Edukira salto egin | Salto egin nabigazioara

Tresna pertsonalak
Hemen zaude: Hasiera Hemeroteka "Bailar es para mí una forma de vida, no quiero ni podría hacer otra cosa"

Dokumentuaren akzioak

"Bailar es para mí una forma de vida, no quiero ni podría hacer otra cosa"

Asier Uriagereka, figura del Ballet de Monte Carlo, actúa estos días en el Arriaga

Egilea
M. Redondo
Komunikabidea
Deia - Noticias de Bizkaia
Tokia
Bilbao
Mota
Albistea
Data
2010/05/21

Hijo de pelotari y hermano de Nerea, ex jugadora del Athletic, lo más común en su época es que él se hubiera dedicado al fútbol. Pero se decidió por lo artístico. Rompiendo tópicos. Y su decisión fue acertada. Pocos imaginaron que aquel chaval que se inició en el mundo de la danza con diez años alcanzaría cotas tan altas. Estrella entre las estrellas de la danza, el último premio que ha recibido el mungiarra es la medalla que lo acredita como Caballero de la Orden del Mérito Cultural de Mónaco.

La trayectoria de Uriagereka (Mungia, 1975) ha sido, como la de todos los bailarines procedentes de estas tierras, difícil, porque ha tenido que desarrollar fuera la mayor parte de su carrera. Tiene claro que nadie le ha regalado nada y que convertirse en el bailarín principal de Les Ballets de Monte Carlo, fundados nada menos que por Diaghilev en 1911, le ha supuesto un gran esfuerzo. La carrera de Asier empezó en un pequeño estudio de Mungia con Koldobika Atxa, "una profesora estupenda que se dio cuenta de que no le podía enseñar más" y le llevó al estudio de Ion Beitia. "Él me dijo que tenía talento para ser bailarín profesional, pero que debía invertir todo el tiempo al baile".

Con sólo catorce años dejó los estudios, con el apoyo de sus padres. Su aita, pelotari de profesión, supo entender los caminos que llevaban a su hijo al esfuerzo sobre los escenarios para plasmar la expresión artística. Partió a los dieciocho años, rumbo a Londres. "Fue una decisión que ya estaba tomada de antes, no tuve elección. Si quería dedicarme a la danza no quedaba otra opción que salir. Les ocurre al 90% de los bailarines. Hay pocos que nazcan en un sitio y tengan una compañía en su ciudad. Concretamente, en el Ballet de Monte Carlo todos somos de fuera. La situación del bailarín que tiene que salir fuera y dejar a su familia para hacer una carrera es de lo más normal", recuerda.

Pero Asier es un afortunado porque su compañía gusta mucho en Euskadi y suele acudir a menudo. "Así puedo ver a los míos y ellos pueden ver mi trabajo, que para mí es importante. Tengo compañeros de la ikastola que aprovechan para venir a verme".

una forma de vida Debutó como profesional en 1995, en el Birmingham Royal Ballet, donde permaneció hasta 1999. Uriagereka formó parte del Ballet Grand Théâtre de Genève (1999-2001). El intérprete mungiarra se trasladó, en 2001, a los Ballets de Monte-Carlo, cuyo coreógrafo-director es Jean-Christophe Maillot, compañía en la que fue elevado a la categoría de Bailarín Principal.

Para él la danza es una forma de vida. "Llevo 20 años y no quiero ni podría hacer otra cosa. Es lo que necesito. Al principio, es difícil: las horas que pasas ensayando, los viajes... Te das cuenta de que es duro, que conlleva mucha disciplina, que hay que ser constante. No puedes dejar una semana de trabajar porque el cuerpo sufre. Cuanto más constante eres, el cuerpo te lo agradece. Estas continuamente luchando contra ti mismo física y emocionalmente, requiere un crecimiento personal continuo. Y luego cuando subes al escenario, se olvida todo. Quieres disfrutar, buscas lo que quieres proyectar y dejas que eso viva en tu cuerpo. Es un instante efímero el que estás en el escenario, pero hay que vivirlo al 100%".

Esa pasión por el baile se refleja en la vida de Asier Uriagereka. "Recuerdo cuando veíamos la serie Fama en televisión. Era tan buena que ha tocado a toda mi generación, tenía mucha fuerza. Me di cuenta de que se puede vivir del arte, los sentimientos se pueden vivir de otra forma, no hay que enfocar la vida exclusivamente para ganar dinero, a tener un buen trabajo estable. Esta es una forma de vida, quizás más loca que la de mucha gente, distinta, que exige una gran disciplina, pero cuando uno se acostumbra, te das cuenta de que es lo que necesitas, que no hay otra cosa que quieras hacer".

Fotografía de archivo del bailarín vasco, estrella del ballet 
monegasco. Fotografía de archivo del bailarín vasco, estrella del ballet monegasco.

Dokumentuaren akzioak