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Danzantes y gaiteros ponen ritmo al bosque

Otsagabia celebra la romería en honor a la virgen de Muskilda en una jornada llena de color, música y bailes

Un camino de piedra rodeado de un paisaje idílico separa Otsagabia de la ermita de Muskilda. Se trata de una pendiente con vistas a las cumbres pirenáicas y rodeada de un tupido bosque que aporta un ambiente de frescura. Cada 8 de septiembre, los danzantes suben acompañados de los gaiteros hacia la ermita donde se honra a la virgen de Muskilda.
Egilea
Beatriz Martínez
Komunikabidea
Noticias de Navarra
Tokia
Otsagabia
Mota
Albistea
Data
2014/09/09
Lotura
Noticias de Navarra

El sol acompañó ayer durante una mañana repleta de actos ofreciendo un ambiente estival que animó a los asistentes. Un día idóneo para una romería en la que los protagonistas fueron, sin duda, la música y las danzas. Justo antes de llegar a la capilla, los asistentes esperaron con ilusión la llegada de los protagonistas del día, todos con cámara en mano para inmortalizar este tradicional festejo.

Todas las miradas se centran en los ocho danzantes vestidos de blanco con cascabeles en las piernas que, junto al sonido de las gaitas, ponen la música a los bailes. Portan la kakutxa, complemento que tapa un lado de la cabeza adornada por una gran bola. Traspasando de un lado al otro del cuerpo cuelgan dos cintas largas y muy coloridas que se mueven al son de las danzas.

el bobo Todos ellos están liderados por el Bobo, el encargado de que todo el trayecto salga como es debido y el que luce el traje ancestral más llamativo, imitación de un duende o genio que, según cuenta la leyenda, hubo por estos lares hace siglos. El Bobo porta una máscara con dos caras con las que ve futuro y pasado y lleva una especie de zurrón con todos los accesorios necesarios para realizar las danzas (palos, castañuelas y pañuelos), unos bailes de los que se tiene referencia desde 1695.

El repertorio consta de cuatro danzas de palos que reciben los nombres de Emperador, Katxutxa, Danza y Modorro, un baile con pañuelos El Pañuelo y la Jota. Hay que añadir el mencionado Pasacalles para los desplazamientos. El Bobo participa de manera principal en la danza El pañuelo y en la Jota.

Además, cada año se elige a un Mayordomo que se encarga de las cuentas de la ermita y de los festejos de los días 7 y 8 de septiembre. Tanto el Mayordomo como los responsables del Ayuntamiento de Otsagabia acompañaron a los danzantes en la subida a la ermita.

Diez mujeres con varios niños siguieron la comparsa con trajes negros típicos de la zona del Valle de Salazar que contrastan con el blanco de los danzantes. Para poder bailar en este día solo hay una norma: ser de Otsagabia. Por ello, los niños son una parte esencial y futuros protagonistas de estas danzas que se enseñan de padres a hijos, siendo un signo de identidad de esta localidad salacenca.

Durante el frío invierno, la ermita permanece cerrada a más de 1.000 metros de altitud y alejada de Otsagabia, esperando a que llegue su día en mitad de las fiestas patronales. Durante el periodo invernal, la Serora, Regina Toni, es la encargada de mantener la ermita en buenas condiciones.

En este día tan especial, el primer baile se lo dedican a ella al grito de: “¡viva la Serora y su familia!” y los asistentes responden con un cálido “¡viva!”, ya que todos coinciden en que la labor de la Serora, generación tras generación, es imprescindible para mantener la ermita y la virgen de Muskilda y para seguir con la tradición pase el tiempo que pase.

la jota y los bailes Tras los bailes a la Serora, ya llega la hora de sacar al exterior a la virgen de Muskilda. Se celebra una procesión alrededor de la ermita y, al llegar a la puerta principal de la misma, le dedican las próximas jotas con las que se observa la emoción de los asistentes y el cariño que le tienen a esta centenaria tradición. Los actos dedicados a Muskilda se clausuraron con una misa en el interior de la ermita que comenzó con palabras de devoción: “la jota y los bailes son expresiones de nuestro cariño a la virgen de Muskilda, ella tiene nuestros corazones”.

Un grupo de danzantes y el Bobo bailan la jota en honor a la virgen en la romería que se celebra en la ermita de Muskilda, en Otsagabia, cada 8 de septiembre.

Un grupo de danzantes y el Bobo bailan la jota en honor a la virgen en la romería que se celebra en la ermita de Muskilda, en Otsagabia, cada 8 de septiembre. (UNAI BEROIZ)

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