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dFeria se reinventa
dFeria adelanta sus fechas con el propósito de garantizar su viabilidad,
buscar asentarse dentro del sector y reiventarse después de la grave
crisis que atravesó el año pasado que estuvo a punto de obligar a su
suspensión, aunque a última hora pudo celebrarse en junio, limitándose
exclusivamente a las compañías vascas.
En concreto, la decimoséptima edición tendrá lugar del 14 al 17 de marzo. Esta medida busca que transcurra durante unos días en los que la actividad de la ciudad es más normal. «En el verano hay un exceso de oferta cultural muy potente y por otro lado los turistas que van al teatro prefieren ver funciones más tradicionales», reflexiona Norka Chiapuso director de la feria donostiarra.
En concreto, la decimoséptima edición tendrá lugar del 14 al 17 de marzo. Esta medida busca que transcurra durante unos días en los que la actividad de la ciudad es más normal. «En el verano hay un exceso de oferta cultural muy potente y por otro lado los turistas que van al teatro prefieren ver funciones más tradicionales», reflexiona Norka Chiapuso director de la feria donostiarra.
Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado una
comisión de trabajo que se creó a raíz de la crisis del año pasado y que
estaba constituida por representantes de las compañías guipuzcoanas, de
las instituciones y de miembros de Donostia Kultura. En las primeras
reuniones se tomó la decisión de que era necesario poner dFeria «patas
arriba» para conseguir que «volviera a ser ilusionante» y «optar por una
fórmula artesanal». También se fijó «la sencillez a nivel operativo y
el rigor» y «una política de precios populares y al alcance de cualquier
bolsillo para favorecer la rentabilidad cultural frente a la
económica», como claves para una buena recuperación del evento.
El hecho de que la feria de teatro donostiarra se
adelante a marzo también se debe a otro de los razonamientos a los que
llegó el grupo de trabajo: dFeria debía recuperar su status inicial y
alejarse de la idea de convertirse en el cuarto festival junto al
Jazzaldia, la Quincena Musical y el Zinemaldia.
Además, el reducido presupuesto, cercano a los 180.000
euros, procedentes del propio Ayuntamiento, Gobierno Vasco, Diputación
Foral de Gipuzkoa, Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música
(Inaem) y, en menor medida, Kutxa, no permite ser ambicioso.
Durante los cuatro días que dure la feria, un máximo de
quince compañías mostrarán sus trabajos y también como máximo nueve
serán vascas. «Durante las reuniones de trabajo, los representantes de
los grupos mostraron su deseo de que dFeria no se circunscribiera solo
al ámbito vasco sino que también hubiera representación del resto de
España e internacional. De esta manera resultará más atractiva para los
programadores y las compañías locales tendrán más proyección». Serán
tres las formaciones estatales y otras tres las internacionales.
Otra novedad que se va a introducir es que cada edición
tendrá un pequeño nexo de unión o una seña de identidad, bien temática,
bien a través de un país invitado. Desde Donostia Kultura se quiere
volver a celebrar en noviembre Itinerarte, en colaboración con el
ayuntamiento de Bayona, que programa una pequeña gira de compañías
suramericanas. Por esta razón, a la hora de traer a grupos extranjeros
se va a mirar más hacia Europa y este año concretamente a Asia.
A cada compañía se le pagará el 50% del caché, más tres
días de alojamiento y dietas. Se invitará a unos cien programadores,
-cada grupo podrá proponer ocho-. Además los grupos participantes se
comprometen a aplicar un descuento de un 10% por la compra de sus
espectáculos en el transcurso de la muestra a los programadores
asistentes. El plazo para que vascos y estatales presenten sus
propuestas ya ha concluido. En Donostia Kultura se han recibido 150
ofertas, casi 200 menos que en ediciones anteriores, «posiblemente
porque todavía no han tomado conciencia de que hemos adelantado las
fechas, pero no es algo que nos preocupe».
La reorganización de espacios y horarios, -los
espectáculos de la tarde se ofrezcan todos en el centro-, también estará
orientada a atraer más público.
Hace un año, el 11 de enero, los responsables de Donostia Kultura anunciaron la decisión de suspender dFeria debido a la crisis económica, pero también al importante descenso de público que había experimentado en los últimos años. En 2009, la supresión del teatro de calle y la ausencia del Kursaal como sala hizo que el número de espectadores bajara de los 40.000 de 2008 a 10.000. Finalmente, tras una serie de reuniones con los distintos sectores y patrocinadores, el 24 de febrero se anunció que sí se iba a celebrar aunque sólo con los grupos vascos. Norka Chiapuso, director de dFeria, señala que «a pesar de que se realizó en unas circunstancias muy precarias, al final el resultado fue bastante positivo para las compañías vascas. Estamos a la espera de realizar un balance de cuántas contrataciones ha habido durante el semestre posterior a la celebración, pero las noticias que hemos tenido hasta ahora es que han tenido bastante recorrido». En el documento de la comisión, que va a tener un carácter permanente, se fija que las compañías programadas se comprometen a facilitar el número de ventas conseguida una vez terminada la feria, a los tres y seis meses.
Un momento de la representación de 'La mujer justa', de la compañía donostiarra Tanttaka, durante dFeria del año pasado.
Optimismo a la espera del balance definitivo
Hace un año, el 11 de enero, los responsables de Donostia Kultura anunciaron la decisión de suspender dFeria debido a la crisis económica, pero también al importante descenso de público que había experimentado en los últimos años. En 2009, la supresión del teatro de calle y la ausencia del Kursaal como sala hizo que el número de espectadores bajara de los 40.000 de 2008 a 10.000. Finalmente, tras una serie de reuniones con los distintos sectores y patrocinadores, el 24 de febrero se anunció que sí se iba a celebrar aunque sólo con los grupos vascos. Norka Chiapuso, director de dFeria, señala que «a pesar de que se realizó en unas circunstancias muy precarias, al final el resultado fue bastante positivo para las compañías vascas. Estamos a la espera de realizar un balance de cuántas contrataciones ha habido durante el semestre posterior a la celebración, pero las noticias que hemos tenido hasta ahora es que han tenido bastante recorrido». En el documento de la comisión, que va a tener un carácter permanente, se fija que las compañías programadas se comprometen a facilitar el número de ventas conseguida una vez terminada la feria, a los tres y seis meses.
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