Desenfadado sesgo dancístico

Crítica, Ballet Gulbenkian

Con aires musicales napolitanos y lusos reiterativos se desenvolvieron en un estilo desenfadado y hasta abrupto por exposición gestual, vestuario y corriente popular, conjunción pareada a dos, cuatro, ocho pies descalzos. La gestualidad muy estudiada bajo la apariencia de normalidad, manteniendo al público expectante de continuo por el desarrollo insospechado de los pasos a realizar en la evolución dancística. Un bailarín apareció como mimo rítmico, cómico, alardeando de su elasticidad y creando el ambiente para la evolución artística de "Minus 7", encajada en canciones y ritmos varios de melodías de antaño.



El conjunto del cuerpo de baile enchaquetado y puesto en semicírculo con sillas elaboró un juego de reiteración melódico­rítmico, desprendiéndose del vestuario excepto un artista. Contagió al público por el recuerdo propio de la época infantil, pero su realización exigía la elasticidad, preparación gimnástica y dominio gestual de un cuerpo de baile. La comunicación con el público llegó cuando escogieron de entre el público sus parejas para bailar en el escenario variedades de ritmos conocidos.



Un popular y desenfadado popurri diseñado y llevado a cabo con elegancia.