Creada una plataforma de danza para consolidar a los profesionales vascos con ayudas y difusión

La iniciativa está dentro del programa Dantza 2001, coordinado por el departamento de Cultura de Gobierno Vasco, y que se completa con las Muestras de Centros de Danza y Jóvenes Coreógrafos vascos. La plataforma busca la consolidación de los profesionales vascos de la danza mediante la combinación de ayudas a la creación y la difusión de las obras realizadas en un circuito artístico. Los cuatro montajes elegidos fueron los destinatarios el pasado año del programa de ayudas a la creación impulsado por Cultura.



Las creaciones seleccionadas son ¿Por qué no habéis venido? de Nekane Santamaría, prevista para el viernes a las 20.30 en el teatro Barakaldo; la compañía Adeshoras Danza ofrecerá Pack en la Herriko Plaza a las 23.00 de la noche. Ya el sábado será el turno de Ion Munduate con Boj de largo, que se escenificará en el edificio Ilgner a la 13.00 horas y, como cierre del festival, Damián Muñoz con el montaje inspirado en la película Cielo sobre Berlín de Wim Wenders, Las mentiras del entusiasmo, a partir de las 20:30 en el teatro Barakaldo.



Nekane Santamaría se ha inspirado en su montaje en la dificultad de comunicarse y la convivencia en comunidad y ha trabajado sobre la acumulación y el despojo tanto del espacio como de los propios cuerpos. Santamaría ha trabajado desde 1992 en montajes como El hundimiento del Titanic y en 1999 creó ¡Qué no estamos solos, joder!, su primera coreografía propia. Pack, de la compañía donostiarra Adeshoras, es una pieza pensada para cualquier tipo de espacio y el viernes será puesta en escena al aire libre y de noche. Muestra la relación con el otro y el espacio, a través de los juicios de valor que genera el aspecto externo. La compañía ha querido buscar el movimiento de fuera a dentro, para que sea el exterior el que nos defina a través de una revisión de los movimientos de los demás.



Equilibrio y caos



Ion Munduate ha buscado en Boj de largo reflejar los equilibrios insostenibles con ela utilización del cuerpo humano como un objeto más. Su montaje ofrece la posibilidad de rehabilitar las situaciones caóticas desde la utilización de ese caos como un punto cero que funcione como inicio.



Muñoz se planteó abordar el filme de Wenders sin escenificarlo plano a plano. Las mentiras del entusiasmo utiliza el filme como un guión emocional desde el que llevar al terreno de la danza una historia «muy visual».