"Comienzas a pensar que no es rentable y no ves ninguna salida, pero ese es el momento momento en el que tienes que esforzarte más”, dice Artem Zubchuk, el bailarín que ha hecho de Bilbao su gran pista de baile. Llegó a la villa con 16 años y a sus 20 ya llenó las redes sociales de vídeos danzando con su grupo. Su usuario en TikTok (@tzomaniy) tiene alrededor de 1,3 millones de seguidores y en Instagram, unos 11.400 followers.
El crecimiento del joven bailarín se remonta a su natal Ucrania. “Me apunté a danza, pero estuve dos o tres meses y lo dejé. Mi madre quiso apuntarme a bailes deportivos e invirtió en más clases para que llegara a competiciones” –cuenta–. “Me salía supermal, aunque poco a poco, después de dos años comprendí que me gustaba el baile”. Después de pasar por duros procesos de aprendizaje y niveles de exigencia más altos, se enfocó mucho más en lo que ahora denomina su pasión y “desde ahí, amo la danza”. Sin embargo, no tuvo ese talento desde siempre.
“De pequeño no bailaba, solo veía cómo bailaban los mayores. Una vez estaba intentando copiar los movimientos de un adulto y una chica me dijo que bailaba fatal y que no debería hacerlo nunca”, recuerda. Años después, en su adolescencia, también triunfó en asignaturas como matemática e incluso llegó a competir en olimpiadas, por lo que resalta que pudo dedicarse a la ingeniería, como quería su madre inicialmente. “Cuando vine a España y acabé el bachiller, elegí estudiar danza”.
“Hacía contemporáneo y ballet, pero no me gustaba tanto porque no era lo que solía hacer. Hice solo un año y lo he dejado porque no veo mi salida en esos estilos”, comenta. Incide en que le gustan y desea aprender más de ellos, pero eligió “otro camino” con bailes “deportivos”, además de “salsa, bachata, merengue y otros más modernos como shuffle dance y break dance”. “Este año que me tomé de descanso en Dantzerti, me ha dado dos caminos dentro de la danza. Uno es continuar en el conservatorio y quizás trabajar en un teatro. Y el otro es irme por mi propia cuenta, formar mi propio grupo, formarme y buscar sitios en donde podamos bailar, además de subirlo a redes sociales. Creo que entre esos dos, prefiero el segundo”, dice. Muchos no saben que empezó como profesor en la cooperativa Koop SF 34. “Fue muy curioso porque no sabía cómo enseñar, no hablaba mucho castellano y no bailaba ni salsa ni bachata”, recuerda con gracia. Sin embargo, destaca que “mentiría si dijera que no aprendí junto a ellos” y que esa experiencia “me hizo perder el miedo a dar clases”.
Su viaje por el For You Page en el TikTok de millones comenzó hace un año, a pesar de que al principio no le resultara nada fácil. Cuenta que fue dos meses después de publicar constantemente, cuando realmente vio los frutos de todo el trabajo. “De repente un vídeo fue hacia arriba y otros más. Ahí te animas porque empiezan a pagarte y le das más sentido”, señala. Artem concluye con que seguirá con su grupo y trabajando en sus proyectos, además de que una parte de Bilbao “entró y está clavada en mi corazón”.