Dokumentuaren akzioak
Cisne azabache
La singularidad de la actuación hizo que se desdoblara el
rol dual de la protagonista, Odette/Odile y parte de la expectación
radicaba en comprobar cómo terminaría el duelo artístico entre ambas.
Odette es el Cisne Blanco, la princesa a la que el hechicero Von
Rothbart -Alfredo Ibáñez- convierte en ánade. La veterana primera
bailarina Anette Delgado se transmutó completamente para darle vida:
delicada en sus aleteos, íntimamente compungida en su gesto, contundente
en su técnica con unos equilibrios en 'arabesque' largamente
suspendidos en el tiempo. Frente a ella, la jovencísima primera
bailarina Yanela Piñera, efervescente, seductora, electrizante, en el
rol de Odile, el Cisne Negro y réplica en malvado de la anterior. Sólo
un paso a dos en el tercer acto y, sin embargo, Piñera lo resuelve de
forma magnética, seduciendo al príncipe Siegfried -un correcto Dani
Hernández-, a la par que al público. Cosas de la edad, arriesga
demasiado la joven intérprete, tanto en la tanda de 32 'fouettés', en
los que intercaló algunos dobles, como en los equilibrios a la punta,
sin embargo, su cisne azabache consiguió casi más aplausos que el ánade
blanquecino. Todo un lujo disfrutar de una velada de ballet de tal
calidad en un Kursaal completo.
Dokumentuaren akzioak