“¡Tudela soy yo!” gritó el mayoral sobre el escenario de la plaza Vieja en pleno éxtasis de poder durante la celebración del paloteado del Casco Antiguo de Tudela celebrado el pasado sábado. Entre gritos de “¡fuera, fuera!” y silbidos del público se quedó solo en el escenario. La sombra del alcalde de Tudela, Alejandro Toquero (ausente del Paloteado) sobrevoló por las tablas y la plaza durante la hora y media que duró, pero sin ser nombrado en ningún momento. “Como aquí soy yo el que manda, bailáis todos a mi aire. Que no sois más que escalones, meros peones o peajes, que tengo que soportar, a modo de aprendizaje, para llegar hasta el clímax donde mi gloria me alce” retrataron al personaje haciendo referencia a su carrera política.
Un año más, los textos de tres de los mejores escritores de Tudela dieron vida a uno de los paloteados menos tradicionales, más rompedores y vanguardistas de la Ribera no solo con personajes versátiles y versos hábiles, sino también con los bailes que de las mentes de los coreógrafos y las paloteadoras cada año innovan más en músicas y danzas pero siempre ciñéndose, al mismo tiempo, a la tradición, algo muy difícil de lograr.
El éxtasis del mayoral-alcalde “con ínfulas de caudillo” llegó a tal extremo que tras mandar callar a las gaitas, hacer bajar del escenario a personajes y paloteadoras subió un torero con un parche en el ojo (que recordaba a Juan José Padilla) para, entre música de pasodoble, dar la vara de mando al personaje del mayoral ahora sí, solo en el escenario después de expulsar a todos los que le criticaban.
Uno de los puntos culminantes llegó cuando el personaje del escritor, costumbrista y miembro de Euskaltzaindia José María Iribarren (retratista de la vida ribera y que fue secretario de Mola) subió al escenario y echó en cara al mayoral-alcalde cómo estaba atacando a la convivencia en Tudela con la expulsión de la oposición de la Junta de Gobierno por la moción de censura de Pamplona contra Cristina Ibarrola. “En esto, hasta ahora, éramos Tudela los pioneros, hacíamos realidad cristianos, moros y hebreos la palabra convivir y el respeto a nuestros credos. Pero ha llegó Tooorquemada en busca de herejes nuevos y a los que piensan distinto en la plaza prende fuego. Para una cosa mejor que no tenía Pamplona nos la destroza en Tudela esta obtusa derechona”, intercambiaron los personajes de Cierzo, Mayoral y Rabadán. “No es posible eso que cuentas en esta Tudela mía: Si olvida la convivencia olvida su esencia misma. Más que cualquier otra cosa es esto tudelanía. Si pudiera hablar la Abuela tan solo esto pediría”, sentenció Iribarren, pero ante la indignación del mayoral-alcalde echó a todos del escenario.
Sobre las tablas, los personajes de Bardena (Inma Benítez), Rabadán (Jesús Villarroya), Cierzo (Santi Muela) y Zipotero (David Jiménez) se enfrentaron una y otra vez al Mayoral (Julio Ruiz) que debía defenderse con la diestra y con la siniestra de los ataques contra el Ayuntamiento contra la tala de árboles, el cierre de las piscinas Ciudad de Tudela, el uso de la tarjeta municipal para aparcar en cualquier lugar (sea o no permitido), la compra de trajes para la procesión, la censura, el abandono de la Bibliotecas, el exceso de pisos turísticos o la subida de sueldos donde arremetieron contra el edil Fernando Ferrer (UPN) de quien, por su falta de acción en el Consistorio, se preguntaron “y ese ¿quien pitxorras es?” a lo que contestaron “basta con decir, sin más, que tiene grande el aguante: que vale más porque calla que por lo mucho que sabe. Con eso y un buen sueldico… ¡Navarra siempre p'alante!”, haciendo un gesto de llenarse los bolsillos.
También tuvieron palos para otro concejal, Carlos Aguado, que se pasó de Ciudadanos (anti foral) a UPN (defensora de la foralidad) sin pestañear, lo que afearon al mayoral entre Rabadán y Cierzo, “¿Hoy UPN y ayer centralista anti foral? Pues o en uno o en el otro no nos dice la verdad. Esto es poner al raboso pa que cuide del corral. O pa criar los gazapos contratar a paniquesas…”, “no es eso, destalentaus, hay que demostrar firmeza y evitar males mayores con unidad y presteza”, defendió Mayoral, “y asegurarse el sillón aun cambiando la chaqueta”, concluyeron.
El mayoral-alcalde, que acusó a todos los personajes de ser “siervos del Eneko” (por el portavoz de Contigo Tudela, Eneko Larrarte) y de ser responsable de boicotear sus obras. “En la calle Calahorra, por poner sólo un ejemplo, en donde la guardería se está hundiendo el pavimento”, explicó el Rabadán, “Eneko, que por las noches va con un rotavator”, contestó mayoral “Pues no se escuchan los ruidos”, terció el Zipotero, “le puso silenciador. Pero esa es una maniobra más de las que lleva a cabo para desacreditar la labor de su adversario”, concluyó el mayoral-alcalde.
Entre las críticas también se señalaron los problemas que están teniendo los vecinos con las obras de la nueva plaza de Coscolín, ya que al entrar maquinaria pesada han aparecido grietas en algunas viviendas vecinas, “tanta grúa, tanta máquina pesada, tanto martillo neumático, tanto andamio y tanta zanja han removido cimientos y las puertas que cerraban ahora ya no cierran bien y eso es porque ya no encajan. Razón tienes, Rabadán, porque sirve de bien poco hacer edificios nuevos pero jodiendo los otros”.
Como en otros años uno de los pasajes más destacados se produjo cuando miran atrás y recuperan cosas del pasado y que este año se dedicó a palabras de Tudela o la Ribera. Así salieron "urraca, paniquesa, caparra, argillada, gardacho, samaruco, gardincha, chirriao, chirrinta, esvinagrones, sargantesas, regalar, cardelinas, verderoles, rabosos, perdigana, panizo o estalentaus”, entre muchas otras. Además se rindió recuerdo a los fallecidos este año, la mujer de Félix Esáin (colaborador), Rebeca Fernández y María del Carmen Forcada y se destacaron los logros del CD Lourdes.
En la recta final, las paloteadoras en su habitual “show” jugaron con el público a adivinar una palabra diciendo letras que formaban “Aledut”, que es lo que dice el letrero de Tudela (al revés), leído desde una parte de la plaza de los Fueros. También ellas anunciaron que gracias a las obras en el Nelson Mandela se han creado dos nuevos deportes “Rugby Rural por un lado, que en vez de un placaje en llano hay que subir una cuesta para alcanzar al contrario y salto al pedrusco por el otro, que en lugar de arena fina han metido piedras del tamaño de las clementinas”.
La plaza estuvo llena de personas que aplaudieron a rabiar las intervenciones de todos, incluso las de las paloteadoras. Del equipo de gobierno solo acudieron cuatro concejales a la celebración de la séptima edición del Paloteado del Casco Antiguo de Tudela.