Carnaval ‘ruidoso’ y tradicional en Ituren y Zubieta

Curiosamente, la denominación zanpantzar no tiene tradición alguna en ambos pueblos, que no han conocido ni utilizado otro nombre que el de joaldunak (de joare, cencerro, y del sufijo posesivo dun, personaje que porta, en este caso, cencerros) para denominar a su personaje histórico. Se cree que el sonido rítmico y estremecedor que producen ahuyenta a los malos espíritus y despierta las energías adormecidas de la tierra.

Los vecinos de ambas localidades recorren las calles ataviados con abarcas, enaguas de puntillas, pellizas de oveja por cintura y hombros, pañuelos de colores al cuello, gorros cónicos con cintas y un hisopo de crines de caballo en su mano derecha. Resulta sobrecogedor oír el acompasado estrépito de los grandes cencerros que los componentes del cortejo llevan sujetos a sus riñones y que baten al unísono con el juego rítmico de sus caderas.

El lunes, los joaldunak de Zubieta partirán hacia Ituren. Serán recibidos por los del barrio ittundarra de Aurtitz y juntos irán hacia Latsaga, para, tras pasar sobre el puente de Zubiburu, juntarse con los de Ituren. En este punto comienza el desfile conjunto de unos cuarenta o cincuenta joaldunak (entre ochenta y cien cencerros) que, tras recorrer todo el núcleo de Ituren, finaliza en la plaza del pueblo. Y el martes, los de Ituren devuelven la visita.

QUÉ VERLa excursión, que se hace más fácil visitando la web de Turismo de Nafarroa debido a sus propuestas de alojamiento, bares y restaurantes, puede completarse viendo diferentes monumentos y parajes de ambas localidades. En el caso de Ituren, resulta obligado echar un vistazo a la iglesia de San Martín de Tours, del siglo XVI, sita sobre un pequeño montículo y con un gran retablo mayor, así como a sus diferentes ermitas, sus sólidos caserones y su palacio.

Por lo que respecta a Zubieta, debe admirarse su molino, rehabilitado, aún en activo y receptor de visitas. Está ubicado en un paraje de praderas, robledales y hayedos con baserris colmados de flores. En el pueblo destacan sus calles enlosadas y caseríos, como el de Etxebarria o el Palacio de Irigoyen. Y como colofón, a 15 kilómetros de Zubieta se encuentra el Parque Natural de Bertiz.