Aburto recibe clases de aurresku en su despacho de la mano del dantzari Ramón Bañuelos

Homenaje al pueblo el día de la amatxu de Begoña

 “Bailaré el aurresku el día de la amatxu de Begoña porque siento un importante compromiso emocional con el pueblo”. El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto no se lo pensó dos veces. En febrero, cuando todavía era candidato y visitó la basílica de Begoña para reunirse con los vecinos del barrio, ya maduró la idea de bailar el día de la romería si llegaba a ser el regidor de Bilbao. Y no se ha echado atrás, a pesar de que nunca antes había bailado. El 15 de agosto se convertirá en dantzari por un día. “Ha demostrado que es muy valiente y creo que lo va a hacer muy bien”, señala quien estos días ha sido su profesor, el dantzari Ramón Bañuelos, maestro de alcaldes, que ya se jubiló el pasado año después de 30 años de hacer los honores cada vez que la ocasión lo requería. Esta Aste Nagusia acompañará a Juan Mari Aburto en su debut ante el pueblo.

Dice un refrán que el hábito no hace el monje, pero no es el caso de Juan Mari Aburto que ha asumido que es alcalde de Bilbao las 24 horas del día, en el despacho y en la calle. En los plenos y en la calle. Y así es como decidió que sí bailaría el aurresku el día de la romería en la basílica de Begoña. “No lo voy a hacer porque lo hayan hechos los alcaldes que me han precedido, sino porque es un elemento de sorpresa con un importante componente emocional por lo que representa de honor hacia al pueblo”, dice el alcalde de Bilbao.

Juan Mari Aburto nunca antes había bailado, ni siquiera fue dantzari de pequeño como Ibon Areso, pero se ha echado el mundo por montera y cada mañana antes de comenzar con los asuntos de la ciudad convierte el despacho en una pequeña pista donde aprender los pasos del aurresku que bailará el día de la virgen.

Teniendo en cuenta su devoción a la amatxu de Begoña y su respeto a las costumbres no sorprende que Aburto no dudara al tomar la decisión de bailar el aurresku, algo que sinceramente alaba su profesor en estos menesteres, Ramón Bañuelos.

Ayer, al salir de esta peculiar clase particular se le veía satisfecho a este dantzari. Flexibilidad, fuerza y elegancia son las tres características que a su parecer debe reunir el bailarín y según dice, en el caso de Aburto las tres cualidades se encuentran muy equilibradas con lo que “espero que el resultado sea bueno”. No cabe duda de que los nervios del momento y la solemnidad del acto son ingredientes que influyen en el resultado final pero ahí estará la mano firme de Bañuelos para transmitirle la confianza que se gana estos días con esfuerzo, como ya lo hizo antes José Mari Gorordo, Iñaki Azkuna después y el año pasado con Ibon Areso.

“Cada uno en su estilo, lo importante es que no dejen que esta tradición se muera”, señala. A Azkuna le acompañaba su sentido del ritmo y el oído, a Areso los nervios se lo pusieron difícil el día de su estreno y espera que en el caso de Aburto la flexibilidad en sus gestos le permita lograr un buen resultado.

En principio pensaron en que serían necesarias dos semanas para que el alcalde cogiera un buen tono, pero, según este maestro dantzari, “desde el principio vi que sería fácil”. Así, después de una semana de reunirse con Juan Mari Aburto cada día a las 8.00 hasta las 8.45 Bañuelos opina que es suficiente. La próxima semana, lunes y martes, volverán a repasar los pasos y unos días antes de la romería se juntarán de nuevo en el despacho de alcaldía para comprobar que después de las vacaciones no se han olvidado los pasos. “Ha sido muy valiente porque nunca antes había bailado. Me parece un actitud muy buena, muy positiva”, dice el profesor.

Aburto bailará el kontrapas que da inicio al aurresku de azoka que se baila desde hace casi 20 años y lo reproduce el Beti Jai Alai con los trajes de época. “Se trata de un aurresku social. El aurresku se divide en varias partes y tradicionalmente el mandatario era quien daba el inicio y es lo que va a hacer el alcalde de Bilbao”, recuerda Bañuelos. Etimológicamente, el significado de aurresku está asociado a un danza social agarrados de la mano o la txapela. En el caso de Begoña, además de dar inicio al baile el significado que le dan los alcaldes es un homenaje a Bilbao y a la amatxu de Begoña. “Me parece excepcional que lo hagan como homenaje al pueblo”, dice Bañuelos. 

Bailar el aurresku el día de la amatxu de Begoña es mucho más que continuar una tradición. Se diría más bien que es continuar con el verdadero significado de lo que provocó esa tradición y que en este caso es la pleitesía que rinden los alcaldes al pueblo. Lo hizo Gorordo, Azkuna, Areso y lo hará Aburto. (Foto: Zigor Alkorta)