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«Sólo cuando bailo me siento totalmente vivo»
Lindsay Kemp vuelve al País Vasco con una obra que pone en escena los últimos días de Isabel I de Inglaterra
Kemp llegó sin algunos dientes. «Me los he olvidado en algún hotel durante la gira. Ruego que me perdonen por mi cara de Bugs Bunny», declaró a modo de presentación.
-¿Contento de volver a Bilbao?
-Claro, a todo el mundo le gusta ver de nuevo a los amigos. Bilbao parece ahora un lugar más tranquilo que en los años ochenta. Al menos, eso es lo que yo he notado en la gente mientras me daba un paseo. El ambiente era más tenso en aquella época. Seguramente había razones para ello.
-La historia retrata a Isabel I como una mujer atormentada por sus conflictos internos.
-Amaba a su prima María Estuardo pero sabía que ella perseguía el trono y que estaba dispuesta a lo que sea para conseguirlo, incluso a matarla. Estaba rodeaba de personas en las que no podía confiar, porque su único interés era el poder.
-¿Se sintió sola?
-Terriblemente sola. Yo comparo su situación con la soledad del actor, con la mía propia, la que siento cuando estoy en el escenario y me hallo delante de la gente que viene a ver el espectáculo.
-Pero tuvo muchos amantes.
-Sí, fue una mujer liberada antes de que existiera ese concepto. Probablemente necesitó ser reina para conseguir esa libertad, pero aun así consiguió cortar las amarras que habían aprisionado a sus predecesores.
-¿Cómo se la recuerda en Inglaterra?
-Desgraciadamente, es una figura que está casi en el olvido. Su época fue gloriosa en cuanto al teatro y la poesía, con figuras como Shakespeare y Marlowe. Ahora la enseñanaza se ciñe a Shakespeare, pero sin la pasión, la viveza y el significado que tuvo en aquellos años.
-¿Cómo fue su relación con Shakespeare?
-Muy conflictiva, como tantas otras. Le gustaba mucho, pero Shakespeare tampoco se lo ponía fácil. En obras suyas como 'Ricardo II' retrataba las debilidades poder y de los poderosos. Así que la prohibió, ya que pensó que aquellas insinuaciones, que no iban contra ella, eran extremadamente ofensivas.
-Después de cinco años, vuelve a los escenarios.
-Me siento vivo otra vez. Sólo cuando bailo me siento totalmente vivo. Cuando Elizabeth vio que se le aproximaba la muerte, empezó a bailar. Creía que de esa manera podía ahuyentarla. Me gustó el mundo de la ópera y además soy director, así que dedicarme a ella fue algo natural. Pero me mantenía alejado de la danza.
PERSONAL
Nacido Liverpool, su familia quería que fuera marino, pero él se dedicó a la danza y el teatro.
Dirigió la puesta en escena de la gira de David Bowie 'Ziggy Stardust'.
En 1974 estrenó 'Flowers' en el Bush Theatre de Londres y luego llevó la obra a Broadway.
Ha trabajado en películas de Ken Russell y Derek Jarman.
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