Convertirse en bailarín por un día

Público de todas las edades se dio cita ayer en las dos sesiones de 'La Bella y la Bestia', en el Victoria Eugenia

Ataviados con vestuario negro y dorado, según mandaban las normas de protocolo, los ochenta participantes en el baile de 'La Bella y la Bestia', organizado por el Malandain Ballet Biarritz (MBB), dentro de la línea 'Conversaciones' de DSS2016, se arremolinaban en los aledaños del Teatro Victoria Eugenia, minutos antes de las 17.00 horas de la tarde de ayer, cuando se inició la primera sesión de esta experiencia. De forma muy teatral, los convidados al baile fueron recibidos por todos los personajes de la obra presentada el miércoles y jueves en el Auditorio del Kursaal, quienes les guiaron al escenario del Victoria Eugenia, espacio donde transcurrió esta iniciativa con una duración de noventa minutos.

Tras unos pequeños estiramientos iniciales, el bailarín y maestro de ceremonias Arnaud Mahouy (30 años) saludó a los presentes y les enseñó los primeros movimientos, acordes a la frase «hola, hola, ¿listo? Goazen». En un ambiente distendido y lúdico, los veintidós intérpretes de MBB se entremezclaron con los participantes. «El objetivo era romper fronteras, mezclar bailarines y personas de la calle, traspasar la frontera entre el escenario y el patio de butacas», aseguró Mahouy.