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Danza con un guiño de humor
El escenario del Coliseo se convertirá hoy en una pista
de baile para recibir el espectáculo '1.01', un montaje de la compañía
donostiarra Dantzaz. Acercar la danza contemporánea a todos los públicos
es uno de los objetivos de esta obra que reúne ingredientes poco
habituales en esta modalidad.
'1.01' se estrenó en junio del pasado año en el Teatro
Victoria Eugenia de San Sebastián y desde entonces, está funcionando de
forma positiva. «Va muy bien y este año tenemos previstas ya 40
funciones» señala la directora artística de la compañía, Adriana Pous,
que describe la obra como «un abanico de estilos en las coreografías».
La obra no deja de ser danza contemporánea al tratarse de
trabajos de coreógrafos actuales, aunque las referencias a la danza
clásica, que es parte de la formación, también aparece sobre el
escenario. Sin embargo, el humor es algo que no se encuentra
habitualmente en un montaje de este tipo. «Hay mucho humor, algo que no
es muy común, y es lo que sorprende muchísimo al público» indica Pous.
En esta línea destaca la coreografía 'Ballet 101', «que es un guiño a la
danza clásica. Es ir más allá de las cien lecciones para aprender
danza».
Jóvenes bailarines europeos
'Songeurs' de Christophe García, 'Ballet 101' y 'Björk
duets' de Eric Gauthier y 'Torque' de Hilde Koch son las cuatro
coreografías que forman '1.01'. A los montajes de dos experimentados
coreógrafos canadienses se suma el estreno como coreógrafa de la
donostiarra Hilde Koch.
Los encargados de ponerlas en escena serán Sophie
Antoine, Damien Bougas, Raphaël Canet, Charline Debons, Anneleen
Dedroog, Nuria Giménez, Mireia González, Giovanni Insaudo, Marine
Sánchez y Luca Scarpa. «Son bailarines que tienen entre 18 y 22 años y
que encuentran en Dantzaz una plataforma para acceder a las compañías
profesionales» explica Adriana Pous. «Estos jóvenes vienen de toda la
Comunidad Europea y permanecen con nosotros durante un periodo de uno o
dos años. Eso les da una experiencia escénica y un aprendizaje para
dedicarse al mundo de la danza». Los profesores con que cuentan y los
coreógrafos invitados con los que trabajan, ayudan a completar esta
formación práctica.
La formación de los bailarines se acompaña también de un
trabajo de promoción de la danza. «Una de las señas de identidad de la
compañía es que nos adaptamos a cada teatro, a cada escenario» señala la
directora artística. «Queremos que nuestro espectáculo sea accesible,
que no sea difícil llegar al público».
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