no desde la carne”.
El desbordamiento es una obra de teatro que utiliza a modo de herramientas expresivas diversos lenguajes como el movimiento –danza contemporánea–, la música y la utilización del audiovisual, gracias al cual se integra dentro de la obra la instalación S.O.S. espacios de libertad, una suerte de muro de las lamentaciones, un espacio de desahogo para los espectadores, que podrán dejar grabados sus mensajes en vídeo antes y después de la función, y que serán incorporados en la siguiente función de la obra. “Queremos que la gente se cuestione cuál es su postura respecto a lo que ve, invitándolos a la participación libre”, sostiene Lafuente.

Monólogo de Gabi Ocina

Otro que estrena es Gabriel Ocina, que presenta un espectáculo titulado El lobo y el alma, interpretado por él mismo junto a la pianista María Vega, con partitura musical del jazzman Jerónimo Martín y bajo la dirección de Miren Gaztañaga. Se trata de un unipersonal en el que se realiza un estudio de la voz, ya que hace referencia a una de las piezas que une las dos tapas del violonchelo, al tiempo que es el término con el que se designan las notas disonantes de los instrumentos de cuerda, buscar donde la voz se rompe. De ahí que sea un trabajo teatral donde se integra una estructura textual, una musical y una de movimiento a nivel formal: “la presencia de un actor y una pianista en escena nos ofrece muchas fugas hacia otros tipos de espectáculo como pueden ser el recital”, plantea Ocina.
El alma se guarda imperceptible de las miradas inexpertas. El lobo que la rompe espera sin saberlo. Viven juntos en la misma caja de huesos. El alma y el lobo se persiguen en su vertiginoso círculo sin darse alcance. Asoman en la ventana de las cuerdas que no se pueden resistir, destruyendo los límites de la frágil piel. Como puertas que se abren a paisajes de sí mismos, se enseñan mutuamente espacios que no reconocen como propios. Duermen cuando llega la noche, la una frente al otro, separados por un delgado vacío, en el que dejan de ser.
“Estamos trabajando con muchos niveles de significado del binomio del título. Por un lado están las propiedades acústicas del violonchelo y las resonancias que ello puede tener sobre la voz, las que ésta puede tener sobre la emoción, y a un nivel más complejo, con lo que es un lobo y el alma, la lucha interna entre aspectos diferentes de la personalidad de cada uno”, explica el actor sobre esta obra planteada como un monólogo de un personaje con su conflicto. “Toda la estética parte de la idea de que el lobo representa la ruptura de la visión que uno tiene de sí mismo, lo más instintivo y lo más auténtico, por donde te tienes que guiar para establecer esa nueva alma. Hablamos mucho de las muertes cotidianas... Se trata de jugar con las dualidades, blanco-negro, hombre-mujer, urbano-natural”.
Junto a estos tres estrenos, el espacio del colegio La Merced acogerá varias propuestas novedosas entre nuestros escenarios como –continuando con los lobos– Le Petit Chaperon Rouge de la Compagnie Louis Brouillard, escenificación de la versión que Joël Pommerat ha realizado sobre la Caperucita roja, dirigida por el propio adaptador junto a Philippe Carbonneaux. Se trata de un trabajo dirigido a espectadores mayores de seis años donde el clásico cuento de Perrault se lleva a escena de forma sencilla, donde un narrador y dos actrices recrean esta historia de una niña que atraviesa el bosque sola, igual que, según recuerda Pommerat, hacía su madre cuando era pequeña para acudir a la escuela. Con el escenario desnudo, para poder acercarse a la verdad de los personajes, Pommerat utiliza todos los recursos del teatro para introducir al público en un bosque fantástico.

La Merced y La Fundición

Ese mismo escenario será donde se podrán ver las propuestas de danza de Iker Gómez y Cuqui Jerez. El coreógrafo bilbaíno radicado en Barcelona se ha inspirado en el movimiento dadaísta a la hora de crear Absurdo, en la que en un acto heroico de vitalidad inconsecuente, cinco intérpretes en escena toman el absurdo como motor filosófico para escapar de su malogrado intento de compresión de la vida. El movimiento espontáneo, el inmediato, el no estipulado, el aleatorio, marca rigor en ritmos adinámicos, para alcanzar así, movimientos, energías y estados emocionales de desenfrenada libertad. Junto a la reinterpretación de la música de Mozart en un Requiem a la razón, y el videoarte, la propuesta se impregna de un particular sentido del humor y visión del mundo del absurdo. Cuqui Jerez, por su parte, presentará la pieza The rehearsal, parte del proyecto ‘The nevestanding story’ que comparte con las artistas Cristina Blanco, María Jerez y Amaia Urra, un trabajo que se centra en la creación de múltiples niveles de ficción y en la búsqueda de nuevos códigos a través de la alteración del uso de los objetos y del espacio, para proyectar una nueva realidad en la mente del espectador.
La Fundición será otro de los espacios donde se exhibirán espectáculos de danza, en este caso dos piezas llegadas desde Francia. Rachid Ouradame y Christian Rizzo presentan Skull*Cult, un trabajo en el que su intérprete, Ouradame, oculta su rostro, tal y como acostumbra, en esta ocasión tras un casco de moto, con la intención de desviar la atención hacia todo el cuerpo, y convertirse en una figura solitaria, despojada de toda identidad, que no responde más que a su aliento que es el que organiza todos sus movimientos. La segunda de las propuestas corre a cargo de Herman Diephuis y Dalila Kathir, quienes bajo el título de Dalila et Samson, par exemple, parten del tratamiento del cuerpo de pintores como Rubens o Jordaens para realizar una representación pictórica y musical de personajes y parejas míticas y bíblicas.

Desde Brasil y a domicilio

Junto a la realización de una nueva edición del programa Itineris Apur Bad basado en mostrar espectáculos en diversos espacios de la ciudad con un itinerario concreto que ofrecerá las piezas Haiku 4 de Matxalen Bilbao, Habitación con vistas al interior de Burbujas, Azul en tres actos de Leire Ituarte y La teoría de ser hojalata de Evítame y demás, este año, una de las propuestas más singulares es la inclusión de dos espectáculos a desarrollarse en domicilios particulares, ambos llegados desde Brasil. En el primero de ellos, la coreógrafa y bailarina Claudia Müller se ofrecerá para acudir a bailar al lugar propuesto por el solicitante, presentando allí una pieza breve, de en torno a los cinco minutos, dando pie a una experiencia en la que se transforma el espacio cotidiano en escenario de intervención artística. Müller se convierte así en repartidora de un bien no-utilitario, una mercancía no usual cuyo consumo está ligado al disfrute del espectador, una danza en la que los movimientos concretos pierden importancia para otorgársela a los espacios imaginarios que se abren en el encuentro con el espectador-consumidor. En total, Claudia Müller acudirá allá donde se le requiera realizando un total de diez pases.
El secundo de estos espectáculos, por contra, el planteamiento parte de la llegada del público a un piso en el que espera Ieltxu Martínez Ortueta, actor bilbaíno que desarrolla su trabajo en la ciudad de Cunha, en el Estado de São Paulo. Es ahí, en ese domicilio donde tiene lugar Extranjis o El Arte de Hacer Accionar al Público, un nuevo paso en un proyecto a largo plazo de la compañía Teatro Kapota mas não Breka iniciado con el work in progress realizado en la pasada edición del BAD y que se prevé finalizar en 2011. En esta ocasión, bajo la dirección del argentino Norberto Presta, se establece un encuentro entre individuos en torno a una cocina, el espacio privado, donde los participantes pueden degustar una tortilla que se cocinará con los huevos en los que imprime su huella cada uno de los participantes nada más acceder a la residencia. Y entretanto, el motor de todo el proyecto de indagar en el hecho de ser-sentirse extranjero, hace de Extranjis un encuentro performático que intenta inducir espacios de acción y reflexión. Tal y como sostiene Martínez Ortueta, “la pregunta que queremos responder es cómo hacer que el artista se diluya para dejar paso a la presencia del público que deja de serlo, público pasivo y observador, para ser el centro del acontecimiento. El motor es la pregunta ‘qué es sentirse extranjero’ y los desdoblamientos que esto trae como memoria y como experiencia concreta”.
Comida y teatro a domicilio son algo consustancial a otra de las compañías presentes, Teatro delle Ariette que en 1997 creó el festival Teatro en las casas, para presentar espectáculos fuera de los espacios convencionales. En Bilbao su casa será el Centro Cultural de San Francisco, donde instalarán la mesa en la que la compañía italiana invita al público a una deliciosa comida mientras disfruta de una representación singular, en la que los tres intérpretes narran sus vivencias y las decisiones vitales que les han llevado a vivir en una granja cultivando sus propios alimentos de forma biológica. Mientras sirven al público algunos de los manjares cosechados por ellos mismos y elaboran la pasta que será la base del almuerzo, hablan, cuentan, cantan, actúan y el sitio se vuelve un restaurante de la emoción y de la memoria.

De sujetos y objetos

El programa de Bilborock de esta décima edición del BAD comenzará con Extranjeros de Cambaleo, en la que también se acomete la cuestión del sentirse extranjero cuando las fronteras no son las que aparecen en los mapas, sino dentro de la sociedad, en un sistema económico que crea exclusión y que alcanza a millones de personas. Y desde la rebeldía se habla en el espectáculo de Cioran, de los viajes, del ‘Extranjero’ de Albert Camus, de la civilización, de dios, de la gilipollez, de que las cosas son inevitables, de la muerte, de los psicópatas... Estos temas se desgranan en el espectáculo con un lenguaje sencillo y directo, que toma diferentes formas, desde la reflexión, pasando por la ironía, el humor y el drama.
También será la sede en la que la compañía labortana Le Petit Théâtre de Pain representará dos producciones en euskera. En Aulki hutsa, el actor Manex Fuchs acompañado a la música por Battitt Elissalde y bajo la dirección de Ander Lipus, lleva al teatro la poesía de Joseba Sarrionandia para hablar del destierro, del regreso imaginado de una persona que no puede regresar a su tierra. Y en Juglarea, puta eta eroa, Ximun Fuchs, con puesta en escena Mariya Aneva, interpreta tres piezas de Dario Fo, en clave satírica y bufonesca, utilizando para ello diferentes dialectos del euskera.
La compañía Playground regresa al festival para presentar en esta ocasión El rey de la soledad, un trabajo en el que el creador Xavier Bobés vuelve a plantear un juego de manipulación, música y vídeo, donde los protagonistas son objetos rotos, obsoletos, seres deambulantes de las profundidades, monstruos cotidianos fantásticos perdidos en el tiempo, libres de códigos, sin rumbo, personajes que se han reconstruido, han modificado su aspecto. Situados detrás y después de todo, en la esquina, de medio lado se intuyen los viajantes a ninguna parte, especialistas en perder el tiempo: fugitivos, invisibles, sin forma concreta, payasos, de ojos llorones y ojos risueños…
Además, tendrá lugar un vídeo recital titulado Pasen sin tocar de la poeta y artista Miriam Reyes, quien desde el año 2000 combina el trabajo de la palabra con el de la imagen, llevando la poesía a otros formatos como el vídeo o la película flash, mientras que en colaboración con el Festival Música Ex Machina se podrá disfrutar del concierto que ofrecerá la formación valenciana Antorcha Amable, un dúo musical integrado por chelo –el músico y luthier Andrés Blasco– y voz –la cantante y actriz Begoña Tena– acompañado de otros diversos ins­trumentos: tradicionales, juguetes, objetos reciclados y artefactos sonoros inventados por Andrés Blasco. El resultado sonoro es un híbrido que fusiona melodía y ruido, humanos y máquinas, lo popular y lo experimental. El programa del BAD, a falta de concretarse al cierre de esta edición, incluye también la actuación en Bilborrock de otra de las piezas del proyecto ‘The nevestanding story’, ésta a cargo de María Jerez, que representará The movie.

 

Danza de autor. Como novedad, esta edición del BAD será una de las sedes del programa Dantzan Bilaka del Gobierno vasco, iniciativa concebida para impulsar la danza contemporánea, presentando un total de cuatro piezas de diferentes creadores en una gala que tendrá lugar en Bilborock el día 30 de octubre. En ella se presentará un extracto de Vacío, la nueva obra de Dakumene en la que Gustavo Gorosito y Vicky Álvarez realizan dos solos combinados, ‘Antinatural’ y ‘Herencia’, que parten de la premisa de lo que para cada uno es el vacío, utilizando para ello los respectivos lenguajes y empujados por su creciente interés por la escritura textual y una posterior reescritura escénica unificando cuerpo y palabra, donde lo que bailan son éstas últimas. De este modo, tienen lugar las propuestas personales y autobiográficas de estos dos intérpretes que devienen en una tercera propuesta, conjunta, nacida del encuentro. Carla Fernández y Olatz de Andrés presentarán ‘Desde el ángulo ciego’,en la que se busca la disociación y asociación de palabra, acción y tiempo, mientras se combinan elementos reales e irreales, construyendo y deconstruyendo posibilidades. Marian Gerrikabeitia subirá a escena con ‘Blank’, una coreografía que nace de la necesidad de encerrarse en soledad, con la mente en blanco y dejar que sea el cuerpo el que hable, mientras que el cuarto creador de esta muestra de Dantzan Bilaka, Robert Jackson presentará ‘Croquis’, su primer trabajo en solitario en el que la intención pasa por investigar sobre uno mismo y el sentido de identidad, utilizando para ello el cuerpo como filtro.
Cursos, mesas, conferencias... Un año más el BAD volverá a ofrecer actividades para el encuentro y la formación, encuadrados en su mayor parte en las “Citas con la escena” que tendrán lugar entre los días 28 y 31 de octubre. La primera jornada consistirá en una conferencia a cargo de Rakel Martín de Ezpeleta sobre los “Caminos del teatro experimental en las últimas décadas. El caso de Euskadi” a la que seguirá una mesa redonda sobre la “Evolución del teatro físico experimental” con participación de Ander Lipus, Toni Cots e Igor de Quadra. La jornada siguiente consistirá en otra mesa redonda, “El papel de las residencias artísticas en la creación escénica actual” a cargo de Toni Cots, Mateo Feijoo, Blanca Calvo, Natalia Balseiro y Jaime Conde-Salazar. La del jueves, 30 de octubre, estará protagonizada por Óscar Cornago que ofrecerá una ponencia sobre “Cuerpo, palabra, texto y acción: por los márgenes de la escena” y un encuentro con Claudia Müller, que hablará sobre su proyecto “Danza contemporánea a domicilio” y proyectará el vídeo “Fora de campo”. Cierra estas Citas con la escena la conferencia que el día 31 ofrecerán Jaime Conde-Salazar e Idoia Zabaleta sobre “Drama, dramatismo y dramaturgia en la danza contemporánea”. Además, el festival acogerá una proyección del documental “De Extranjis” de Teatro Kapota mas não Breka, las presentaciones del estudio de Gaitzerdi y la Revista Atributos que edita El Vivero, también del proyecto Artistas en residencia y del Proyecto ‘Menage a’ que reúne a varios festivales dedicados a la exhibición de creación contemporánea y se celebrarán dos cursos: uno de danza con Claudia Müller y otro de teatro, a confirmar.

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