Coincidiendo con el 70 aniversario, en plenas fiestas del barrio, San Lorentzo Dantza Taldea quiso conmemorar la fecha con una amplia y sentida programación. Y es que no todos los días se cumplen siete décadas fomentando las dantzas y la cultura vasca. Uno de los actos principales fue el pasacalles con salida desde la casa donde vivió el fundador de la entidad, Alejandro Aldekoa, hasta la ermita donde tuvo lugar la misa. Después no faltaron los bailes con cinco grupos y una comida popular que dio paso a romería. “En pleno agosto nos juntamos 150 personas para comer en un ambiente sensacional. Después de dos años complicados por la pandemia tocaba celebrar por todo lo alto y así lo hicimos”, apuntaron satisfechos desde la entidad berriztarra.
En lo que a la fundación se refiere, fue en julio de 1952 cuando Alejandro Aldekoa y varios aficionados a las dantzas decidieron juntarse con el propósito de fundar un grupo. La idea era bailar en las siguientes fiestas del barrio y presentar oficialmente a los dantzaris y la agrupación. Dicho y hecho. Un mes antes del día de San Lorenzo se pusieron a aprender y lograron su acometido. “Se juntaron un grupo de jóvenes del barrio y lo consiguieron. En aquella época bailaban en la carretera que pasaba por delante de la casa de Alejandro. En un mes aprendieron así que me imagino que estarían mañana, tarde y noche bailando porque para aprender todo”, aseguró entre risas Karmelo Angiozar, que lleva 45 años bailando.
Otra de las características más destacables del grupo San Lorentzo, es que desde su fundación, tan solo estudia y baila Erregelak y Dantzari dantza “con el objetivo de conservar lo nuestro y lo que siempre se había bailado en Berriz”, defendieron con orgullo desde la entidad. En la actualidad, el relevo generacional está asegurado. Y es que San Lorentzo Dantza Taldea cuenta con niños y niñas que se inician desde los siete años. Contando los más txikis y jóvenes la entidad cuenta con una treintena de dantzaris. “En Berriz no nos podemos quejar con la respuesta de los jóvenes”, subrayó Karmelo Angiozar, feliz porque sus dos han seguido sus pasos.
En unos días, a principios de octubre, la entidad volverá a los ensayos semanales de los miércoles para seguir manteniendo la tradición d ellos bailes. El que seguro que no fallará a la cita de los veteranos será Karmelo. “La dantza para mí ha sido casi todo. Me ha permitido hacer amigos, conocer muchos pueblos y ser feliz. Siempre digo que mientras las piernas me aguanten, seguiré bailando”, zanjó un incansable Angiozar.