"Axuri Beltza" vuelve a su lugar de estreno

La única danza propia de las mujeres cumple 40 años

"Axuri Beltza es una primera vez de muchísimas cosas: la primera danza propia de las mujeres, en la que se baila y se canta en el escenario, donde se sacan a escena los trajes del valle de Salazar y se entremezclan la xirula y el acordeón como nunca antes se había hecho", señaló el folclorista y antropólogo Juan Antonio Urbeltz. Tras 40 años de la creación de la danza Axuri Beltza, Urbeltz vuelve el viernes al Victoria Eugenia, lugar donde estrenó la pieza en 1969.

La obra surgió de dos documentos que Urbeltz y su mujer, la intérprete Marian Arregi, encontraron mientras recogían danzas de Otxagabia. Los escritos habían sido publicados por la Editorial Auñamendi y trataban sobre el valle de Erronkari, el Almiradio de Navascues y el valle de Salazar. En uno de los textos de Salazar se mencionaba un baile cantado del pueblo de Jaurrieta, y esta información condujo a la pareja al descubrimiento de la obra.

Una segunda pista les acercó aún más a la partitura. La danza se mencionaba en el Cancionero de Resurrección María Azkue, quien la tituló Axuri Beltza. En Jaurrieta encontraron a una mujer mayor que recordaba la pieza aunque vagamente. Por ello, la fuente de inspiración principal fueron los textos de Azkue, que la mujer de Urbeltz consiguió reinterpretar "maravillosamente". "La partitura encontrada estaba pero era muda y había que interpretarla siguiendo el patrón que marcaba, la sencillez hizo el resto", explicó el folclorista.

Una pieza, una historia El público participará de un espectáculo que constará de dos partes y será testigo de tres estrenos: Zalduniote, Apostoluen Soka Dantza y Fandango. "Caro Baroja sostenía, y yo comparto el criterio, de que Zalduniote significa carnaval", apuntó Urbeltz, el director de la obra. "Posiblemente se referían a los caballitos de cartón, un disfraz habitual", añadió. A raíz de esta historia se ha organizado una "contradanza de caballitos a la turca" con los personajes propios del carnaval.

La segunda parte de la obra se abrirá con Apostoluen Soka Dan-tza. Esta danza fue ideada en el marco de la Quincena Musical del año pasado con motivo del centenario del nacimiento de Jorge Oteiza. Se quiso representar en el Santuario de Aranzazu: "Hubo algún deseo de integrar algo de la cultura popular de Oñati, en concreto, los apóstoles y San Miguel de la Procesión de Corpus, pero la cofradía desestimó la propuesta por no parecerle oportuna", confesó Urbeltz. "En este programa se interpretará el aurresku de los apóstoles de Oteiza sin dejarlo un segundo más de lado", adelantó. La danza terminará con el Aita Gurea.

La última novedad será un fandango que irá acompañado por otras dos melodías: Pericón y una habanera. "Es una trilogía, tres coreografías con tres líneas melódicas que constituyen una unidad", afirmó.

El entusiasmo El profesor de danza Iñaki Arregi, reivindicó y agradeció el entusiasmo y la entrega de todos los dantzaris. Siendo el grupo Argia el participante de mayor peso, la idea de Urbeltz no hubiera sido posible sin la colaboración de los grupos Duguna de Iruñea, Haritz de Elgoibar y Kezka de Eibar. Un total de 80 dantzaris participarán en el aniversario de Axuri Beltza. "Quien crea que la danza está en crisis que lo piense dos veces, porque quizá sean las ideas las que están en crisis", aseguró Arregi.

Dos espectadores sorpresa estarán entre el público: Marta Sebastian -una reconocida cantante de Hungría-, y Ferens Novak, "un referente en la coreografía húngara, se puede decir que es el coreógrafo de Estado", señaló Urbeltz.

La obra comenzará a las 20.00 horas y tras la casi hora y tres cuartos que durará la actuación, los participantes cenarán en el local facilitado por la Sociedad Euskal Billera.

"Cuando empezamos a bailar en 1959 hasta hoy, toda esta trayectoria, ha sido un sueño que se ha hecho realidad", confesó Urbeltz.

(Ruben Plaza)