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Ballets de Monte Carlo (Bilbao). Espíritu ruso
La compañía presenta un espectáculo que mezcla tradición y modernidad con motivo de su centenario, y recuperan la estética y téncia de los rusos
Con ‘La consagración de la Primavera’, los Ballets Rusos
cosecharon en 1913 más abucheos que aplausos. Era una forma de bailar
que nadie entendía, novedosa, y ahora Maillot recupera los pasos, el
vestuario y la escenografía casi como se presentó entonces. Una tarea
que ha requerido más de diez años de trabajo, de búsqueda del material,
de investigación como homenaje. Hasta 48 bailarines coinciden en el
escenario en esta pieza basada en una composición de Stravinsky.
La segunda parte es ‘Sheherazade’, de Rimsky-Korsakov y
coreografía de Maillot inspirada en Michel Fokine. Exuberante, exótica
y divertida, esta pieza aporta sensualidad donde la anterior ponía
drama, el de la joven virgen que hay que sacrificar con la llegada de
la estación de las flores.
Ambos ballets recuperan la estética y la técnica de los
Rusos, que eran innovadores incluso en la época en que las vanguardias
reinaban en Francia. Hoy en día, los de Monte Carlo hacen la ‘tercera
vía de la danza’, como lo describe su director: ni muy contemporáneo ni
muy clásico
Ballets de Monte Carlo Bilbao
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