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El grupo de danza Aurtzaka de Beasain hace un balance muy positivo de su viaje a Argentina
Los dantzaris de rosario desconocían la existencia de danzas infantiles. La formación destaca el interés que suscitan en el país sudamericano el folclore y la situación política vasca
El inicio de las clases será una continuación de las actividades del verano. Los dantzaris adultos y algunos de los pequeños no han perdido el ritmo que les llevó hasta Argentina durante el mes de agosto. Aurtzaka define la experiencia como muy positiva.
Jaione Barandiaran, integrante del grupo, califica el periplo por el país americano como "el mejor de los viajes realizados hasta ahora". Según Jaione, "todo salió como estaba pensado. El recibimiento en las casas vascas de las cuatro ciudades visitadas, Bahías Blancas, Chivilcoy, Rosario y Resistencia, fue excelente".
Es conocido el interés de los vasco-americanos por Euskal Herria, hecho que han podido comprobar los componentes de Aurtzaka. "Viven ese sentimiento de forma muy emotiva. Se interesan por todo lo que tenga que ver con nosotros y preguntan mucho. En este caso, por ejemplo, por la situación política actual. Querían saber cómo la vivimos. Venir aquí es para ellos un sueño muy difícil de cumplir, por lo que están deseando que vayamos", cuenta Barandiaran.
bailes infantiles
Aurtzaka llevó a Argentina su espectáculo sobre los bailes de Goierri. "Era diferente a lo habitual y les gustó mucho. Actuábamos el primer día de nuestra llegada y los siguientes dimos clases a los grupos de baile de las euskal etxeas. En Rosario creían que en nuestro folklore no existían bailes para niños. Se sorprendieron al comprobar que no era cierto y les enseñamos algunos. Quedamos en enviarles vídeos para aprender mejor. Tampoco tienen músicos y actúan con música grabada que también les pasaremos", explica Bariandaran.
La noticia de la visita de Aurtzaka se conocía, asimismo, en otras ciudades, por lo que en las actuaciones se encontraron con un público que recorrió kilómetros por verles. "A Rosario vino a vernos un dantzari que hizo 300 kilómetros", recuerda Jaione, mientras expresa el deseo de volver, "tal vez, -dice- dentro de dos o tres años".
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