Danzas en procesión

El 40º aniversario de los dantzaris y los nubarrones protagonizaron la procesión en honor a la Virgen de la Asunción. Hubo un minuto de silencio por Emilio Vergara , ex director de la banda tafallesa

 Con motivo del 40º aniversario del grupo de dantzas, participaron en la procesión bailarines de varias generaciones, formando un grupo muy numeroso que dio color y agrandó el desfile. También se homenajeó y recordó ayer a Emilio Vergara, guardando silencio por él durante el primer minuto de procesión. Vergara, que falleció el pasado 23 de julio a los 71 años, había sido director de la banda municipal durante más de 28 años.

Tras recordar al ex director, a las 10.40 horas partió toda la comitiva encabezada por los más cabezones, los kilikis y los gigantes, que iban rodeados de un séquito de niños, padres y madres. Una de ellas la tafallesa Koldobike Pérez de Iriarte, de 39 años, de la que tiraba sin cesar, su hijo, Mikelats, de 4 años. "Le encanta la música de las gaitas y los gigantes, así que tengo que estar a su disposición", aseguraba Koldobike. Naroa Villar, de 6 años, andaba detrás de la reina gigante, que es la que más le gustaba. Además, dos de las gigantas, la China y la Negra cumpían años ayer, 25 fiestas danzando, y para ir bien guapas les habían colocado un velo a cada una.

Tras los esperpénticos cabezudos, iba un numeroso grupo de dantzaris, que alternaban los pasos de la procesión con los ritmos de Valcarlos. Sorprendía la diversidad de edades, pero todos se movían con igual brío. "Hemos vivido el aniversario con mucha ilusión, hemos bailado varias generaciones, incluso han venido ex dantzaris desde Madrid. Lo más complicado fue localizar y organizar a todos", aseguraba Amaia Pérez, de 27 años, una de las responsables del grupo. Tras éstos, timbaleros, maceros de la ciudad, y la corporación municipal. El abanderado o entsenari de la corporación fue un año más Maiorga Ramírez, concejal en Tafalla y presidente de EA en Navarra, ya que esta labor corresponde al más joven del Ayuntamiento. "Siempre es un honor y un orgullo llevar la bandera de tu ciudad. Aunque cada vez me siento menos joven, hoy he corrido como todos los años el encierro desde la curva de la Estación, y me he dado cuenta que cada año los toros me pasan antes", comentaba jocosamente Ramirez.

Hacia las 11.15 horas, la procesión llegó a la iglesia de Santa María, donde ofició la misa el sacerdote tafallés Ángel Salinas que hacía 30 años que no regresaba a la localidad navarra, desde que partió a Bruselas. Según explicó la alcaldesa Maite Mañú, "es tradición que oficie la misa un hijo de la ciudad, cada año se invita a un sacerdote". Tras rendir homenaje a la Virgen, la procesión emprendió el camino de regreso a la plaza de los Fueros.

Hacia las 13.30 horas llegaron, y allí los dantzaris, para finalizar, bailaron con los gigantes la jota de Tafalla, conocida como Pilindros . Bailaron también el Ingurutxo de Iribas , Fandango , Arin-arin y un kontrapas .