'Arena' escenifica el sentido de la vida y la muerte en los toros

El espectáculo de danza se estrena en Donostia el próximo miércoles Se introduce el debate existente entre lo taurino y lo antitaurino

Es un espectáculo de danza flamenca con el que Galván pretende acercarse a la fiesta de los toros «desde otro punto de vista, porque siempre que se representa este tema queda lo de fuera, elementos como los capotes» afirmaba el bailaor. Para ello escenifica toda una serie de piezas que hablan de la vida y la muerte, conceptos que van de la mano de las corridas de toros, partiéndo de la frase del torero Dominguín «El público es la muerte», contaba González añadiendo que también «se introduce el debate existente entre lo taurino y lo antitaurino».

En la puesta en escena se distinguen seis partes en las que se representan seis «maneras de bailar distintas» aseguraba el director artístico. En el escenario aparece Galván bailando sólo, no toma parte ningún bailarín más. Lo único que cambia es «la escenografía, la música y el concepto del baile», aseguraba el bailaor.

Además se introduce un toque innovador en escena con la proyección, entre piezas, de siete fragmentos audiosivuales en las que aparece Enrique Morente, que desde el graderío de una plaza de toros va interpretando poemas del autor José Bergamín y sobre los cuales, como comentaba González «se crea la fónetica del poema con el cuerpo de Israel».

La innovación también tiene lugar en el ámbito musical con la introducción de piezas con instrumentos percusionistas e incluyendo en el espectáculo a «una charanga», explicaba el director. Asimismo, destacan «referencias musicales muy amplías» añadía.

Para el bailaor, Arena supone un «ejercicio de cambio técnico» por el cual se ha dado cuenta que la Tauromaquia es más que una afición «es una filosofía». Por ello. Galván decidió aprovechar ese enriquecimiento para «descubrir climas nuevos dentro de la escena». En la coreografías, además, también se encuentran elementos tradicionales como explicaba González. «En una de las coreos se han tomado aspectos del baile con cuchillos». Sin embargo, el director quisó destacar que se trata de aproximaciones simbólicas y que en el espectáculo no se encuentra ningún tipo de mímica hacia la figura del torero. La coreografía, por tanto, se ha construido con «las reflexiones del cuerpo» comentaba González.

Entre los próximos proyectos del bailarín destaca una producción en la que se encuentran piezas de Mikel Laboa, además de música tradicional vasca sobre lo que el bailaor explicaba que «la manera de bailar flamenco sobre esta música le da un sentido más duro» añadiendo que «se multiplica la sensación de fuerza y del drama».