Decanos del Txorierri

El grupo Goi-Alde de Erandio Goikoa cumple 40 años dedicado a promocionar las danzas vascas

La agrupación nació en 1965 de la mano de José Luis Intxaurbe, con la intención de introducir la cultura vasca entre la juventud de Erandio. Su puesta de largo tuvo lugar en las fiestas patronales de Andra Mari. Al principio estaba formada sólo por chicos y su repertorio se limitaba a algunos bailes de la 'Dantzari Dantza'.



El grupo de danzas es «uno de los más antiguos de la comarca del Txorierri», en palabras de una de sus integrantes, Sorkunde Goikuria. Con el tiempo, comenzó a aceptar a mujeres bajo la tutela del txistulari bilbaíno José Luis Orbe, que acudía semanalmente a enseñar bailes. Así, desde sus inicios Goi-Alde ha ido creciendo tanto en repertorio como en número de dantzaris, hasta los «99 componentes que integran el grupo en la actualidad, desde los cuatro a los cincuenta años de edad», señala Goikuria.



Los momentos más difíciles en la larga vida de este grupo coincidieron con la época de la dictadura. Pasados los primeros años de la democracia, el resurgir de Goi-Alde llegó de la mano del profesor de ballet Jon Beitia, que renovó la metodología de perfeccionamiento, preparación y aprendizaje de las danzas. Además amplió el repertorio con partes de la 'Mascarada Zuletina' y del 'Carnaval de Bajanabarra'.



Para dar a conocer esta nueva etapa se ofreció una importante actuación en el Aula Magna de la Universidad del País Vasco, en el campus de Leioa, en el año 1980. Más tarde se han añadido danzas de Gipúzcoa, Lapurdi y Álava, además de gran parte de los bailes más conocidos en el País Vasco.



Durante muchos años el grupo de danzas se mantuvo sin contar con ningún tipo de ayuda económica. La situación cambió a partir de 1983, cuando Erandio se desanexionó de Bilbao para formar su propio Ayuntamiento, del cual recibe Goi-Alde una subvención anual. A pesar de estos avatares su historia está jalonada de premios y actuaciones por diferentes países europeos, y del reconocimiento del público.



Dantzaris y músicos



Los responsables del grupo continúan «con la misma ilusión» desarrollando su labor, no sólo en lo concerniente a la conservación y transmisión de las danzas vascas, sino también colaborando en la organización de actividades culturales dirigidas a niños y jóvenes de Erandio. Otra de sus peculiaridades es que muchos de sus integrantes son descendientes de antiguos componentes que por su edad han dejado la práctica de la danza.



Por otro lado, la necesidad de contar con músicos propios hizo que el grupo se propusiera que los bailarines aprendiesen a tocar diferentes instrumentos autóctonos. En la actualidad, Goi-Alde cuenta con un grupo de txistularis, otro de triki-trixa y pandero además de dos solistas de acordeón y txirula.



A pesar del buen momento en el que se encuentran, «vemos con preocupación cómo los jóvenes de 14 o 15 años de edad, sobre todo los chicos, abandonan los ensayos, en parte por vergüenza, y por la dura competencia de otras actividades extraescolares y deportivas», apunta Sorkunde Goikuria. Por este motivo realizan un llamamiento a «todo aquel que quiera participar en el grupo, le recibiremos con las manos abiertas», asegura la portavoz de Goi-Alde.