Danza y arquitectura dialogan en el Museo Oteiza en la performance 'In Perspective'

En otro rincón del edificio de Alzuza, otros intérpretes se funden con la piedra, atraviesan los huecos proyectados en ella, juegan con sus manos y sus rostros. Afuera, el paisaje bello, imponente, que asoma a través de las grandes cristaleras del museo, sirve de marco a este diálogo vivo entre cuerpo y espacio. Danza y arquitectura.

Una fusión de la que el escultor de Orio disfrutaba y que se hace patente ahora, veinte años después de su muerte, en su Fundación Museo. Entre sus obras y los lugares que habitan, que se aprecian de otra manera en este recorrido orgánico que propone la performance In perspective.

VACÍO, LUZ, MOVIMIENTO

Creada por los estudiantes de la Generación 5 de La Faktoria Choreographic Center -es su proyecto de fin de curso- y dirigida por Laida Aldaz -codirectora de La Faktoria-, esta propuesta ha sido concebida expresamente para las instalaciones del Museo Oteiza, in situ.

Allí han trabajado durante dos semanas los 25 bailarines y bailarinas de diferentes nacionalidades que terminan su año de formación en el centro coreográfico de Noáin con esta performance que podrá disfrutarse, en cuatro pases con entrada libre y previa reserva, entre este viernes 23 y el sábado 24 de junio.

In perspective pone en relación la danza y la arquitectura. El material coreográfico lo han creado los estudiantes de La Faktoria a partir de los espacios arquitectónicos del Museo Oteiza, y teniendo en cuenta los elementos que cobran importancia en la obra del escultor de Orio, en especial el vacío y la luz.

UN PÚBLICO-CAMINANTE "ACTIVO Y ATENTO"

Con música de percusión a cargo de Juanma Urriza y con Gregory Alliot como asistente de dirección, el espectáculo propone 16 escenas -grupales, con dúos y cuartetos- en distintos enclaves de la Fundación Museo de Alzuza y que se han concebido pensando en un público activo que es parte de la performance.

"La gente irá descubriendo lo que ésta ofrece mientras camina recorriendo la arquitectura del Museo. Se trata de llevar al público a mirar desde distintas perspectivas", dice Laida Aldaz, apuntando que de esta manera "se pone en valor el espacio y sus posibilidades".

"La gente se sorprenderá, porque descubrirá recovecos que igual de otra manera no apreciaría", apunta la directora de In perspective, que se enmarca en un proyecto que la artista navarra lleva ya años realizando en distintos espacios, "de manera que cada pieza resultante es única, aunque la metodología sea la misma".

La performance que se desplegará este viernes y el sábado en el Museo Oteiza requiere de "un público activo y atento, que tendrá que moverse y adaptarse a los espacios, agacharse a veces, para poder mirar la escena", dice Aldaz, quien realizó con los bailarines y bailarinas un trabajo previo de investigación del propio edificio y sus posibilidades.

"EL MUSEO OTEIZA TIENE INFINITAS POSIBILIDADES"

"El Museo Oteiza es un regalo. Ya el propio edificio se creó en base a los conceptos que utilizaba Oteiza en su obra, y es muy enriquecedor trabajar aquí. Es un lugar con infinitas posibilidades espaciales. También hay una parte complicada porque hay espacios muy angostos que permiten poco público y eso ha sido un reto: cómo organizar la circulación del público y garantizar que todas las personas que vengan al pase -limitado a 20 asistentes- puedan disfrutar de las escenas completas", explica Laida Aldaz.

La música de percusión y el silencio se alternan en esta pieza. "El vacío está muy presente en la obra de Oteiza, y aquí es el silencio. Jugamos con esos límites, entre el vacío y el no vacío, el silencio y no silencio, porque uno no existe sin el otro. Estas cuestiones las hemos trabajado desde la fisicalidad", apunta la directora de la performance.

25 BAILARINES DE PROCEDENCIAS MUY DIVERSAS

En palabras de la bailarina Maider Etxegibel, de 27 años y natural de Durango, está siendo "un honor poder trabajar en el Museo Oteiza, un espacio que ya conocía y que es potencialmente suculento, muy versátil y diverso, pero a la vez difícil, porque hay tantísimo imaginario en esta arquitectura, que es complicado afinar, elegir algo e ir a por ello, en el sentido de no abrumarse con tanta posibilidad".

Los 25 bailarines y bailarinas de In perspective, de entre 20 y 28 años de edad, proceden de lugares muy diversos: Navarra y la CAV, otras comunidades de España y países como Francia, Costa Rica, Estados Unidos, Rusia, Chipre, Croacia o Italia, entre otros.