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El lezotarra Aritz Salamanca, nuevo campeón de Euskadi de aurresku guipuzcoano, en Pasaia
El ganador es director y dantzari de los grupos de danzas Goizaldi y Murixka
El triunfo es el premio a la perseverancia para Aritz Salamanca, que ha
participado diez veces en el certamen y que por fin se ha colocado la
txapela de campeón. Se comprende su gran alegría que se extenderá sin
duda a sus compañeros de las dos formaciones de las que es director y
dantzari, el grupo Goizaldi de Donostia y el Murixka de Lezo.
En
la competición tomaron parte doce dantzaris, todos ellos guipuzcoanos,
a excepción precisamente del subcampeón Iker Larunbe. Ayer no estuvo
presente el ganador del pasado año, el errenteriarra Ibon Huarte, que
se encuentra con el grupo Kukai en Valladolid, ofreciendo un nuevo
espectáculo titulado Latidos (en su versión en euskera, Taupadak).
Tras
varias danzas, los participantes llegaron a la prueba del Aurkez aurke,
en la que debían bailar por parejas, uno como aurreskulari, el otro
como atzezkulari. Las parejas actuaron por este orden: Aritz Iglesias
(Tolosa) y Jokin Oria (Legazpi); Iñigo Iraola (Tolosa) y Beñat Olaizola
(Legazpi); Iker Larunbe (Villava) y Eñaut Auzmendi (Legazpi); Eñaut
Fernández (Oiartzun) y Aritz Salamanca (Lezo); Jon Ibarguren (Azpeitia)
e Imanol Etxebeste (Oiartzun); Iñigo Oiarbide (Beasain) y Ion Vázquez
(Tolosa).
El campeonato se disputó en el polideportivo de Pasai
Donibane, con una buena asistencia de público. Se trata del segundo año
en el que el certamen es organizado por la asociación Alkarkide, tras
la renuncia del grupo de danzas Alkartasuna, que corrió con las tareas
organizativas durante 25 años. Alkarkide agrupa a los dantzaris
veteranos de Alkartasuna, y en la organización ha contado con el apoyo
de Euskal Herriko Dantzarien Biltzarra y el Ayuntamiento pasaitarra.
El campeonato estuvo amenizado por la coral Ilunbe de Trin-txerpe que intervino en distintos intermedios del certamen.
El
ganador de esta edición alzó ante el público el trofeo donado por el
escultor guipuzcoano Tomás Murua, que representa a un arrantzale. Es
una escultura en bronce que da a entender que el campeonato se disputa
en una localidad, Pasaia, de fuerte tradición marinera.
Aritz
Salamanca además del trofeo, que va a parar al Ayuntamiento de Lezo,
recibió la txapela y el gerriko bordados habituales, el trofeo Kutxa y
400 euros.
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