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Danza a pie de calle
Padres, madres, familiares y muchos curiosos se acercaron ayer hasta la Avenida Carlos III para ver bailar a los cerca de 150 bailarines que organizaron una improvisada pista de baile en plena calle a ritmo de jazz, capoeira, fanki, hip hop, además de danza clásica y contemporánea. El festival quiso aglutinar todo tipo de disciplinas, por eso los encargados de inaugurar la fiesta fueron tres dantzaris que saludaron con el correspondiente aurresku. A continuación, y a pesar del frío y de la amenaza constante de lluvia, 50 chicas de entre 7 y 16 años estudiantes de la Escuela de Danza Paula Gutiérrez, Escuela Danza Gobierno de Navarra y la Escuela de Danza Ravel, hicieron una demostración en barra con coreografías que habían estado ensayando intensamente desde hacía más de tres semanas.
Una curiosa iniciativa que cumple su cuarto aniversario y que se organiza con el fin de que "toda la gente vea lo que se hace en las escuelas y porque la danza puede llegar a todo el mundo", según explica Maribel Fernández Villa, de la Escuela de Danza Ravel que subraya la intención de desmitificar un arte "que no es tan elitista como todo el mundo suele creer". Para Fernández, la danza es la mejor forma que las personas tienen para expresarse, porque no hay que olvidar "que la danza forma parte del cuerpo".
Esta misma idea también la comparte José Lainez, director de la Escuela de danza del Gobierno de Navarra, que apuesta siempre por salir a la calle "para sacar la danza de los estudios y para pedir que los responsables de Cultura de las instituciones se comprometan más de lo que están ahora, porque está demostrado que hay muchísimos jóvenes que bailan".
Entre ellos, Alba Iturbide que aún sofocada tras la actuación, aseguraba que habían pasado muchos nervios pero "al final ha salido bastante bien". Esta joven pamplonesa de 12 años y alumna de la Escuela de Danza del Gobierno de Navarra, lleva desde los 4 años bailando y asegura que no piensa dejarlo. Tampoco su madre, Selva Santiago, que sabe de sobra la "disciplina y la dureza" que requiere compaginar estudios y baile. "Estoy convencida de que mi hija seguirá bailando pero como este mundo no tiene ninguna ayuda sé que tendremos que salir de Pamplona si ella quiere seguir en esto con más edad porque, con todo, la danza aún es muy desconocida aquí".
Para otro de los padres que ayer disfrutaba de la actuación de su hija en primera fila y con cámara de fotos en mano, este evento es un tanto "ridículo porque fuera de aquí la danza no tiene ningún apoyo". Esto, asegura, "es sólo un gesto, un pequeño paso pero aún queda mucho por hacer porque las actuaciones en Baluarte siempre están llenas, pero aquí al final la mayoría somos padres y familiares de las niñas."
a ritmo de tambores La parte más urbana de la fiesta llegó de la mano de la Asociación Capoeira Navarra que a ritmo de tambores organizó un pasacalles hasta Merindades donde bailaron grupos de hip hop, jazz, fanki, claqué y danza contemporánea. Un total de 15 músicos con tambores se encargaron de unir los dos espectáculos hasta pasadas las 8 de la tarde. El presidente de Capoeira Navarra y monitor del grupo internacional Capoeira Topacio, el pamplonés Aritz García, se mostraba satisfecho de conseguir reunir en una jornada a tantas personas relacionadas con el mundo de la danza. "Queremos que éste sea sobre todo un día de fiesta, y en lo que a nosotros nos toca, intentar introducir el arte de la capoeira que poco a poco se está conociendo cada vez más en Pamplona y en otras ciudades".
Con todo, un total de 150 personas bailaron en alguno de los grupos de danza de las escuelas organizadoras del evento y que recientemente han unido fuerzas para crear la Asociación por la Danza en Navarra Haizea. Una iniciativa que reúne hasta ahora a 12 colectivos que trabajan por la danza en la Comunidad Foral, para "aunar esfuerzos y promocionar más este arte escénico y conseguir así más ayudas", según explica una de las profesoras de la Escuela de Danza Paula Gutiérrez.
Según sus componentes, la asociación, sin ánimo de lucro, arranca con las miras puestas en crecer y en abrirse a todo el que esté por la danza en Navarra para difundir, mostrar e impulsar esta disciplina artística en todas sus manifestaciones. Para Aritz García, de Capoeira Navarra, la asociación Haizea logrará "dar cuerpo al trabajo que todos hacemos y organizar más actos como éste en torno a la danza, más allá de este día festivo y más allá del espacio que puede ofrecer la ciudad de Pamplona y Navarra".
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