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Alsasua se engalana
La villa celebró ayer el día grande con una romería a la ermita del Cristo de Otadia, precedida por la Corporación. Los dantzaris de Etorkizuna ofrecieron un festival de danzas en la plaza
Como manda la tradición, la Corporación acudió en comitiva y, al ser una fecha señalada, se sacó la bandera local, que ayer lució renovada. Al respecto, Unai Hualde, que con 30 años es el edil más joven de esta legislatura, y por tanto, el encargado de portarla, explicó que se han introducido letras nuevas y se ha mantenido el escudo colocado sobre un fondo. El Ayuntamiento acudió acompañado de txistularis, los dantzaris de Etorkizuna Dantza Eskola y los gaiteros. En este desfile faltaron los gigantes y cabezudos, que ante la amenaza de lluvia y por tener el cuerpo de cartón piedra, finalmente no salieron. Estaba previsto que acudiese la comparsa de Ordizia, al igual que el pasado año, ya que los gigantes locales llevan cinco años sin bailar. Tampoco salieron los cabezudos locales, renovados por las trabajadoras de Empleo Social Protegido, que deberán esperar para reestrenarse a que la metereología acompañe.
FESTIVAL DE DANZAS Los que no fallaron a esta cita fueron los dantzaris de Etorkizuna, una escuela de baile que surgió hace 11 años de un grupo de padres y madres interesados en que sus hijos aprendiesen danzas vascas y clásicas. En la actualidad, cuenta con unos 50 alumnos de entre 6 y 15 años. Una treintena recibe clases en Etxarri Aranatz y el resto, en Alsasua. Desde la junta de esta localidad - formada por Ana Ruiz de Egino, Casilda López de Muniáin, Mª Ángeles Rodríguez, Edurne Goikoetxea y Koke Herrera- animaban a los padres a que matriculen a sus hijos en la escuela. Las clases son de dos horas semanales de danzas vascas con Iñaki Agirre y una hora de clásica impartida por Iñaki Fortún.
Ayer se despidieron las dantzaris mayores: Nerea Martínez, Jone Unamuno, Izaskun Jarones, Eider Leoz, Jaione Elortza, Garazi Retegi, Josune González y Raquel Valenzuela. Con 15 años, no se mostraban muy interesadas en continuar en Aitzindari, grupo de danzas surgido en 1982, que durante más de dos décadas ha sido embajador de la cultura de Alsasua y que en la actualidad vive momentos bajos por falta de dantzaris. Precisamente, este fue el motivo de que la víspera no estuviese en el alarde festivo, algo lamentado por muchos.
Lo cierto es que la falta de participación en los diferentes grupos y colectivos es algo que va a más, y no sólo en Alsasua, hecho que lamentan desde Aitzindari. No obstante, señalan que es muy importante la cantera, y no falta. De ello dieron fe los txikis que, con habilidad y gracia, interpretaron diferentes danzas que comenzaron con Agurra y continuaron con Pello Joxepe, Kaskarotz, Axuri Beltza, Bolant dantza, Lantz, Desafío y alpargata y Zuberoa, para finalizar con Zinta dantza, bajo la atenta mirada de numerosas personas que se congregaron en la plaza, principal escenario de las fiestas y que cobra especial protagonismo el día grande.
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