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Brillante reposición
Crítica, El Caserio
Es un lujo contar con la batuta segura de Juanjo Mena al frente de su preparada Sinfónica bilbaina y con la animosa Sociedad Coral de Bilbao para exponer la música selecta del gasteiztarra Jesús Guridi en el campo de la zarzuela costumbrista "El Caserío".
No es habitual al proponer una zarzuela contar con la Sinfónica bilbaina y su conspicuo director, pero la música de Jesús Guridi lo merece a todas luces, ya que no es sólo sobresaliente el famoso interludio o intermedio al inicio del acto segundo, tan frecuente en interpretación sinfónico-concertística, que logra hacer vibrar al oyente con su mágica imitación del instrumento peculiar vasco (el txistu), sino que la línea musical orquestal está bañada con empaque sinfónico de primera línea. Si a lo dicho añadimos el melodismo sedoso aportado en lo vocal y referente instrumental que transpira delicadeza, el atractivo musical subyuga.
Digna interpretación de los solistas vocales: el barítono J.J. Rodríguez mejorando la sucinta expresividad de la preciosa Romanza "Sasibil mi caserío"; Beatriz Lanza, de fresca y sentida dicción, escénicamente airosa; el tenor Emilio Sánchez, de timbre lírico con varia emisión; el gracioso Atxalandabaso, muy activo haciendo felíz pareja cómica con Izaskun Kintana, expresiva como nadie. Sobresalió en lo escénico la madura artista teatral Loli Astoreka.
La escenografía seria de maderas cruzadas sirvió de fondo a unos psajes populares de solemnidad procesional y de alegre y festiva romería tanto como a encuentros familiares concretos valedores del desenlace de la trama amorosa.
Especial mención merecen el puñado de dantzaris del grupo Argia, que tanto consiguen arder al público, que cerró con grandes aplausos una digna representación.
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