Alkartasuna regresó a Montseveroux

Los antiguos componentes del grupo fueron invitados 23 años después al Festival Internacional

Todos los recuerdos volvieron a la mente de los que allí acudimos, unos como dantzaris o músicos, y otros como amigos.



Fue muy curioso el ver que después de 23 años los que en aquel entonces eran integrantes de Alkartasuna Dantza Taldea de Antxo, estaban nuevamente allí reunidos, bailando con todas sus fuerzas, volviendo a levantar al público de sus asientos y ofrecer la cultura y el folclore de nuestra tierra y cómo no, volver a hablar de nuestro Pasaia, pueblo que muchos de los vecinos y hoy amigos de esa localidad francesa, han ido conociendo en las sucesivas visitas realizadas en los últimos 23 años.



Los que entonces estaban en la veintena o la treintena (hoy ya rondan los 40 y otros pasan de los 50 años), tomaban parte en la '36 edición del festival Nuits de Folclore', con el nombre de Alkartasunako Dantzari Ohiak, y lo hacían en el primer fín de semana de este veterano certamen, junto a un grupo folclórico de Quebec y a otros de la zona en donde se situaba el festival.



Tres noches de festival dieron para mucho. Por un lado para que el grupo dejara constancia de su vitalidad y profesionalidad en su actuación y, por otro, para afianzar lo que hace 23 años comenzó y reafirmar las amistades que aquel verano de 1980 quedaron forjadas. Prueba de ello es que los componentes del grupo fueron alojados en las mismas casas en donde lo estuvieron en aquel primer festival.



Recepción oficial



Pero la fiesta comenzó como suele ser habitual en este tipo de certámenes, con la recepción oficial. Ésta fue ofrecida por las autoridades locales y regionales, así como por los representantes del Gobierno de París, que rindieron a los grupos participantes una amable bienvenida, aunque jalonada de variados discursos, dependiendo del representante político que interviniera.



La complicada situación política de Francia, con mezclas de gobiernos de derechas e izquierdas en organismos que tienen que tomar decisiones y a veces compartirlas, quedó constatada en el acto. Fue aproximadamente una hora de varias intervenciones en las que dejaron caer muchísimas indirectas políticas.



Cultura y folclore



Al final fueron Alkartasuna, en boca de su traductora al euskera y portavoz Itziar Aranzadi, y la representante de las familias de acogida, Monique Carras, quienes dieron sus mejores valoraciones del por qué estaban allí, por un lado para ofrecer cultura, folclore, tradiciones y no política, como bien aclaró Aranzadi.



La portavoz de las familias resaltó que era una satisfacción volver a tener a gentes de otros países para conocer su cultura y su folclore, ya que «eso nos enriquece a todos, y para afianzar o crear nuevas amistades».



Y volviendo al tema propio del festival, la treintena de asistentes de Alkartasuna Ohiak ofrecieron un amplio plantel de danzas, trabajo preparado los viernes de muchísimas semanas, dejando muchas otras ocupaciones y así presentar un programa muy digno, completo, con buena música, buena coreografía y mejor vestuario si cabe.



Gran acogida



Las evoluciones de los dantzaris, hombres y mujeres, en sus bailes guipuzcoanos, vizcainos o de otras zonas de Euskal Herria no defraudaron, así como la interpretración de la Txalaparta llevada a cabo por Mariñalarena y Azpiroz. Tema para el que suponía la primera presentación de esta música en medio de los muros del antiguo castillo, cuya acústica reproducía el antiguo sonido por todas partes de una bonita manera envolvente.



Mirari Damborenea actuó de presentadora del grupo en donde volvió a agradecer a los muchos espectadores, que llegaron a ser en alguna actuación hasta 1.000 personas, su presencia y su apoyo y aplausos. Nuevamente, nuestro folclore nuestra cultura y nuestro pueblo, Pasaia, volvió a quedar bien representado a través de estos veteranos dantzaris antxotarras.