Carlos Sanchiz ha estado involucrado en numerosos campos de la vida social y cultural de Hernani. Fue jugador y entrenador de fútbol y actualmente es miembro del coro Goiz Eguzki. Pero su principal faceta es la de dantzari de baile a lo suelto, una afición que comparte con su otra pasión: la familia.

El pasado sábado recibió el galardón Hernaniar Bikaina, un nombramiento que se hizo hace más de dos años, pero que no le han podido entregar hasta ahora.

Parecía que nunca iba a llegar, pero finalmente ha llegado. He estado dos años pensando en cómo sería el acto, pero ha sido más fácil de lo que yo esperaba. Me he emocionado mucho, pero al mismo tiempo estoy encantado con el recibimiento que he tenido.

¿Cómo lo vivió su familia?

Estaban encantados. Recuerdo que en el año 1958 el Ayuntamiento de Hernani les hizo un homenaje a mis tres hermanos mayores y ahora la familia estaba encantada con el reconocimiento al hermano pequeño.

Le siguen felicitando por la calle, de hecho nadie duda de que el nombramiento ha sido merecido.

El tiempo te pone en tu sitio. Todos me dicen que lo tenía merecido por el currículum que tengo. He estado involucrado en muchas cosas y lo hacía de manera natural, no le daba esa importancia. Ahora, con un poco de perspectiva, sí que me doy cuenta de lo que he hecho, un montón de cositas, y sacaba tiempo para ello.

¿Le viene de familia esa pasión por el baile a lo suelto?

Sí, por parte de mi familia materna. A finales del siglo XIX ya bailaba mi aitona y luego mi madre, y los hijos seguimos la saga de los Sarriegi. Bailo más fácil que hablo. A mí me gusta todo tipo de baile, pero en especial el nuestro, el baile a lo suelto vasco. Nosotros hemos estado en concursos de baile desde pequeños. Yo debuté en el 54 y hasta hoy, yo sigo en el baile. El baile a los suelto ha sido un referente para la familia.

¿Ha inculcado esa pasión por el baile a su descendencia?

Tengo tres hijas que han estado en el baile. Las tres son madres y tengo siete nietos que la mayoría de ellos también bailan. Mi hija pequeña es la que más ha bailado.

También ha sido profesor de baile a lo suelto.

Cuando cumplí los 19, me avisaron que había fallecido el maisu de aurresku infantil y me propusieron ser el profesor. En ese mismo momento les dije que sí, ni me lo tuve que pensar y de eso ya han pasado 53 años. Han pasado cientos y miles de niños. Me gusta mucho cuando un niño o una niña me mira y me sonríe porque me conoce.

De hecho, este es el aspecto que más destaca en su currículo. Organizó el Aurresku Infantil hasta 2018, último año que se celebró.

En 2019 estaba a la espera de que me operaran de la rótula y le dije al Ayuntamiento que como estaba en lista de espera no me podía comprometer. Nadie cogió el relevo y no se celebró y luego llegó la pandemia. No sé si alguien lo retomará más adelante, aunque lo veo difícil. Era un espectáculo, el primer acto multitudinario de las fiestas. Además, es muy antiguo, hay datos de hace más de 100 años, de 1915. Es una lástima.

Que se retomara el Aurresku Infantil sería uno de sus deseos.

Sí. Dicen que cambian los tiempos y yo digo que cambian las personas. Ojalá que de una forma u otra se le dé un empujón y se vuelva a celebrar. Aunque fácil no va a ser, porque hay otro estilo de fiestas.

¿En su larga trayectoria qué recuerdos o anécdotas destacaría?

Tengo tantos recuerdos..., pero al mismo tiempo se han pasado volando, que es lo que decimos las personas un poco mayores. Yo debuté en el año 61 en mayores, tenía quince años y ganar la txapelketa de Donostia en septiembre fue algo que me marcó para toda la vida. He tenido siempre a mis hermanos por delanté y era muy difícil ganarles, aunque alguna vez como ese día sí les gané. Me hizo mucha ilusión. Yo no he sido nunca campeón de Gipuzkoa.

¿Cómo ve en la actualidad el baile a lo suelto en Hernani?

Es el tema que se habla tantas veces, que no hay continuidad. Un ejemplo es el Aurresku Infantil, que se ha dejado de celebrar. Mi hermano Juanito fue profesor de baile a lo suelto en varios pueblos. Ahora no hay parejas de muchos pueblos.