Cinco compañías de danza acuden al Festival de Teatro de San Sebastián

A partir de mañana intentarán promocionar esta disciplina en diferentes escenarios de la capital guipuzcoana

Las cinco compañías que actuarán en la Feria de Teatro son Ciento Cincuenta Cuerdas, dirigida por Blanca Arrieta; el grupo de Matxalen Bilbao; el Ballet Biarritz Junior; Organik, liderada por Natalia Monge; y Ertza, protagonizada por Asier Zabaleta.

Durante la presentación, Gómez confesó que es «una gozada trabajar con proyectos tan sólidos y que funcionan tan bien» y explicó que la plataforma trasladará en septiembre las obras de cuatro de estas cinco compañías al Festival de Danza de Biarritz.

La representante del festival francés, Eloixa Ospital, aseguró que el Festival de Biarritz «es el más grande» del País Vasco francés y el sur de Francia, por lo que supone «una oportunidad» para los jóvenes coreógrafos vascos.

La coreógrafa Matxalen Bilbao apuntó que su trabajo 'Haiku4', que se podrá ver el miércoles en la Casa de Cultura de Egia, es una obra conceptual inspirada en la escritura, «algo universal y con una singularidad personal», que ha buscado en el movimiento de cada intérprete. La bailarina Natalia Monge, que continúa en '+ES3' su anterior obra 'ES3ANTE', ha querido partir desde el mismo punto, es decir, con los mismos actores y el mismo tema de fondo: el estrés; para intentar alcanzar otra meta, lo que, a su juicio, ha conseguido, ya que se trata «de un trabajo muy diferente al anterior». '+ES3', que es un espectáculo con música en directo y donde prima el humor, se interpretará el sábado en la plaza de la Constitución.

La obra 'El agujero de la avestruz', tendrá a un único bailarín en escena, Asier Zabaleta, quien dijo que el tema que toca este trabajo es el miedo. «Es un concepto que me interesa mucho porque nos cuesta aceptar que lo tenemos, que nos condiciona, -explicó- y también por cómo es utilizado para manipular a la gente». El espectáculo, que se podrá ver en la sala de cultura de Egia el sábado 14, tiene un «toque de humor», puesto que, según comentó Zabaleta, le gusta imprimir a sus obras «un sello de opinión».