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Despedida emocionada de Julio Bocca en Buenos Aires tras 27 años de carrera
El bailarín argentino se baja de los escenarios con un multitudinario espectáculo
Con 40 años, Bocca ha decicido abandonar los escenarios
y celebrar su adiós "definitivo" en la ciudad que lo vio nacer. Allí ha
congregado a más de 300.000 espectadores (500.000, según los
organizadores del espectáculo) que han enmudecido con la danza del
artista internacional.
Con su último espectáculo, el bailarín ha llebado la
Avenida 9 de Julio, principal arteria de Buenos Aires y la llamada
"calle más ancha del mundo", en un escenario de 900 metros cuadrados
instalado a un costado del Obelisco, símbolo de la capital argentina,
En esa avenida se habían instalado cinco pantallas de 12
metros cuadrados para que el público pudiera seguir cada paso de las
diferentes coreografías.
El acto arrancó con una proyección en la que se pudieron
ver fotografías del artista desde su infancia hasta la actualidad, así
como imágenes de su familia y fragmentos de cada una de las actuaciones
en las que desplegó su arte, desde su debut internacional en 1982 en la
Fundación Teresa Carreño de Venezuela, hasta su medalla de oro en el V
Concurso Internacional de Danza de Moscú, en 1985, y sus últimas
actuaciones en 2006.
Marcos Mundstock, del quinteto argentino Les Luthiers,
ha sido el presentador que inauguró en medio de bromas el espectáculo
en el que participaron numerosos bailarines famosos y amigos de Julio
Bocca.
Despedida multitudinaria en el centro de Buenos Aires
Tras la presentación, el silencio llenó la colosal
avenida y sólo se interrumpió cuando apareció Bocca en escena junto a
los bailarines argentinos Eleonora Cassano, su pareja artística durante
20 años, y Maximiliano Guerra para interpretar 'El Corsario Pas de
Trois'.
Las luces azules y blancas, colores de la bandera
argentina, iluminaron un escenario por el que pasaron las principales
figuras de la danza mundial, como Manuel Legris, 'Etoile' de la Ópera
de París; José Carreño y Nina Ananiashvili, ambos del American Ballet;
el Ballet Argentino, creado y dirigido por Bocca; o la también
argentina Cecilia Figaredo.
La española Tamara Rojo, bailarina principal del Royal
Ballet de Canadá, también estuvo presente e interpretó con Bocca 'El
Quixote'.
Después de una hora y media de danza, Bocca, que mantuvo
una sonrisa permanente durante todo el espectáculo, salió al escenario
rodeado de sus amigos y familiares para despedirse del público.
Con la canción 'Cinema Paradiso' de fondo, Bocca abrazó
uno a uno a sus amigos y, tras ser alzado en brazos por Guerra y
Carreño, salió del escenario.
Los cientos de miles de espectadores comenzaron a
ovacionarlo y después de unos minutos Bocca apareció de nuevo para
interpretar lo que sería su última actuación.
Sus pasos en el aire que le consagraron en lo más alto
de la danza clásica sirvieron de colofón final a un espectáculo que
emocionó a todos los congregados.
Bocca, que fue bañado en champaña por sus compañeros, fue despedido entre fuegos de artificio, flores, abrazos y los aplausos de un público entregado.
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