En Arizkun y Erratzu no creen en supersticiones y ayer martes y 13 cerraron el calendario carnavalero en Baztan. En Arizkun los festejos em-pezaron el domingo. Ese día y el lunes los jóvenes vestidos con blusas negras y pañuelos rojos al cuello recorrieron los diferentes barrios, caseríos y casas del pueblo en el puskebiltze (cuestación).
Ayer, día grande del carnaval arizkundarra y tras el obligado almuerzo, ya se notaba ambiente festivo en el pueblo, visitantes se acer-caban a la plaza, empezaron a verse mozorros , y cuatro elegantes sagardantzaris, Beñat Neol, Urki Neol, Unai Mugiro e Itxaso Alemán, bailaban y recorrían las calles del pueblo con su elegante y ceremonial sagar-dantza al son de Baztango Xulubitariak con el ariz-kundarra Patxi Larralde a la cabeza, que lleva 50 años en las plazas.
Hacia el mediodía llegó el momento mas esperado: la salida del temible hartza (oso) Nikolas, despertado de su letargo invernal salía descansado, con fuerza y hambriento. Con una salida furiosa desde su guarida atacaba a todo lo que se ponía en su camino y desoía las indicaciones de su hartzazain (cuidador) que poco podía hacer para controlarlo. Tras el fiero animal desfilaban las damak, mozorros y músicos.
En Erratzu
Al igual que en Arizkun los carnavales co-menzaron el pasado domingo. Ese día y el lunes también lo dedicaron a recorrer barrios y caseríos. Ayer fue el día de las damak. El desfile partió desde el frontón de la localidad, ataviados con su traje elegante blanco, sus ttuntturos y sus telas con encajes tapándoles la cara, y como no sus espectaculares y atronadores bombos.
A las órdenes de Jokin Bengoetxea, 23 zambombas, con 7 txikis, perfectamente acompasadas, abrían camino al resto de participantes en el desfile. Recorrieron todo el pueblo deteniéndose en varias casas a tomar un tentempié y terminaron en la plaza del pueblo bailando y cantando. Ayer se puso fin a los carnavales de este año esperando la primavera y, hoy, es miércoles de ceniza.