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Hemen zaude: Hasiera Hemeroteka "De niño me enamoré de la danza y cuando ya no disfrute, la dejaré"

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"De niño me enamoré de la danza y cuando ya no disfrute, la dejaré"

Joaquín Cortés / Bailarín

El cordobés inicia una nueva gira con 'Gitano', una gran producción que mueve a más de 40 personas y cuya primera parada será el viernes y el sábado en Baluarte
Egilea
Ana Oliveira Lizarribar - Unai Beroiz
Komunikabidea
Noticias de Navarra
Tokia
Pamplona
Mota
Elkarrizketa
Data
2014/05/13
Lotura
Noticias de Navarra

- Llega a Pamplona después de estrenar en el Tívoli de Barcelona, ¿cómo fue la première?

-Bien, la verdad es que me he sentido muy bien y el público parecía encantado.

¿Qué le aporta volver a tener contacto directo con el público, escuchar como respira, gesticula, aplaude?

-Como casi siempre estoy actuando en el extranjero, tenía muchas ganas de venir hacer una gira por distintas ciudades de España, no solo en Madrid y Barcelona. No lo digo porque lo haya hecho yo, pero la gente que venga va a disfrutar mucho con el espectáculo. No todos los días se ven producciones de este nivel. Tenía ganas de venir a España y que el público español de distintas ciudades pudiera verme. En Barcelona nos ha ido muy bien y creo que aquí también le va a encantar, porque eso que dicen algunos de que el flamenco en el norte no gusta, no es cierto. Aquí se aprecia el flamenco bueno, el de calidad. Mi recuerdo de aquí es buenísimo, la gente se volvió loca cuando actué en la plaza de toros y me trató fenomenal.

¿Por qué llevábamos un tiempo sin saber de Joaquín Cortés?

-Pues murió mi mamá hace cinco años y estuve dos años sin ganas de salir a ningún lado ni de ver a gente. Estaba perdido. Y en los últimos años he estado más bien fuera, en el extranjero, así hasta que un día, estando con mi gente me sugirieron hacer algo en España y me pareció bien.

El título del espectáculo, 'Gitano', ya es una declaración de principios.

-Sí, yo siempre he dicho que soy un gitano nacido en España y llevo mi cultura gitana por todo el mundo. De alguna manera, el espectáculo se basa en mi propia historia, aunque no es autobiográfico. La primera parte es la más clásica, en la que vuelvo a mis raíces y a mis principios, y la segunda ya es la exposición de distintos estilos de baile y música.

¿Qué influencias vamos a ver en el espectáculo?

-Muchas. Siempre me he caracterizado por haber estudiado todo tipo de danza desde que era pequeño y con todo eso creé mi propio sello, que es una fusión de estilos. Hay una base de ballet clásico, está el contemporáneo, la danza moderna, el baile español y el flamenco. Y en cuanto a la música, también fui yo el que apostó por el mestizaje cultural de distintos géneros; aunque ahora se lleve mucho, ya lo hice hace 30 años. Mezclamos la música flamenca con el jazz, con las melodías árabes y latinas... Hago referencia a la música de países que a mí me han aportado cosas y me han enriquecido mucho.

De hecho, ha tenido ocasión de bailar junto a otros grandes artistas de la música y del cine, ¿qué se han aportado mutuamente?

-He tenido la suerte de trabajar grandes estrellas y de haber sido el primer español en participar en eventos como la ceremonia de los Oscar o los Premios Nobel de la Paz. También he actuado en los MTV Awards, en los Grammy, en Montecarlo... Mil historias en las que he colaborado con grandes estrellas.

¿Hay alguno que le haya dejado una huella especial?

-No, ha habido muchos, y sería injusto mencionar a unos y a otros no. Sí recuerdo con cariño haber coincidido con Michael Jackson en los Britt Awards en Montecarlo. Hablamos de cosas y como era un enamorado del baile me pidió que le enseñara unos pasos. Esas son cosas que no se olvidan.

Inicia ahora la gira con esta gran producción en la que cuenta con 17 músicos en directo, 8 bailarinas y 2 bailaoras. Casi nada para los tiempos que corren.

-Lo sé y lo hago por el público, para que pueda ver a tantos artistas y tan buenos sobre el escenario. Yo apuesto por dar calidad, por dar lo mejor de mí, que es lo que hago en el extranjero. La única diferencia es que fuera me contratan a caché y aquí produzco y me arriesgo yo, pero lo hago con todo el cariño para que el público pueda disfrutar de este pedazo de compañía. Entre músicos, bailarinas, bailaoras, equipo técnico... Somos 40 personas viajando por toda España. Y en estos tiempos.

Lleva a un par de bailaoras jóvenes a las que de algún modo les da la alternativa.

-A mis 45 años sigo en activo y con ganas y, a la vez, quiero colaborar con artistas que tienen talento y que no es lo mismo que intenten presentarse en solitario que si tú les das un empujón. Al escaparate que tienen contigo no tienen acceso por sí mismas, así que esta es una manera de ayudar a las nuevas generaciones, a darles esa salida y que luego ellas tengan que demostrar al público por qué están en el escenario. Ya me habría gustado a mí que me hubieran dado esa oportunidad.

¿No tuvo a nadie que le apadrinase?

-A nadie. Yo me busqué la vida y, de hecho, en mi época, cuando alguien bailaba bien los de al lado decían 'cuidado, a este hay que taparlo, que no le vean'. Y yo pienso que hay que hacer todo lo contrario. Soy una persona muy generosa en todos los sentidos y si alguien con talento me pide una oportunidad, se la doy, le ofrezco un envoltorio de lujo y entonces a esa persona le toca justificar por qué está ahí.

¿Ha echado en falta no tener esa figura, ese referente?

-No. Soy un hombre afortunado, hoy en día soy un ciudadano del mundo y la marca Joaquín Cortés es conocida en todas partes. He llevado nuestro arte a todo el mundo y a un nivel altísimo. Así que no tengo esa frustración porque nadie me ayudara en su día, salí por mí mismo, lo cual es mejor. Luché, luché y al final lo conseguí.

¿Hay cantera en España?

-Hay mucho talento, el problema es que en el campo de la danza hoy en día echo en falta grandes profesores. Yo tuve suerte, a mí me pilló la época de cambio, justo cuando todavía estaban esos maestros con personalidad. Ahora no veo grandes pedagogos, así que quienes salen de las escuelas me parecen robots; falta carácter.

¿Y no le atrae crear una escuela?

-Ahora mismo no, a lo mejor en un futuro acabe creándola, pero en este momento con mis giras por todo el mundo no podría. Y no quiero engañar a nadie con una escuela que lleve mi nombre, pero en la que yo no tengo tiempo de estar. Como yo amo este arte de verdad, el día que monte una me gustaría supervisarla en persona y contar con profesores que enseñen a bailar de verdad a los alumnos.

Lo que ocurre es que no corren buenos tiempos para la danza en España.

-La danza siempre ha sido la hija pobre de la cultura y lo seguirá siendo tristemente. Pero ahí el problema tiene que ver con las instituciones. Si quieres que una cosa funcione, tienes que apoyarla, si no...

Cesc Gelabert me decía hace unos días que lo peor es que las instituciones no trabajan para consolidar estructuras, las compañías.

-Pues él ha tenido ayudas durante mucho tiempo, yo nunca he recibido ninguna. Puedo entender la queja de artistas que nunca han recibido apoyo. Me gustaría que en el reparto de las ayudas hubiera más imparcialidad para que, así, llegaran a más gente. Por tener la Compañía Nacional de Danza y el Ballet Nacional de España no quiere decir que el dinero que aportamos todos los españoles tenga que ir solo a ellas, dejando sin nada a gentes con talento. Deberíamos ser más salomónicos en este sentido.

A usted le han ofrecido la dirección de la Compañía Nacional.

-Me han llegado proposiciones indirectas, pero yo tengo una compañía propia y hoy en día la marca Joaquín Cortés es mucho más reconocida que la de los ballets nacionales. Para que me interesa ponerme al frente de alguna de ellas tendría que tener carta blanca y hacer lo que quisiera. Además, no dejaría mi compañía y deberían permitirme compaginar las dos cosas. Si esas circunstancias se dan, ya hablaríamos. Y, modestia aparte, creo que los resultados de esas compañías mejorarían mucho.

Lleva muchos años bailando al máximo nivel, ¿de dónde saca la ilusión y las ganas para seguir pisando los escenarios?

-Estoy enamorado de la danza desde que era un niño y siempre he dicho que el día en que deje de divertirme en mi habitación, que es el escenario, me retiraré. No seguiría por un tema económico, cuando no disfrute con lo que hago, lo dejaré.

Queda claro que está pendiente de todos los detalles, la música, el baile, el vestuario... ¿Perfeccionista?

-Como productor, director y creativo me encanta todo el proceso. Por deformación profesional siempre he sido muy meticuloso, pero con los años aun más. Siempre estoy pensando en darle al público la máxima calidad; busco que la gente salga del espectáculo y piense que ha merecido la pena pagar la entrada. Prefiero no ganar yo y que la gente salga diciendo que lo que ha visto es cultura, arte.

¿Tiene una espinita clavada con su país, en el que parece que no ha sido profeta?

-Ya no es espinita, porque ahora mismo cruzo a Francia y me tratan como un dios, y lo mismo me pasaría en el Reino Unido, Rusia, Asia, Estados Unidos... Me da pena porque apenas somos cuatro los artistas españoles conocidos en el mundo y, sin embargo, a los otros, como Plácido Domingo o Julio Iglesias, los reconocen también aquí y a mí no me dan mi sitio. Me tratan injustamente, teniendo en cuenta, además, que yo llevo a este país por todo el mundo. Es triste, pero ya me da igual.

El espectáculo

Título. Gitano.

Lugar. Sala principal de Baluarte.

Funciones. Viernes 16 de mayo y sábado 17 a las 20.00 horas.

Entradas. 30, 40, 45 y 60 euros, según zona. Se pueden adquirir a través de los canales habituales: en ww.baluarte.com, en la taquilla del auditorio, en www.ticketmaster.es y en el teléfono 902 15 00 25.

El montaje. Gitano es una superproducción que cuenta con ocho bailarinas, dos bailaoras, un cuadro flamenco a ocho voces y 17 músicos en directo -que interpretarán música original-, que estarán acompañados por un montaje de luces y audiovisuales. El espectáculo se divide en dos partes: la primera, más ortodoxa y más fiel a las raíces gitanas, contará con la colaboración de dos jóvenes bailaoras; y en la segunda, el bailarín será más fiel a su sello personal, que le ha llevado a actuar en teatros de todo el mundo, y ejecutará coreografías que fusionan estilos tan distintos como el flamenco, el ballet clásico y jazz, entre otros.

Vestuario. Ha sido diseñado entre Joaquín Cortés y Giorgio Armani.

Joaquín Cortés, posando ayer en el exterior de Baluarte, donde actúa el viernes y el sábado de esta semana.

Joaquín Cortés, posando ayer en el exterior de Baluarte, donde actúa el viernes y el sábado de esta semana.

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