Dantzerti sale a escena

El pasado mes de junio pasaron unas durísimas pruebas en las que tuvieron que demostrar ante un jurado profesional que tienen aptitudes artísticas. Saben que el trabajo acompañado del talento es la fórmula perfecta que realmente hace a los artistas. Un talento que ahora tendrán que desarrollar con el equipo docente de Dantzerti, capitaneado por el joven actor Ekaitz González Urretxu, un donostiarra de 29 años, licenciado en Historia por la Universidad de Deusto, especializado en Historia Antigua y Edad Media; con título superior de Arte Dramático del Institut del Teatre de la Diputación de Barcelona, en la vertiente de dirección escénica y dramaturgia. Ekaitz González Urretxu contará con la ayuda de diez profesores (seis específicos y cuatro del conservatorio de Sarriko/Bilbao), entre los que se encuentran Edurne Martínez Hervías, Ana Remiro Esnoz, Leire Amonarriz Lecuona, Matxalen de Pedro Larrea y Xabier López Askasibar.

Dantzerti impartirá dos enseñanzas artísticas superiores en Arte Dramático, en la especialidad de Interpretación y en Danza, en la especialidad de Coreografía e Interpretación.

En el primer curso, los alumnos recibirán clases de Teoría e Historia de arte dramático y danza, Historia y teoría de la literatura dramática, Historia de la escena vasca, Dramaturgia, Análisis y técnicas de danza y movimiento, Teatro físico, Interpretación, voz y Música y canto.

Una combinación de teoría y práctica que los jóvenes artistas continuarán durante los próximos tres años y que les convertirá en los primeros graduados en arte dramático y danza que han podido realizar sus estudios en Euskadi. Un título y unas enseñanzas que, según explican desde Dantzerti. “dotará a los jóvenes actores y bailarines de herramientas para la inserción en el medio y les capacitará para impartir clases en los centros de enseñanzas artísticas, siendo un título equivalente a Grado a todos los efectos”.

La mayoría de los actores y directores vascos pertenecen a una generación que ha acabado siendo autodidacta, pero ahora se da más importancia a que se traduzca lo que aprenden en un título. Se quiere evitar, además, que los profesionales tengan que salir de Euskadi a aprender y que se queden fuera, trabajando en otras compañías. Dantzerti es una vieja reivindicación del sector, que se ha visto frustrada en varias ocasiones, y que ahora echa a andar.

En 2006, se abordó la necesidad de crear un Centro Superior de Artes Escénicas, reflexión que quedó reflejada en el Plan Vasco de Cultura. El 27 de marzo 2010, la consejera socialista de Educación, Isabel Celaá, convocó a la profesión escénica para comunicar que Euskadi contaría con un centro superior de formación de actores, bailarines, directores o técnicos. En una multitudinaria rueda de prensa, y coincidiendo con el Día Internacional del Teatro, Celaá presentó públicamente el proyecto al que se denominó Eszenika, y anunció que se pondría en marcha durante el curso 2012-2013 y que se reubicaría en los locales del edificio BAMI, lo que fue el Pabellón 7 de la antigua Feria de Muestras de Bilbao - propiedad del Gobierno Vasco- , que se encuentra en el edificio ocupado hoy por la Hacienda vizcaina y la sede central de EITB. Pero el proyecto acabó encima de mesa.

plataforma Tras el Gobierno socialista, una plataforma de profesionales del sector solicitó una entrevista con los actuales responsables de Cultura y Educación del Gobierno Vasco, con la consejera Cristina Uriarte a la cabeza, pidiendo que se retomara el proyecto. El departamento decidió encargar un informe externo a principios de 2014 y se tomó una determinación definitiva: el centro arrancaría en 2015 y se ubicaría en el Conservatorio de Música Juan Crisóstomo Arriaga, que no ha requerido de obras significativas para impartir estos nuevos títulos, aunque “se podría llegar a usar una planta” del Instituto Ibarrekolanda en caso necesario. Uriarte explicó que se había decidido no construir un nuevo edificio ante “las dificultades notorias” de hacerlo y porque ello hubiera supuesto “alargar en el tiempo su puesta en marcha”. En todo caso, “no se descarta” que en un futuro pueda trasladarse a otra ubicación cuando se dé “un contexto más favorable”.