«Se me va a quedar cara de finalista de los Max»

Marta Carrasco, bailarina y coreógrafa

- Tres candidaturas a los Premios Max: mejor espectáculo de danza, mejor coreógrafa y mejor bailarina. Todos por su espectáculo Aguardiente . ¿Estará contenta?



- Lo primero ha sido una absoluta sorpresa e, inmediatamente, tuve un ataque de agradecimiento a esa gente que lleva cuatro años, tozudamente, votando a este espectáculo para los Max



- ¿Y a la cuarta será la premiada?



- Tengo bastante claro que no voy a ganar aunque, por favor, votadme, que me haría mucha ilusión y a mi madre también. ¡Se me está quedando una cara de finalista! Bueno, me voy a poner más seria. Siento que volver a estar en la lista, y esta vez nada menos que para tres premios, significa un respeto por parte de la profesión muy grande ya que son los profesionales los que votan estos premios.



- Usted es una coreógrafa y bailarina de enorme prestigio y, sin embargo, tiene ahora mismo problemas para poder sacar adelante su próximo montaje.



- Pues ya ves cómo es la realidad, muy diferente. Yo también creo que algo, algo ya he demostrado en todos estos años como para no tenerlo tan increiblemente difícil. Desde octubre estaba pactado con un importante festival de Barcelona y hace una semana han retirado su aportación. Sólo creo que no merezco tan poco.



- Por aquí se tiene la idea de que Barcelona es el lugar donde más se aprecia y se cuida la danza contemporánea. ¿No es así?



- Ahora mismo las cosas están muy crudas. Están incluso desapareciendo compañías que eran emblemáticas. De las artes escénicas seguimos siendo la hermana miserable.



- Después de mucho bailar para otras compañías, ha protagonizado en solitario Aguardiente y Blanco de sombra, y ha dirigido Mira'm. ¿Qué es lo siguiente?



- Vuelvo a bailar, además de hacer la coreógrafía. Habla de dos mujeres, de la risa, con todo lo que podamos encontrar en ella, desde lo más espantoso a lo más tierno o alegre. Y la edad y la risa. Y un título provisional: La miel.