Desde las bambalinas

Así , el coreógrafo Nacho Duato nos proporciona "Sueños de éter", defendido con presteza y soltura por ocho mujeres que compatibilizan su elasticidad corpórea con los más variados ejercicios dancísticos y una agilidad pasmosa. Nacho Duato cerró la sesión con su obra de reciente estreno "Castratti", juego coreútico sugerente a cargo de ocho varones ceñidos con vestuario airoso abierto por delante, calzones ajustados y tronco encorsetado. Si las ágiles músicas de Landowski aletearon a las jóvenes, la fuerza sonora de Jenkins y la delicadeza de Vivaldi evocando a los efluvios sonoros de los contratenores, castratti en siglos pasados, permitieron una desenvoltura vaporosa a los ocho expertos danzarines.



El público aplaudió con fuerza delirante la pieza "!No more play", que aportó el coreógrafo checo Jiri Kylian sostenida en dos cuadros enlazados de tres hombres y dos mujeres en traje de baño, que engarzaron bloques de danza asimétrica y composición de figuras geométricas.



El sueco Mats Ek nos propuso "Solo for two", descriptivo, elaborado, sensible y circundado por luces focales y de fondo sugerente ruido de madera de la escalera, que gratificó al respetable.