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Bailando con Max
Damián recuerda el momento en que recibió la noticia. Fue, como de costumbre, fuera de la capital alavesa, casi siempre embarcado en producciones contemporáneas en los más variopintos puntos del mapamundi. "Fue muy divertido, porque estaba fuera, en Italia, y me llamaron mi madre y mi hermano: 'nunca nos cuentas nada'; ¡pero yo ni siquiera me había enterado!".
Es la primera nominación a los premios Max para este creador alavés, que, sin embargo, ya conoce de cerca los galardones. No en vano, participó hace dos años en la gala de entrega que tuvo lugar en la vecina Bilbao. La candidatura le llega por la pieza Staff , una producción de su propia compañía -forma tándem creativo con Virginia García- en la que sus diez años de trabajo son revisitados, pero no en forma de resumen artístico, sino en una suerte de trabajo introspectivo sobre su manera de crear.
¿Qué significa esta designación para Damián Muñoz? "No confío demasiado en los premios, no los valoro especialmente, aunque reconozco que hacen ilusión", explica. El bailarín vitoriano comparte pugna con dos colegas de profesión que forman parte de la gran favorita de la noche -en el apartado de danza-, De cabeza , de Teresa Nieto en Compañía. Se trata de los bailarines Jesús Caramés y Manuel Liñán.
De cabeza se ha colado en todas las categorías relacionadas con la danza -mejor espectáculo, coreografía, intérpretes masculino y femenina-, no así el espectáculo Staff , que sólo atesora su candidatura. "Son esas cosas curiosas de los premios, esas nominaciones separadas cuando es un trabajo conjunto; supongo que será por gente que me ha visto también en otros espectáculos...".
Damián no le da demasiadas vueltas a la gala, suficientemente atareado en el propio día a día, verdadero galardón para cualquier artista. Confiesa que no ha hecho gran caso a las nominaciones, y que tiene mensajes de mail pendientes con la organización. "No sé si podré ir, aunque me haría ilusión, haré lo posible", asegura. Si no, le lanzamos una propuesta: mandar un mensaje grabado. "Sí, un vídeo, como la Madonna, ¿no?", bromea.
Staff ha conllevado muchas satisfacciones para la compañía. "Más que una revisión sí que me apetecía juntar a las personas. Sobre todo, es un espectáculo de las personas, juntar a la gente que ha trabajado estos años conmigo. Una gran parte estuvo presente en el proceso y es lo que más me gusta del espectáculo".
'pobres bestias' Pero, como suele ocurrir, cuando una película, un disco o un espectáculo reciben el aplauso de la crítica, de los espectadores o de los colegas de profesión, las mentes de sus responsables ya se encuentran instaladas en otros proyectos, a muchas leguas de esas reconocidas creaciones. "Nos vamos a América la semana que viene", explica Damián, que pone también una fecha de retorno escénico a tierras vascas. "El 7 de mayo estrenamos en el Teatro Arriaga nuestro nuevo espectáculo, que se titula Pobres bestias ".
La pieza "estará en la línea nuestra de trabajos de investigación, de profundización, esta vez acercándonos al lado oscuro, al lado verdadero que todos tenemos". El movimiento volverá a traducir las emociones en esta nueva apuesta de la compañía, en la que "no se salva nadie", en la que la principal protagonista conceptual es "esa sinceridad que tenemos sólo con nosotros mismos".
Éste es ahora el principal foco de atención del intérprete y coreógrafo gasteiztarra, que el 30 de marzo podría culminar el proyecto de Staff con una sabrosa guinda -en forma de manzana-, por todo lo alto. "Si me lo dan, bien, si no, también bien, porque no van a cambiar mucho las cosas", confiesa Damián. Cuelga el teléfono camino de otro lugar, de otras tablas, en un perpetuo movimiento, a la caza de emociones y sensaciones que su cuerpo ofrece siempre al espectador.
El bailarín y coreógrafo vitoriano tratará de estar en la gala del día 30 de marzo, en Gran Canaria.
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