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"Tiene delito que bailemos en Bilbao y no en San Sebastián"

Iker Murillo, bailarín solista del Ballet de Zurich

Egilea
Iratxe de Arantzibia
Komunikabidea
Diario Vasco
Mota
Elkarrizketa
Data
2007/06/10

Una mezcla de emoción y nervios se apoderan de Iker Murillo cuando piensa en el momento de abrirse el telón del Euskalduna. Será la tercera ocasión en el que el pasaitarra, bailarín solista del Ballet de Zurich, actúe en un escenario vasco. Allí se encontrará con su compañera de estudios Alicia Amatriain, bailarina principal del Ballet de Stuttgart, y con su ex compañera de trabajo Itziar Mendizabal, solista en el ballet de Leipzig. Los tres participan el lunes y el martes en Los vascos y la danza, una especie de homenaje de la asociación Bilbao Ballet Elkartea a los bailarines vascos en el extranjero. La gala está dirigidda por Igor Yebra. Iker Murillo comenzó en la danza tradicional, pero pronto se decantó por el ballet con la profesora Mentxu Mendel. Tras completar su formación en Madrid y Stuttgart, obtuvo su primer contrato profesional en el Ballet des Saarländischen Staatstheater, hace diez años. En 2001 recaló en el Ballet de Zurich, donde alcanzó hace tres años la categoría de solista, además de haber sido nominado como Joven Talento por la revista Ballettanz, en 2002.

- Va a participar en la segunda edición de la Gala 'Los vascos y la danza'. ¿Qué significó que le invitaran a participar en este evento?

Con tantos bailarines vascos que hay, que Igor Yebra, director artístico de la gala, se acordase de mí, me hizo sentirme orgulloso. Nunca he trabajado con él, pero es interesante poder trabajar con otro tipo de bailarines y, sobre todo, con alguien tan conocido en el mundo de la danza en Euskadi. Voy a bailar un paso a dos de El Corsario y un fragmento de Engel, con Galina Mihaylova, también solista del Ballet de Zurich.

- Para los bailarines vascos que están en el extranjero hace tantos años, ¿qué importancia tiene que una asociación organice una gala de estas características?

Un espectáculo como éste es importantísimo para que la gente se de cuenta de lo que hay en el mundo de la danza. La Asociación Bilbao Ballet Elkartea pretende mostrar el potencial de bailarines vascos que estamos trabajando a nivel internacional. Además, la emisión de la gala por televisión también va a favorecer a difundir la danza. Los medios de comunicación se están volcando en esta gala, cosa que va a ayudar a que se sepa que estamos trabajando en el extranjero y a valorar nuestra labor. Además, la gala es una oportunidad para que el público pueda ver un buen espectáculo de danza.

- Esta segunda edición de 'Los vascos y la danza' cuenta con tres bailarines guipuzcoanos. Además de usted, participan Alicia Amatriain e Itziar Mendizabal, con quienes ha estudiado y trabajado, respectivamente.

Me hace mucha ilusión compartir escenario con gente que conozco. Con Alicia, coincidí en la Escuela de John Cranko en Stuttgart y con Itziar, trabajé en el Ballet de Zurich. Ambas son unas magníficas bailarinas y estoy seguro de que nos van a hacer disfrutar un montón.

- En diez años como bailarín profesional, va a ser la tercera vez que baile en el País Vasco y la segunda en Bilbao. ¿Es diferente bailar en casa?

No tiene nada que ver. Incluso aunque la familia y los amigos hayan ido a verte bailar a Alemania y Suiza, como ha sido mi caso. El Euskalduna es un escenario nuevo para mí, en el que nunca he bailado, porque sí que actué en el Arriaga con mi compañía. Simplemente, por serEuskadi, tu tierra, con gente a la que quieres como tu familia y amigos, sí que da mas respeto. También da más nervios.

- Hace año y medio, fue la primera vez que actuó en San Sebastián, en la gala benéfica por las bodas de plata del estudio de danza Thalia. Fue en el Kursaal.

Actuar en San Sebastián, concretamente en la gala benéfica del estudio de danza Thalia, fue una gran experiencia largamente soñada y que me gustaría volver a repetir. Ahora que acaban de inaugurar el nuevo Teatro Victoria Eugenia sería una magnífica oportunidad para organizar una gala de bailarines guipuzcoanos. Tiene delito que bailemos en Bilbao y no en San Sebastián. Realmente, me haría mucha ilusión poder volver a compartir escenario con otros grandes bailarines guipuzcoanos como Urtzi Aranburu, Jone San Martín, Lucía Lacarra, Alicia Amatriain, Itziar Mendizabal y un largo etcétera. Somos tantos los que estamos fuera.

- Hablar de Thalia es hablar de Mentxu Medel, profesora de una importante cantera de grandes bailarines internacionales. Aunque no fue su primera profesora, sí fue quien le empujó hacia fuera. ¿Qué le transmitió ella?

Mentxu fue una gran ayuda a la hora de continuar mi formación y también fue muy generosa. Cuando vio que no me podía enseñar nada más, fue cuando decidimos que fuera a Madrid para completar mi formación. Es una gran profesora y ello se vio muy claro en la gala Thalia del año pasado, con la cantidad y calidad de estrellas que estuvimos sobre el escenario del Auditorio del Kursaal.

- Después de formarse en la Escuela de John Cranko en Stuttgart, obtuvo su primer contrato en el ballet de la ciudad alemana de Saarbrücken, en 1997. ¿Cómo fue la etapa en esa compañía?

Ir a Alemania fue un gran paso, para alguien que tenía 17 años. Otro país, un idioma nuevo. No fue fácil adaptarse. Ahora pienso cómo pude hacer aquello a esa edad. Obtener mi primer contrato en Saarbrücken, una compañía neoclásica, me sirvió para entrar en contacto con el mundo profesional y para reafirmarme en mi deseo de ser bailarín.

- Desde 2001, es miembro del Ballet de Zurich. Allí ha sido nominado como Joven Talento (2002) y también elevado a la categoría de bailarín solista, en 2004.

Es un orgullo ser miembro del Ballet de Zurich, porque es una de las compañías más importantes del mundo. Hacemos un repertorio clásico, neoclásico y contemporaneo. Además de piezas de Heinz Spoerli, director de la compañía, trabajamos con otros coreógrafos. Precisamente, fue Spoerli quien me enseñó la revista Ballettanz que me nominaba como Joven Talento, algo inesperado para mí. Cuando fui nombrado solista en 2004, sentí una evoplución en mi carrera, sobre todo, por contar con la confianza de mi director. Además, ser solista te da derecho a tener habitación sólo durante las giras - asegura, entre risas.

- Hoy, a las 20.30 horas, cuando se abra el telón del Euskalduna, ¿se atreve a soñar con lo que sentirá?

Tierra trágame. Jamás pasé tantos nervios, como cuando actué en Donostia. Tuve la idera fugaz de escaparme, de salir corriendo, pero, salí al escenario, los nervios desaparecieron, por estar bailando ante mi gente. A lo mejor en el Euskalduna es diferente. Puede ser vacío. Dejaré que me sorprenda la sensación.

«Tiene delito que bailemos en Bilbao y no en San Sebastián»
El pasaitarra Iker Murillo durante la ejecución de una figura de baile.

EL PERFIL
Iker Murillo nació en Pasaia hace 29 años.

Formación y carrera profesional: Su carrera nació ligada a la danza tradicional con Ereintza Dantza Taldea, siendo campeón de aurresku de Gipuzkoa (1990) y de Oñati (1990), además de Premio al Mejor Capitán del Campeonato de Gipuzkoa (1991). En su formación clásica, estudió en el Centro Municipal con Maite Egiguren, en el Conservatorio de Bayona con Koldo Zabala (1990-1991), en el estudio de danza Thalia con Mentxu Medel (1991-1994). Completó su formación en Madrid, en el Centro Internacional de Carmen Roche (1994-1995) y en la Escuela de John Cranko en Stuttgart (1995-1997). Obtuvo su primer contrato en el Ballet des Saarländischen Staatstheater (1997-2000), para pasar al Ballet de Zurich (desde 2001), donde en la actualidad es bailarín solista, desde 2004.

Nominado como Joven Talento (2002) por la revista Ballettanz.

Próximas actuaciones en el País Vasco: Participa hoy y mañana en la segunda gala Los vascos y la danza, en el Auditorio del Palacio Euskalduna (Bilbao). Bailará con Galina Mihaylova un paso a dos de El Corsario y un fragmento de Engel de Heinz Spoerli.

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