Chapel Gorri celebra su 75 cumpleaños

«Desgraciadamente -indica Patxi Garmendia 'Mendigar' quien se ha encargado de repasar y esbozar lo que han dado estos 75 años de andadura- todo esto se cortó de raíz al desencadenarse la guerra civil, en la que perdieron la vida numerosos ordizianos de todas las ideologías, entre ellos varios socios, incluido el presidente».

Tras el obligado paréntesis de la guerra fratricida, el primer trabajo que hubo que realizar fue el de adecuar los estatutos de la agrupación a la nueva realidad política instaurada tras la guerra. Estatutos que fueron aprobados en asamblea general de socios el día 11 de noviembre de 1939 y remitidos al Gobierno Civil para que recibieran el obligado visto bueno. La comisión organizadora de la sociedad estaba presidida, aquel 1939, por Angel Urteaga, la vicepresidencia corría a cargo de José Sarasola, ejerciendo de secretario-tesorero José María Zabal».

La primera junta directiva oficial de esta nueva etapa, reconocida por la autoridad competente en diciembre de 1941, estaba formada por José Sarasola, Luis Gil, José Mª Zabala, Luis Aizpurua, José Lasa, Joaquín Sarasola y Bernardo Zurutuza. En total, la sociedad reunía a 41 socios. La entidad contaba con dos tipos de socios: honorarios, y de número, que debían abonar una peseta en concepto de cuota mensual. La edad mínima para ingresar como socio era de 14 años.

En esta nueva etapa, se dio preferencia, como tipo base de actividad, al fútbol, al ciclismo y al renacimiento de las tradiciones y folklore vasco, hecho que queda perfectamente reflejado en el escudo de la sociedad.

Gestación del Villafranca

«En lo que al fútbol atañe, es de justicia subrayar -destaca Patxi Garmendia- que la A.D. Chapel Gorri participó activamente en la gestación del Villafranca U.C.»

Como la rivalidad futbolística entre el Ordizia y el Santa Ana (existían también el Chapel Gorri y el Esperanza) iba acrecentándose de forma nada recomendable para la convivencia local, fue el propio Ayuntamiento el que mostró el máximo interés para que se constituyera una sociedad deportiva fuerte, al objeto de que pudiera ostentar con dignidad la representación de la villa.

Fueron precisamente, Juan Antonio Sanz Munain y Juan Martín Munita, quienes se encargaron de confeccionar los estatutos, circulares, reglamentación, inscripción de socios, etcétera. Se acordó que el nombre del nuevo club fuera Villafranca Unión Club, quedando constituido legalmente como tal en abril de 1941, e integrado por una selección de los equipos Chapel Gorri y Esperanza. A partir de ese momento la A.D. Chapel Gorri continuó su singladura dedicándose al folklore vasco y al ciclismo.

En lo tocante a las danzas guipuzcoanas, contó con la desinteresada colaboración del maestro José Lorenzo Pujana (1868-1947), hijo de esta villa, quien fue adiestrando a aquellos jóvenes ordiziarras, siguiendo la línea por él heredada del zaldibitarra Juan Ignacio Iztueta a través de su paisano José Antonio Olano.

El Chapel Gorri y Ordizia le dedicaron el 7 de diciembre de 1941 un gran homenaje a José Lorenzo Pujana, con carácter provincial, al que se sumaron la Diputación y muchos ayuntamientos.

Se descubrió una placa en su casa natal, ante la cual, a sus 73 años bailó impecablemente la reverencia. A continuación en la Plaza Mayor se bailó la Esku-dantza de honor participando personalidades de la provincia, actuando de aurreskulari su hijo Cándido Pujana y de atzesku José Sarasola. El Chapel Gorri Brokel-Dantzariak realizó una exhibición de todos los bailes guipuzcoanos del maestro Iztueta. Labor en favor de la danza tradicional en la que como socios han destacado los Armendariz, Aizpurua, Lecuona, Echevarrieta, etcétera.

Labor en pro del ciclismo

Paralelamente a estas actividades ha desarrollado y sigue haciéndolo, una inmensa labor en pro del ciclismo. No podemos olvidar aquel potente equipo aficionado que obtuvo el primer trofeo por equipos el 18 de agosto de 1940 en el Campeonato Vasco-Navarro con los corredores pertenecientes a esta agrupación: Ugarteburu, Aristrain e Igartua. Destaquemos también el Campeonato de España de aficionados que se corrió en Barcelona en 1950, donde resultó vencedor Luciano Montero, al ganar al sprint al mismísimo Federico Martín Bahamontes. Por equipos venció el Chapel Gorri.Y qué decir de la Prueba Villafranca, la carrera profesional de un día más antigua del calendario estatal, que organiza la entidad, de manera ininterrumpida desde 1944. Prueba que ha contado con tres grandes mecenas: José María Aristrain, Mariano Galarza e Isidro Usabiaga.

Fútbol, folklore vasco y ciclismo han sido las tres grandes señas de identidad que han marcado el devenir de esta sociedad. Sin embargo la A.D. Chapel Gorri es algo más. Las tres sedes sociales que ha conocido a lo largo de su historia: el Círculo inicialmente hasta 1958, el primer local de la Plaza Garagarza hasta 1997, y desde 1999 la moderna sede actual, representan lugares de encuentro, de conversación, también de discusión y debate, pero siempre en términos civilizados. Sedes abiertas a todos, y en las que entidades de ámbitos muy diversos han podido utilizar sus instalaciones para poder hacer frente a sus compromisos organizativos.

«En estos locales -concluye Patxi Garmendia- hemos reído, también llorado, las más de las veces de emoción y hemos cantado o tarareado un rico repertorio recogido en un cancionero editado en 1984 con motivo de las bodas de oro de la entidad. En él, dos canciones alteran el ambiente, el Gernikako Arbola y el himno oficioso de esta agrupación que el gran Fernando Arana, más que digno sucesor del recordado Faustino Echevarrieta, interpreta, con sin par gracejo. Hago mía la expresión del sacerdote turolense, Manuel Gómez, amigo de la sociedad: ''Chapel Gorri seguirá en Ordizia, mientras Ordizia sea Ordizia"».

La sociedad Chapel Gorri fue la iniciadora del Día de las Cuadrillas en el año 1945.