Aprobado con nota

El público no falló a la primera Euskal Jaia que celebraba su día grande en sábado Las danzas recorrieron las calles hasta llegar a Unzaga

Ya desde la tarde, los cencerros que se oían desde lejos daban la señal de que la fiesta se acercaba. Urkizu iba acogiendo a los grupos llegados de distintas poblaciones vascas, en representación de otras tantas provincias. Sus trajes y los bailes que ofrecieron después en Unzaga mostraron las diferencias entre sus danzas, pese a los muchos puntos en común. El recorrido hasta Unzaga volvió a ser un vistoso desfile que llenó de color y música las calles de la ciudad.



Pero la exhibición de danzas en Unzaga volvió a contar con una grada repleta dispuesta a aplaudir cada una de las actuaciones. Y, después, comenzaría la Euskal Jaia más popular. Aquella en la que cualquiera pudo ponerse a bailar sin necesidad de formar parte de un grupo. Y de allí, a la cena popular con más de 300 comensales, ¿casiná!